martes, 30 de agosto de 2011

La autoestima y el éxito en los negocios


¿Es la autoestima clave para alcanzar el éxito y mantenerme en mis proyectos como emprendedor?

La respuesta a la pregunta anterior es sí.

Muchas veces pensamos que nuestros comportamientos emocionales y los racionales son completamente separados, y estamos tan equivocados.

Si, ya se que probablemente no estarás de acuerdo conmigo y me dirás que eres una persona completamente racional, y que manejas tus negocios o tu desarrollo profesional solamente con tus capacidades intelectuales.
Pero déjame demostrarte que no es de esta manera.
¿Alguna vez has tenido algún problema de pareja o familiar que te hay inquietado notablemente?
Seguro que sí, todos lo hemos tenido en algún momento
¿Te puedes concentrar en tu trabajo y rendir el 100% o igual que cuando te encuentras sereno y tranquilo?
Seguro que no.
Ahora que nos hemos puesto de acuerdo en que nuestros sentimientos y emociones afectan e influyen en nuestro desarrollo profesional, permíteme contarte que ocurre lo mismo con nuestra autoestima.
Cuando pensamos que no tenemos las capacidades necesarias, o las habilidades para conseguir aquello que deseamos y que queremos es en realidad lo que obtenemos.
Muchas veces está asociado a nuestras creencias acerca de lo que me merezco, o lo que valgo.
Cuando mi autoestima es baja, cuando las ideas que tengo acerca de mis habilidades o capacidades es que no son las necesarias o las suficientes para desempeñare como un buen profesional, o emprendedor, esa es la imagen que proyectaré a los demás, es decir es el mensaje que daré acerca de mi mismo, y es el que recibirá mi interlocutor.
Con lo cual el entenderá que no soy la persona más idónea para realizar dicho emprendimiento y buscará a alguien con más capacidades para hacerlo.
¿Pero por qué ocurre, si yo en realidad quiero salir adelante?
Porque una cosa es lo que decimos verbalmente, y otra cosa es lo que nuestro lenguaje corporal proyecta a los demás.
¿has estado en una conversación en la que sientes que lo que dice la persona no te acaba de cerrar?
¿o donde piensas que no hará lo que dice, pese a que afirma que lo hará?
Bueno, esto es porque hay una diferencia entre lo que decimos con nuestro lenguaje y lo que decimos con nuestro cuerpo.
Nuestro inconsciente capta las señales y es así como nos damos cuenta que no es del todo cierto lo que la otra persona nos plantea.
Si nosotros podemos captar este tipo de señales en los demás, quiere decir que de igual manera los demás lo captan en nosotros, y nuestro inconsciente les dará las señales necesarias y suficientes para afirmarles que pensamos que no tenemos la idoneidad requerida.
¿Que hacer, como lograrlo?
Ante todo debemos darnos cuenta que tenemos una dificultad, que no es que no contemos con la suerte requerida sino que nuestro sistema de creencias o el conjunto de ideas que tenemos acerca de nosotros mismos se convierte en una barrera, en una limitante y no nos permite desarrollarnos como quisiéramos.

Y por lo tanto debemos trabajar en ello, evitando “autosabotearnos”


Además es necesario que comprendamos que podemos subir la autoestima y lograr que se convierta en nuestro aliado a la hora de conseguir metas y objetivos.

Los 8 Secretos del Éxito por Richard St. John


¿Por qué las personas son exitosas? ¿Es debido a que son inteligentes? O simplemente tienen suerte. El analista Richard St. John, condensa años de entrevistas e investigación de las claves para el éxito, en una presentación de 3 minutos sobre los verdaderos secretos del éxito.
Richard St. John, es un experto en Marketing (Fundador de una de las empresas de Marketing de mayor éxito) y famoso por su libro donde detalla las 8 Claves del Éxito, tras pasar 7 años entrevistando a medio millar de las personas consideradas más exitosas, desde el arquitecto Frank Gehry hasta el multimillonario fundador de Microsoft, Bill Gates.
A continuación la conferencia en TED de Richard St. John: «Los 8 Secretos del Éxito»


http://www.youtube.com/watch?v=nYZbThVUAWs&feature=related

Los Ocho Principios o Secretos del Éxito en ocho palabras clave:
Pasión (tenerla y hacer lo que se haga por amor no por dinero), Elije una pasión y motivado e impulsado por ella genera tu idea de negocio. Lo más importante es recordar cada día que lo haces por amor y no por dinero.


Trabajo (duro, pero divertido),  Nada es fácil, hay que trabajar mucho. Pero al mismo tiempo la satisfacción que generas durante la labor compensará los esfuerzos.
Sobresalir o Mejorar (en algo, a fuerza de practicarlo), Para ser exitoso dedícate a un rubro y vuélvete muy bueno en ello. No es magia: ¡Practica, practica, practica y practica! Y no te olvides de comunicar cuan bueno eres claramente.


Enfocarse (en una cosa, un tema, un proyecto),  Dedica tus esfuerzos a un solo proyecto a la vez. No intentes abarcar dos proyectos a la vez.


Empuje (ejercerlo mentalmente, físicamente),  Presiónate física y mentalmente para cumplir con las tareas. Aclara tus dudas y miedos. Cree en ti mismo.


Servir (a los demás con algo que tenga valor), Crea una oferta de valor y irve a tus clientes. El valor que le pones será detectado por los demás.


Persistir (frente al fracaso, la crítica, el rechazo, los que opinan por opinar, la presión), Es la primera razón del éxito. Persiste a los fracasos, a las críticas, a los rechazos, a los negativos, y a la presión.


Ideas (buscarlas, investigarlas, tenerlas), Escucha, observa, se curioso y haz preguntas, resuelve problemas, amplia tu red de contactos y rodéate de talentos.
Conferencia en TED «Los 8 Secretos del Éxito» por Richard St. John

lunes, 29 de agosto de 2011

Cómo retener mejor lo leído

Cuando se lee de manera más bien lenta, se comprende menos lo leído. Esto se debe a que la mente tarda más en tener la información completa que entrega la frase. Así, cuando se llega al final del párrafo, probablemente se ha olvidado como empezaba. Con una lectura más rápida, la información de la frase o del párrafo llega rápidamente a la mente. Se comprende así en su totalidad el mensaje y se retiene más fácil.


Una persona con lectura lenta se habitúa a volver atrás una y otra vez para repasar lo leído. Además, su mente se condiciona a distraerse fácilmente. Un lector rápido, en cambio, nunca vuelve atrás.

Se aprende a leer el doble o el triple más rápido solamente haciéndose la disciplina de no volver atrás en lo leído. Esto obliga a aumentar la concentración. El resultado es que rápidamente se comprende más la lectura y que se va formando un nuevo hábito. Puedes colocar un papel que vaya cubriendo las líneas que vas leyendo para entrenarte en no releer.

Por otra parte, muchas personas se detienen largos minutos cuando no comprenden algo, sin saber que más adelante el autor explica ampliamente el tema. Siempre será más eficiente leer dos veces rápido que detenerse en una sola lectura lenta. Es mejor leer rápidamente algo aunque no se comprenda en su totalidad. Esta lectura permite darse cuenta de la estructura de ideas del autor, saber si algo se explica más adelante o no, conocer en qué terminan sus planteamientos. Luego, una segunda lectura, ya teniendo esa visión general, permitirá comprender bastante bien las ideas.

Cuando hay mucha información que llega a nuestras manos, conviene darles una lectura rápida aún cuando no se asimile en su totalidad. Pero te dará un conocimiento de la información que tienes a mano por si la necesitas más adelante. Cuando tengas que investigar o informarte de algo, podrás saber que tienes los datos y no perder el tiempo buscando. 

"Confía en las personas que veas con un libro en sus brazos". 

¿Qué hago con mis emociones?


En el camino hacia una personalidad más exitosa, el control de las emociones ha de ocupar un gran trecho inicial. Por ello, este tema lo hemos abordado muchas veces en esta revista.

Sin embargo, hay que tener bien claro que controlar las emociones no significa suprimirlas. Las emociones son la energía que nos mueve a la acción. Se puede tener un propósito muy preciso, pero si no ponemos emoción en su realización, es poco probable que se lleve a cabo. Habitualmente les digo a mis estudiantes: si sientes que te faltan fuerzas para llegar a una parte, envía tu corazón primero; luego todo el resto de ti lo seguirá.Se trata de expresar las emociones en el lugar y momento preciso. Cuando hay que pensar, reflexionar y tomar decisiones, es fundamental hacerlo sin emocionalidades. Pero cuando estamos felices por algo, hay que expresarlo. Si estamos contentos con alguien, hay que manifestarlo. Si hay una pena, habrá que llorar y desahogarse. Los sentimientos no tienen que reprimirse ni ocultarse, pues entonces se generaría una peligrosa tensión interna.Hay personas que no expresan emociones y parecen muy serenas. Sin embargo, internamente van acumulando sentimientos perturbadores, lo que las hace "estallar" en el momento más inesperado. Suelen tener una reacción desproporcionada que puede ser muy destructiva. "Los hombres no lloran" es una frase siniestra que ha causado mucho daño a los varones. Los hombres y las mujeres, sí deben expresar sus sentimientos. Esto los hará más sanos, más equilibrados y más humanos.

Emociónate. Pero evita hacerlo cuando debas tener tu mente tranquila para decisiones importantes.

¿A quiénes necesitas?


Esta lista incluirá a tu familia, a tu jefe, a tus clientes, a tus banqueros, a tus socios, a tus acreedores e incluso a tus amigos. Para llevar a cabo algo que merezca la pena, tienes que contar con la ayuda y la colaboración de mucha gente. Toma esta lista y organízala por orden de prioridad. ¿Cuál es la ayuda más importante? ¿Qué ayuda o colaboración es la segunda en importancia?

La ley de compensación

La ley de compensación es una variante especial de la ley de siembra y cosecha. Es una renunciación de la ley de causa y efecto. Tiene su homóloga en el campo de la física en una ley que establece que por cada acción hay una reacción opuesta y equivalente. Afirma que por cada cosa que hagas, serás compensado por algo similar. Obtendrás según lo que aportes.

Esta ley también establece que los demás te ayudarán a conseguir tus objetivos siempre y cuando vean que recibirán una compensación por sus esfuerzos. Nadie trabaja por amor al arte. Todo el mundo tiene unas miras personales. Éste tiene que ser tu punto de partida para ganarte la cooperación de los otros. Hazte la siguiente pregunta: ¿Qué tengo que hacer por ellos para que ellos me ayuden a mí? 

La ley de reciprocidad

Debes sintonizar siempre con la QSYDE, que es la emisora preferida de la gente y que corresponde a las iniciales de "¿Qué Saco Yo De Eso?". Las relaciones sociales y comerciales están basadas en la ley de reciprocidad. Esta ley afirma que toda persona siente el impulso interno de quedar empatada tanto en lo que haga por los demás como por lo que los demás hagan por ella. La gente estará dispuesta a ayudarte a conseguir tus metas si ve que demuestras voluntad de ayudarle a conseguir las suyas. 

La gente de mayor éxito en nuestra sociedad en cualquier actividad es aquella que ha ayudado a un mayor número de personas a conseguir las cosas que querían. Esta gente suele hacerse con una gran reserva de buena voluntad al crear en los demás una propensión a ayudarle como trato recíproco por la ayuda que anteriormente recibieron.

La ley de supercompensación aparece cuando existe el hábito de hacer siempre más de lo que a uno le pagan. Las personas y los negocios que tienen éxito son aquellos que siempre superan las expectativas, los que siempre hacen más de lo que se espera de ellos. (*)

Y el único término de la ecuación de compensación y reciprocidad que puedes controlar es la cantidad que tú mismo aportes; de esta forma, tú mismo también determinas indirectamente la cantidad que vas a obtener. Dado que esto forma parte de la ley de siembra y cosecha, si no desaprovechas ninguna oportunidad de ayudar a los demás, éstos te prestarán su apoyo cuando lo necesites.

Las compensaciones que recibas en tu vida estarán en función de las contribuciones que hayas hecho a tu prójimo. Si tú contribuyes trabajando duro, con espíritu de colaboración y con honestidad, te resarcirás recibiendo de los demás bienes, recompensas y respeto.

Si quieres incrementar la cantidad y calidad de los retornos o recompensas que recibas, tendrás que aumentar por tu parte la cantidad y calidad de tus servicios. Si siempre haces más de lo que te pagan, llegará el momento en que te paguen más de lo que estás obteniendo ahora. Si pones más, conseguirás más. Si "supercontribuyes", terminarás siendo "supercompensado".

El principio del esfuerzo organizado, que no es otra cosa que trabajar armónicamente varias personas juntas hacia metas mutuamente acordadas, es el fundamento de todo gran logro. Tu disposición y tu capacidad para cooperativamente con los demás a fin de ayudarles a conseguir sus objetivos de forma que tú puedas conseguir los tuyos, es indispensable para tu éxito futuro.
(*) Nota del Editor: Nos hemos referido en otros números a esta Técnica de Exito con el nombre de "Esfuerzo Adicional".

sábado, 27 de agosto de 2011

Felicidad

Entre la tela de araña que forman las palabras afines o emparentadas de alguna manera con filiación, está felicidad, término escurridizo donde los haya. Es difícil ponerse de acuerdo sobre la legitimidad de sus contenidos.

Empiezo por un desvío: una ruta distinta que no está demasiado claro que lleve al mismo sitio: me refiero al nombre griego de la felicidad, que también es nuestro, porque también sobre él hemos construido nuestra idea de felicidad. Eudaimonía la llaman y la usaban los griegos para expresar bienestar, felicidad, buena fortuna, abundancia. Los filósofos la consideraron el mayor bien. Si descomponemos la palabra en sus dos elementos, eu, que significa "bien", y daimon, que significa divinidad y que al asociarse a las divinidades malignas derivó hacia nuestra palabra "demonio", será eudáimon, quien lleva un buen espíritu, o quien tiene buen ánimo o quien es un dios bueno. A ese le llamarán feliz. La presencia del sinónimo makários arroja sombras sobre el significado de ambos.

En los dominios latinos parece, en cambio, que la felicidad es algo más tangible y no es cosa del espíritu ni de los espíritus, y ni siquiera de la suerte, sino de la naturaleza. Felix (plural, felices) tiene ahí mismo a tocar el verbo felare (o fellare), que significa chupar, mamar. Si tomamos en consideración la desinencia femenina -ix de felix y la raíz fel-, sería bastante razonable inferir: 1º, que esta palabra fue en origen femenina y 2º que denominaba a la mujer en una actividad exclusivamente femenina: dar de mamar. Según esto (es una especulación, pero con fundamento) la palabra latina felix se creó para denominar a la mujer (o en general a la hembra) que amamanta. Es digno de destacar que en tal caso la felicidad no habría nacido como algo pasivo, sino como totalmente activa. La felicidad estaría en dar más que en recibir. Todos los demás significados procederían de éste por afinidad o por analogía. Si esto fuese cierto, el primer referente de la felicidad sería la madre amamantando.

Si nos atenemos al uso latino de esta palabra, parece que por ahí va la idea. En efecto, los significados más primitivos de felix son "fecundo -a", "fertil". Arbor felix es un árbol cargado de fruto; felix Campania, la fértil Campania; felix limus, limo fecundante. La clave de la felicidad la pusieron los romanos en la fructificación. Es mucho lo que ha llovido desde entonces.

La Voluntad

La voluntad es la fuerza motriz que mueve el cuerpo, es el deseo de realizar algo, es el sentimiento que mueve el alma. Por la voluntad quiero, por el deseo amo, si querer es vivir, desear es vivir en toda plenitud de la vida, es tener disposición de organizarse cada vez mejor. La voluntad tiene trascendencia, importancia, vigor, es una cualidad de nuestro cuerpo y espíritu, es una íntima y misteriosa comunicación que existe entre el cuerpo y el alma.
Es lo espiritual y lo material luchando juntos por nuestra vida. El que tiene voluntad vive, piensa se mueve, La voluntad es una amalgama de virtudes. La voluntad ocupa el espacio, reina en todos los siglos, rompe las nubes, mide las estrellas y acaba por darnos a entender la maravilla de la naturaleza.
Muchas veces deseamos realizar algún proyecto y sabemos que debemos hacerlo, pero nos contenemos por temor, y hasta decimos NO PUEDO, pero la voluntad nos hace decir PUEDO lo lograré, venceré con toda certeza, y entonces digo: tengo que lograr mi propósito, tengo dominio de mis actos, tengo confianza.
Y así la voluntad nos hace llenarnos de pensamientos reconfortantes que nos llevan a lograr lo que deseamos. Si tengo voluntad tendré éxito y podré realizar todas las cosas que me he propuesto. Cada uno de nosotros mueve la palanca de la vida en su esfera diaria, la empuja con tesón y es cuando apreciamos cómo se resuelven muchas cosas en nuestra vida. Es muy importante manejar el timón de nuestras vidas con puño fuerte y con voluntad para que con cielo apacible o tormentoso, podamos llegar a la meta.
(Desconozco el autor)
Nota: Conviene enseñar que la voluntad comienza a desarrollarse más precisamente cuando quitamos de nuestro vocabulario frases del tipo "no puedo", "no soy capaz", "no tengo fuerzas", etc. Nunca más digas estas frases y evita todo diálogo interno con ellas. Por el contrario, repítete mentalmente muchas veces "puedo", "soy capaz", "tengo energía infinita para ir por mis ..................."

Actitudes de la gente exitosa

17 puntos en los que se diferencian las personas exitosas de aquellas que no avanzan. ¿Cuentas con ellas?

1. La gente exitosa piensa “Yo creo mi vida”. La gente que no avanza piensa “La vida me sucede”.

2. La gente exitosa juega el juego del dinero para ganar.
La gente que no avanza juega el juego del dinero para no perder.

3. La gente exitosa confía en ser rico. La gente que no avanza desea ser exitosa.

4. La gente exitosa piensa en grande. La gente que no avanza piensa en pequeño.

5. La gente exitosa se centra en las oportunidades. La gente que no avanza se centra en los obstáculos.

6. La gente exitosa admira a otra gente exitosa.
La gente que no avanza se resiente contra la gente exitosa.

7. La gente exitosa se asocia con gente positiva. La gente que no avanza se asocia con gente negativa, fracasada.

8. La gente exitosa está dispuesta a promoverse y valorizarse. La gente que no avanza piensa en forma negativa sobre la venta y la autopromoción.
9. La gente exitosa es más grande que sus problemas. La gente que no avanza es más pequeña que sus problemas.
10. La gente exitosa es excelente receptora. La gente que no avanza no es receptora.

11. La gente exitosa elige pagar basándose en los resultados. La gente que no avanza elige pagar basado en el tiempo.
12. La gente exitosa piensa “ambos”. La gente que no avanza piensa “este/o”
13. La gente exitosa se centra en el valor neto. La gente que no avanza se centra en los ingresos por su trabajo.
14. La gente exitosa maneja bien su dinero. La gente que no avanza “desmaneja” su dinero bien.
15. La gente exitosa tiene su dinero trabajando duramente para ellos mismos. La gente que no avanza trabaja duramente para su dinero.
16. La gente exitosa actúa a pesar del miedo. La gente que no avanza se deja paralizar por el miedo.
17. La gente exitosa aprende y crece constantemente. La gente que no avanza piensa que ya lo sabe.

El liderazgo en las organizaciones

Nada sustituye al compromiso cuando se quiere generar un cambio profundo.
 
Peter Senge señala en esta nota que una buena conducción debe saber promover la iniciativa individual más allá del cumplimiento formal de las premisas.

"No habrá un cambio significativo a menos que esté impulsado por los niveles jerárquicos superiores." "No tiene sentido ponerse en marcha si el CEO no esta a bordo." "Nada pasará a menos que la alta gerencia este comprometida." ¿Cuántas veces hemos escuchado estos sencillos refranes y los hemos aceptado porque así son las cosas?" Sin embargo, tenemos buenas razones para cuestionar estos venerables axiomas. En todas partes escuchamos a los CEO y demás ejecutivos senior hablar de la necesidad de "transformar" a sus organizaciones, de derrocar las pesadas culturas burocráticas, de "convertirse en organizaciones orientadas al aprendizaje". Pero las pruebas de una exitosa transformación empresarial no abundan.

Además, la premisa básica de que sólo la alta gerencia puede producir un cambio significativo va en contra del principio de delegación del poder. ¿Por qué, entonces, en la "era del empowerment" aceptamos sin cuestionar esta premisa? ¿No es extraño que busquemos una cultura organizacional menos jerárquica y autoritaria recurriendo para ello a la autoridad jerárquica?

Dos visiones del liderazgo
¿Por qué nos aferramos al criterio de que sólo la alta gerencia puede poner en marcha un cambio significativo? ¿Es por nuestra reticencia a abandonar el modelo mental con el que estamos familiarizados? ¿Es por el temor a perder el rumbo sin la aprobación de la jerarquía? Es probable que haya también un elemento de autoprotección: conviene que sea la alta gerencia la responsable de una falta de liderazgo eficaz.

No hay duda de que la presencia de un CEO que se opone a los cambios fundamentales puede complicarles la vida a los innovadores internos, pero esto no alcanza para demostrar que el cambio importante sólo puede provenir del CEO. Como mínimo, ¿no cabría sospechar de la tendencia del personal de una empresa a "mirar hacia arriba" y esperar que sea la alta gerencia la que resuelva las cosas? Consideremos un punto de vista diferente: "Es poco el cambio importante que puede llegar a producirse si esta impulsado desde arriba." "Las proclamas y programas del CEO impuestos desde la casa central de la empresa constituyen una manera de socavar los cambios más profundos."

"Cuando asumí como CEO -dice Phil Carroll- de Shell Oil, todos pensaban así: "Phil nos va a decir qué es lo que quiere que hagamos". Pero yo no tenía ni la más remota idea y, si la hubiese tenido, habría sido un desastre." "Todo aquel que crea que el CEO puede motorizar este tipo de cambio está totalmente equivocado", comenta Rich Teerlink, CEO de Harley-Davidson. Hay varias razones por las que Carroll y Teerlink llegaron a tener una visión más humilde del poder de la alta gerencia.

Una es el cinismo que existe en la mayoría de las organizaciones después de tantos años de modas del management. Cuando el CEO predica sobre la necesidad de "convertirse en una organización que aprende", la gente mira con desconfianza y piensa: "Aquí estamos una vez más. Me pregunto a qué seminario habrá asistido la semana última".

La mayoría de las empresas han recibido de la gerencia tantas iniciativas del "sabor del mes" que la gente inmediatamente percibe un nuevo pronunciamiento de "liderazgo ejecutivo" o, tal como dicen en Harley-Davidson, "otro buen programa".
Otra buena razón es la diferencia entre cumplimiento y compromiso. Cuando se necesita un compromiso genuino, la autoridad jerárquica suele ser un problema. La autoridad jerárquica, tal como ha sido tradicionalmente utilizada por el management occidental, tiende a evocar el cumplimiento y no a alentar el compromiso. Cuanto más férreo sea el poder jerárquico que se impone, mayor cumplimiento se obtiene.

Sin embargo, nada sustituye al compromiso cuando se quiere generar un cambio profundo. Nadie puede obligar a otra persona a aprender si el aprendizaje implica cambios profundos en las creencias y actitudes y una forma de pensar y actuar absolutamente nueva.

Una tercera razón es que las iniciativas de la alta gerencia suelen tener el efecto inverso y terminan haciendo retroceder a las organizaciones en lugar de avanzar.
Esto puede producirse de una manera obvia: por ejemplo, las racionalizaciones y reorganizaciones de la alta gerencia que tienen el efecto contraproducente de aumentar el temor, la desconfianza y la competitividad interna reducen la cooperación y la colaboración y, en consecuencia, socavan el desempeño económico.

Pero también puede adoptar formas más sutiles, aun cuando tenga que ver con cambios explícitamente diseñados para mejorar el aprendizaje. Por ejemplo, el proceso de feedback de 360 grados, con el cual deben cumplir muchos gerentes, no sólo fortalece la mentalidad del cumplimiento sino que reduce la posibilidad de que aflore lo que Chris Argyris, de Harvard, denomina "información potencialmente desconcertante", en "Good communication that blocks real learning" ("Buena comunicación que bloquea el aprendizaje real" - Harvard Business Review, julio-agosto de 1994).

Este tipo de información sólo saldrá a la luz cuando la gente sienta genuina confianza, curiosidad y responsabilidad compartida, condiciones todas que no pueden imponerse por decreto. "Los programas de comunicación empresarial" diseñados e impuestos desde arriba pueden "en realidad inhibir el aprendizaje y la comunicación", de acuerdo con Argyris.
Por ejemplo, los estudios organizacionales y los grupos de análisis, al poner el énfasis en "decirle" a la alta gerencia qué es lo que está mal, pueden bloquear el aprendizaje porque nada hacen por alentar la responsabilidad individual frente a los demás y, también, tienden a fortalecer la composición mental de que sólo la alta gerencia tiene el poder de resolver los problemas. El mérito de estas dos opiniones alternativas con respecto de la alta gerencia y el cambio depende enteramente de la naturaleza del cambio que se esté intentando generar.
La llave del cambio
El cambio significativo requerirá imaginación, perseverancia, diálogo, compromiso y una predisposición al cambio por parte de millones de personas. Creo que éste es también el desafío que enfrentan las empresas que desean construir una organización orientada al aprendizaje.

Recientemente, un grupo de CEO de empresas pasó medio día con Karl Henrik Robert, fundador del proceso Natural Step de Suecia, destinado a ayudar a las sociedades a ser ecológicamente sustentables. Al día siguiente, Rich Teerlink, de Harley-Davidson, entró y dijo: "No sé por qué me quita el sueño tratar de encontrar la manera de transformar a una empresa de seis mil personas. Ayer hablé con alguien que está transformando a un país de cuatro millones".
Los desafíos del cambio sistémico para el cual la jerarquía es inadecuada nos llevarán, creo, a nuevas ideas sobre el liderazgo basadas en nuevos principios. Esos desafíos no pueden ser enfrentados por héroes aislados. Requerirán una combinación única de distintas personas, que ocupan diferentes cargos y que lideran de distintas maneras. Aunque el cuadro que les he planteado es tentativo y sin duda habrá de evolucionar, dudo de que subestime los cambios que habrán de sufrir nuestros modelos de liderazgo tradicionales.
Autor de "La quinta disciplina"
Senge, creador del concepto de "organización inteligente", es miembro del plantel académico del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y director del Centro para el Aprendizaje Organizacional del Sloan School of Management del MIT. Es autor del famoso libro "La quinta disciplina: el arte y práctica de la organización de aprendizaje".
Desde lo más alto
En general, los programas de reorganizaciones, downsizing y reducciones de costos, o de reingeniería, sólo pueden ser implementados desde los más altos niveles gerenciales. Pero esos cambios no varían la cultura empresarial que se basa en el miedo y las actitudes defensivas. No desarrollan la inteligencia del personal de primera línea a medida que la gente debe enfrentar entornos comerciales cada vez más complejos y dinámicos. Y nada harán por alentar la confianza y las habilidades que necesitan los equipos a todo nivel si tienen que reflexionar sobre las premisas ocultas e indagar los defectos de razonamiento que están más allá de sus propias acciones.
Sin héroes y villanos
Los desafíos que deben enfrentarse para construir organizaciones orientadas al aprendizaje representan un microcosmos del tema del liderazgo de nuestro tiempo. Este microcosmos debe orientar a las comunidades humanas, sean empresas multinacionales o asociaciones, para que puedan enfrentar productivamente los temas complejos y sistémicos en los que la autoridad jerárquica es inadecuada para el cambio.

Ninguna de las cuestiones sociales más apremiantes de hoy -el deterioro de nuestro medio ambiente natural, la carrera armamentista internacional, la erosión del sistema publico de enseñanza, o la ruptura de la familia y la creciente destrucción y fragmentación social- se resolverán mediante la autoridad jerárquica. En todos estos casos, no existen causas simples ni tampoco soluciones sencillas. No hay aquí un villano al que echarle la culpa, ni tampoco una píldora mágica.

jueves, 25 de agosto de 2011

El resentimiento

Odiar a la gente es como quemar la casa para deshacerse de una rata. Harry Emerson.

El resentimiento es un juego miserable que jugamos con nosotros mismos y con otros. Es el precio que pagamos por no mirar la vida de los demás de manera honesta, compasiva realista y dispuesta a perdonar. Es un juego que tiene amargas consecuencias.

El resentimiento es ira dirigida hacia los demás. Nos enojamos con los demás por algo que debieran haber hecho o no debieran haber hecho. Se acumula al cabo del tiempo. Nuestro castigo empeora cada vez que vuelve a suceder.

Aparece el miedo. Comenzamos a tener miedo de situaciones en las cuales la gente puede fracasar con respecto a nuestras expectativa personales. Hay gente que queda paralizada por el resentimiento, por miedo de hacer algo y volver a "explotar" otra vez.

Este ciclo de energía negativa -de nosotros a otros- puede tener efecto devastadores. Envenena relaciones inhibe el crecimiento, sofoca la expansión. Duele. .Pone una enorme tensión en la mente, las emociones y el cuerpo. Con el tiempo puede matar.

Tal vez lo más trágico del resentimiento es que es completa, total y absolutamente innecesario.
El resentimiento y la culpa son el mismo proceso. La diferencia es que, con la culpa, somos nosotros los que no cumplimos con nuestra imagen de cómo nosotros deberíamos ser, y con el resentimiento es otra gente la que no cumple con nuestra imagen de cómo ellos deberían ser.-

Las imágenes son nuestras. La ira es nuestra. Somos juez, jurado y verdugo. Con la culpa, la sentencia es en contra de los demás. (En todo lo que vamos a decir sobre resentimiento, cuando hablamos de gente también nos referimos a cosas -autos, equipos de sonido, el tiempo, la naturaleza, la comida, los comerciales de televisión. Con el fin de ser más claros nos referiremos a gente solamente. Por favor agregue "y cosas" en los momentos oportunos.)

Cuando resentimos a los demás, estamos protegiendo nuestra imagen de cómo deberían. Basados en los resultados, la imagen es falsa. Pero protegemos la imagen porque, después de todo, es más fácil proteger nuestra imagen y resentir a los que no están cumpliendo con ella, que cambiar nuestra imagen.

Tenemos mucho invertido en nuestra imagen de cómo se deben comportar los demás. Hemos heredado el plan básico de nuestros padres y maestros. Luego pasamos años enteros refinándola. Ahora que todas las variables están ubicadas, ¿por qué tenemos que cambiarla, simplemente porque hay gente desconsiderada que nos e molesta en cumplir con ella?

El problema es, por supuesto, la ira. Casi invariablemente nos hiere más a nosotros que a la gente contra quien la sentimos. Desde el punto de vista cardiovascular, la emoción más peligrosa y que más nos daña es la ira. Y también es una de las emociones más desagradables.

Extractado de "No se puede dar el lujo de tener un pensamiento negativo", John Roger & Peter McWilliams.

Cómo motivar a los empleados de tu empresa.

1. Actitud. La motivación en la empresa, o en cualquier organización, emana de una actitud de las personas que la componen . La motivación no se puede implantar como se haría con el horario flexible, por ejemplo.
2. Entorno. La motivación corresponde a una actitud vital de las personas frente al trabajo y los retos, que depende en gran manera de la idiosincrasia de cada cual, y que es fuertemente influenciada por el entorno. En ese sentido la tarea de los directivos y jefes no es tanto motivar a sus colaboradores, como evitar que se desmotiven.
3. Efecto contagio. Y, por supuesto, lo que hay que hacer, a todos los niveles, es predicar con el ejemplo. Si un jefe empieza a entrar en su oficina arrastrando los pies, al cabo de unos meses todos sus colaboradores arrastrarán los pies. Tanto el entusiasmo como el desánimo son actitudes fuertemente contagiosas; especialmente si proceden del jefe. Pero mientras que el entusiasmo y la motivación se contagian en todas las direcciones, la desmotivación es una epidemia que normalmente se propaga desde arriba hacia abajo.
Por su parte, Ricardo Ramos, Director General de Polinter S.A., propone no desatender los siguientes temas:
1. ¿Motivar o evitar la desmotivación? Mucho se ha escrito y hablado sobre motivación. En estas líneas desearía tomar la perspectiva de evitar la desmotivación. Es decir, los colaboradores tienen una motivación interior para afrontar la vida laboral (y personal).
Es nuestra misión el poder generar el entorno adecuado para que esta motivación no disminuya, e incluso aumente. Es decir, las personas llevan su propia motivación al trabajo. En nuestras empresas debemos cuidar que diferentes aspectos tales como la remuneración, trato de las personas, planes de carrera, ambiente de trabajo, definición de objetivos, tareas, etc., no desmotiven a los empleados.
Cada colaborador puede tener diferentes tipos o dimensiones de necesidades que le motivan a satisfacerlas. Si conseguimos cubrir esas necesidades, las personas adquirirán un compromiso con la organización de acuerdo con el tipo de necesidades cubiertas.
2. Remuneración. Inicialmente el empleado tiene sólo necesidades económicas que cubrir, es decir, quiere tener una correcta retribución acorde con su puesto de trabajo. Es importante que esta consideración de adecuada sea compartida por parte del interesado/a y la empresa.
Debes considerar que algunos empleados se quedan en este nivel, su necesidad básicamente a cubrir es la económica. Por ello conviene que el empleado perciba que debe realizar un esfuerzo para cubrir esa necesidad. En el caso de que la persona perciba que la remuneración la tiene asegurada independientemente del esfuerzo, puede provocar una disminución del rendimiento y a su vez de su motivación.
3. Crecimiento Personal. Para aquellas personas que aparte de las necesidades económicas, valoran el crecimiento personal, es imprescindible disponer de planes de carrera, retos nuevos, incorporación de conocimientos nuevos (formación, nuevas experiencias, tareas diferentes, etc), y por supuesto posibilidades de crecimiento dentro de la empresa.
4. Vinculación con la compañía. Además de este colectivo nos podemos encontrar con otro grupo de personas que desean vincularse con la organización de las que forman parte. Estos colaboradores necesitan compartir objetivos, misión, y otros aspectos trascendentales, con la organización a que pertenecen. Para ellos debemos disponer de una buena comunicación de los objetivos a conseguir, compartir la definición del futuro de la empresa, etc.
Debemos facilitarles autonomía en la toma de decisiones que les permita desarrollar con libertad sus criterios. Si este colectivo no percibe que forman parte del proyecto empresarial intentarán localizar otro proyecto en otra parte, o acabarán desmotivados, siendo éstos los miembros con mayor potencial de la empresa.

Suma talento a tu empresa

Sigue estos nueve consejos y descubre cómo detectar a los mejores colaboradores para tu firma. ¡Aprende a formar un gran equipo de trabajo!


El arte de contratar a alguien es la forma más pura de “evangelizar”, es decir, de conquistar a las personas con tu proyecto. Después de todo, no sólo les estás pidiendo que prueben tu producto, que lo compren o que se asocien contigo, sino que apuesten su vida en tu organización.
¿Puede haber algo más atemorizante para ellos y más difícil para ti que eso? Para facilitarte esta tarea y formar el mejor equipo, toma en cuenta las siguientes recomendaciones.
1. Busca a personas que sean mejor que tú. Los jugadores clase A contratan jugadores clase A; los jugadores clase B contratan jugadores clase C. Esto significa que la gente talentosa contrata gente talentosa y que los mediocres contratan candidatos que no son tan buenos como ellos, para así sentirse superiores. Y de seguir esta última tendencia, pronto acabarás con colaboradores de categoría Z. Por eso, ten confianza en ti mismo, sólo de esta manera podrás formar un gran equipo.
2. Contrata gente “contagiada”. Lo más común es que las empresas busquen a personas con buenos antecedentes educativos y profesionales. Pero hay que agregar una tercera cualidad: ¿el aspirante está “contagiado” de amor por tu producto o servicio? Recuerda que la educación y la experiencia dejan de ser importantes si el candidato no se entusiasma y no se compromete con tu proyecto.
3. Ignora lo irrelevante. A menudo, la educación y la experiencia laboral resultan importantes en el papel, pero irrelevantes en el mundo real. Una persona puede tener un gran currículum, sin embargo el entorno le pondrá pruebas en su camino y sólo su habilidad para superarlas demostrará sus capacidades.
Si te encuentras frente a un aspirante sin experiencia, analízalo con detenimiento: podría tratarse de un diamante en bruto que sólo necesita tiempo para pulirse.
4. Confirma tu intuición. La mayoría tiene alguna anécdota acerca del candidato que resultó ser un empleado de pesadilla. O bien, del colaborador que creía que no iba a funcionar y se convirtió en el empleado de la década. El problema con la intuición es que probablemente te equivoques tantas veces como aciertes. Por lo tanto, haz las mismas preguntas a cada aspirante y toma nota de todo lo que exprese. Otra estrategia es realizar la primera entrevista por teléfono, para que no juzgues a los aspirantes sólo por su apariencia.
5. Consulta más referencias. ¿Eres de los que sólo llama a las referencias que proporciona el aspirante? Tal vez la persona que estás entrevistando te agrada y no quieres enterarte de que en realidad se trata de la manzana de la discordia. No corras riesgos y busca fuentes de referencia adicionales. Lo ideal es que sea una persona para quien el aspirante haya trabajado y otra que haya colaborado para él.
6. Aplica la “prueba del centro comercial”. Imagina que estás en una plaza y observas al candidato que buscas a una distancia de 150 metros, pero él no te ha visto. Aquí tienes tres opciones: 1) Ir directo hacia él y saludarlo, 2) Decirte a ti mismo: “si me topo con él, lo saludaré”, 3) Subirte a tu auto e irte a otro centro comercial. La recomendación es que, a menos que la persona te inspire la primera respuesta, no lo contrates.
7. Usa todas tus armas. Una vez que hayas encontrado al candidato perfecto, debes ganártelo. Ve más allá y no te quedes en el salario y las condiciones de trabajo. Piensa que tu visión de la manera en que vas a cambiar el mundo es algo más importante y revelador. Además, ¿a quién no le gusta trabajar con gente inteligente que impone su punto de vista? También hazle notar a tu potencial colaborador lo bien que se verá en su currículum el haber trabajado en una gran empresa como la tuya.
8. No te apresures a recompensar. Usar una oferta como punto de partida de la negociación es arriesgado, pues no sabes cuál será la reacción de la otra persona frente a este primer punto de información que estás proporcionando. Una oferta confirma lo que ambas partes han acordado. Por lo tanto, es el último paso de las negociaciones, no el primero.
9. ¡Atención! Tu labor no ha terminado. Nunca asumas que tu reclutamiento finalizó, aun cuando la persona ya asista a trabajar. En realidad, tu deber es reclutar a cada empleado todos los días, porque cuando se van a casa por la noche quizá alguno de ellos decida no volver jamás. Consejo: alimenta la relación con tus colaboradores a diario, tú decides cómo hacerlo.

Las claves para negociar con éxito

Saber negociar es básico para todo empresario. Te damos 7 técnicas para cerrar tratos y conseguir lo que quieres.

La negociación un factor es clave en el desempeño de un empresario y/o emprendedor; es el proceso que nos lleva a conseguir objetivos importantes, necesarios para el éxito de nuestra organización.

A veces las personas pueden tener muy buenos proyectos en mente, pero al momento de negociar con potenciales socios las cosas no salen bien. ¿Por qué? Simplemente porque no saben utilizar las técnicas para negociar exitosamente.

Aquí te damos siete valiosos consejos para que el proceso de negociación sea fructífero y consigas grandes beneficios para tu empresa:

1. Primero debes recabar la información necesaria. Investiga en Internet sobre los valores, la cultura y otros datos de la persona con quien negociarás. ¿Cómo acudir a una cita si no sabes cuáles son las ventajas de la persona con la que negociarás?

2. Establece cuáles serán tus estrategias y tácticas de negociación. Así tendrás una directriz para saber cómo negociar, en qué momento ofrecer y en qué momento esperar.

3. Crea un plan de negociación. Debes tener bien definido qué es lo que pretendes lograr con ella y considerar la estrategia de manera general, para posteriormente dividirla en tácticas.

El secreto de cómo negociar exitosamente consiste en estar preparado siempre. Tener algo qué ofrecerle, y también saber qué esperar del otro.

4. Observa el lenguaje corporal y la forma de hablar; al igual, la manera en la que escribe sus mails o mensajes. Así podrás conocerlo a más profundidad.
5. Cerrar la negociación. Pon atención a las conclusiones a las que llegues, si es necesario establecer ese acuerdo en una frase hazlo, para que la siguiente ocasión que se reúnan sepan dónde se quedaron y los avances que han tenido.

6. Haz una revisión exhaustiva de todo el proceso de negociación. La mejor forma para desarrollarte como negociador es negociando y aprendiendo de esas negociaciones.

Cuando el proceso termine, analiza detenidamente cada detalle. De esta manera podrás detectar qué estrategia y táctica te funciona mejor a ti.

7. Debes crear un archivo de negociaciones. Así tendrás un historial de cómo has avanzado. Cuando exista una situación similar podrás apoyarte en la documentación que tengas para saber cómo tomar ventaja nuevamente o qué evitar para no cometer los mismos errores.

Diferentes tipos de Ejecutivos... y Cómo mejorar su rendimiento.

Como ejecutivo, usted está probablemente consciente de que los ejecutivos de éxito muestran una serie de rasgos de personalidad que se han definido y que han sido identificados por años de gestión de la investigación.
El objetivo del coaching ejecutivo es mejorar el rendimiento sin importar el tipo de personalidad que un individuo pueda tener o mostrar. Dicho esto, cuanto más se sabe acerca de su perfil y la personalidad individual, más fácil y más eficaz que puede progresar a lo largo de un programa de coaching ejecutivo. También se consiguen mejores resultados de calidad basado en lo que es apropiado y eficaz para una situación particular y el estilo de personalidad.
Los Arquetipos más comunes del Ejecutivo... ¿Cuál eres tú?
Los siguientes son algunos arquetipos del ejecutivo común que han sido identificados y se perfilan como el resultado de la investigación administrativa amplia. Si bien esta lista no es exhaustiva, se le debe dar una buena visión general en su estilo propio ejecutivo, personalidad y comportamiento.
• El agresor.
El agresor responde a situaciones de estrés por ser demasiado ambicioso, hasta el punto en el que aparece como coercitivo y abusivo, incluso. Por su naturaleza, los agresores suelen ser impulsado por los resultados y puede ser superestrellas en ciertas áreas de desempeño (por ejemplo, hacer tratos y ventas). El entrenador del agresor tiene que ayudar al agresor a ser consciente de las consecuencias negativas de su comportamiento agresivo, y elegir las respuestas más apropiadas, tales como la escucha, la participación, y saber cuándo retirarse de situaciones antes de que llegar a ser explosivo.
• El Evasivo.
El Evasivo responde a la situación de estrés por salir corriendo. Si el agresor es como un mapache rabioso, el que evita es como un escondite de tortuga en su caparazón. Los Evasores tienen mucha dificultad afirmando adecuadamente, la resolución de conflictos, y dar evaluaciones honestas de rendimiento. A menudo son pasivos agresivos, dejan de hacer lo que han prometido hacer (porque no podía decir que no). El entrenador tiene que trabajar con el evasivo en entender lo que se interpone en el camino de su capacidad para enfrentar los conflictos, y poner a la práctica la afirmación, indicando las expectativas, y la gestión de conflictos.
• El animal político.
Este tipo de ejecutivo está demasiado preocupado con su poder y las relaciones de la organización. Toma decisiones basadas en quién ganará y quién perderá poder. Por un lado, el animal político es fantástico en el intercambio de favores en la organización con el fin de encontrar los escasos recursos disponibles y hacer las cosas. Por otro lado, puede ser desagradable en la forma en que se desvía la culpa y no asumir toda la responsabilidad por los resultados.
• El Bottom-Liner.
Este ejecutivo muy motivado habla de forma rápida y concisa, tiene poca tolerancia para un largo análisis, toma decisiones rápidas en el intestino y quiere resultados ayer. El Bottom-Liner tiene que ser más paciente y tolerante de las personas con estilos diferentes, y aprender a adaptar su estilo a la persona que está tratando.
• El seguro.
|Ejecutivos motivados por la seguridad, se resisten al cambio. Ellos pueden estar cerca de la jubilación, o simplemente no quieren hundir el barco. Generalmente son expertos en mantener la cabeza baja y haciendo tareas previsibles.
• El empujador de sobres.
El empujador del sobre tiene una alta tolerancia al riesgo, a veces demasiado alto. A menudo es un pionero de las nuevas tecnologías, y se siente frustrado cuando los demás no se mueven tan rápido como él. A menudo tiene ideas nuevas y audaces que se adelantan a su tiempo, o por lo menos antes de que la organización está dispuesta a ir. Este ejecutivo es un activo maravilloso para una organización, porque es a menudo una fuente de innovación y una voz refrescante para el cambio. Sin embargo, a veces sus ideas tienen que verse frenadas por la voluntad de la organización para el cambio. Además, es posible que necesite entrenar en centrarse en los detalles y obtener los resultados de hoy, independientemente de lo que será posible mañana.
• El visionario.
El visionario es muy bueno para pintar imágenes inspiradoras de un futuro maravilloso. Por desgracia, muchas veces no es muy bueno en el desarrollo de planes de acción o averiguar cómo específicamente para lograr la visión. El entrenador puede ayudar a lograr un mayor alcance a los visionarios por trabajar con él en el cambio de la visión a las oportunidades y alternativas, y finalmente a un plan con la responsabilidad de hacer que sucedan cosas.
• El General
El general es el comando de la vieja escuela y jefe de control. Él quiere que su pueblo sea leal, y hacer lo que él quiere que hagan, a tiempo, por debajo del presupuesto, y su forma. Este estilo de liderazgo puede ser eficaz, especialmente en las organizaciones que necesitan una dirección clara. Sin embargo, los "soldados" a menudo se quejan de que no se sienten parte de la visión más amplia, y el agotamiento de hacer un proyecto tras otro, la tarea después de la tarea, sin un propósito mayor o misión. También molesta que en una "granja de hongos", donde sólo reciben la información en una necesidad de conocimiento. Por último, los trabajadores más jóvenes no responden bien a la orden y el estilo de control. El entrenador puede ayudar al Directivo General a desarrollar nuevas formas de motivar, implicar y reunir a los equipos para conseguir los mismos resultados.
• El perfeccionista.
El perfeccionista tiene que obtener el 100 cada momento, incluso si las exigencias del trabajo no exigen un puntaje perfecto. A menudo toma decisiones poco a poco, sufren de parálisis por análisis, a la espera para el 100% de información total y completa (que casi nunca existe). El entrenador tiene que trabajar con el perfeccionista que hacer lo que se necesita para el trabajo, para tomar decisiones con información imperfecta, y estar más dispuestos a tomar riesgos sin garantías de éxito.

No mates las arañas y trabaja

Una maestra, recién llegada al pueblo donde estaba impartiendo clases, le preguntó a sus pequeños alumnos que le narraran en que trabajaban sus padres, con el fin de ir conociendo cómo era el medio en que se desenvolvían sus pupilos. Todos fueron contando en que consistían los quehaceres de sus progenitores, pero de ellos quedó intrigada con la respuesta de dos de sus alumnos. Uno le dijo que no sabía en que laboraba su padre, pero que siempre decía que su trabajo era muy sucio y que él tenía que hacerse cargo de las porquerías que arrojaban todos los del pueblo. Y el otro le expresó que su papá tenía un trabajo muy importante, ya que contribuía con la conservación de la naturaleza y evitaba que la gente sufriera de problemas de salud.

Lo que más la intrigó fue que ambos muchachos le comentaron que sus padres laboraban en el mismo lugar. Indagando con sus compañeras de la escuela, descubrió que ambos señores trabajaban para el gobierno municipal recogiendo la basura. Cada uno de ellos percibía su trabajo de acuerdo a la motivación que sentían hacia él.

Identifícate con el trabajo que realices, por más humilde que lo consideres. Es tu carta de presentación personal. Lo que realices y la forma como lo realices, dirá mucho de ti. Por eso, procura dar tu mayor esfuerzo.
Nunca menosprecies el trabajo de los demás, por más insignificante que te parezca. Toda labor es importante. Retomemos el ejemplo de los barrenderos o recolectores de basura. ¿Alguna vez has tenido la oportunidad de apreciar el panorama de una ciudad, cuando sus calles no son barridas o la basura no es recogida periódicamente? Si por casualidad nunca lo has visto, te lo puedo resumir en unas pocas y folclóricas palabras: sencillamente la gente se ahoga en sus porquerías, como bien lo indicó el trabajador negativo. Así que si una función “tan baja” y menospreciada como es la recolección de desechos sólidos resulta tan vital para la sociedad, ¿cómo será de importante el trabajo que realizamos?

Nunca te quejes de tu trabajo. Mi abuelo materno Fermín laboraba realizando los huecos de las letrinas y pozos. Pero no creas que manipulaba un equipo de perforación moderno, pues sus herramientas las constituían la macana, el pico y la pala, pero principalmente sus manos. ¿Te imaginas lo que significa trabajar a varios metros bajo tierra, efectuando tu labor en un espacio reducido cuyo diámetro no va más allá de un metro y medio, incluyendo un calor insoportable y una escasez de aire considerable? Y no recuerdo haber escuchado una sola protesta de boca de mi abuelo sobre su trabajo.
Vanaglóriate del trabajo que tienes y dale siempre gracias a Dios por tenerlo. ¿Cuántos no desearían estar en tu posición? Incluso, por la mitad de tu salario. Dedícate al cien por ciento a él. Y procura que sea de tu agrado. Recuerda que prácticamente pasas la tercera parte de tu vida diaria en el trabajo. Y si no te gusta lo que haces, estás malgastando gran parte de tu valiosa existencia.

Cuando pertenecí al cuerpo de bomberos voluntarios, siempre nos llamaba la atención como Fabián, un bombero remunerado, al realizar las labores de limpieza en la estación, agarraba la escoba y la acercaba a las telarañas de las paredes y con sumo cuidado las movía, provocando que estos insectos huyeran y se escondieran en alguna rendija. Luego, las barría completamente. Un día, un compañero no se pudo aguantar las ganas y le lanzó la pregunta lógica: - “¿Para qué ahuyentas las arañas? No ves que si las matas, no tendrás que volver a barrer las telas que ellas fabrican”. Fabián, muy sonriente, respondió: - “Ya lo sé. Pero si las mato se me acabará el trabajo que tengo que hacer.”

Indudablemente, esto sí era justificar las tareas que se hacen, sin importar cuántas veces debían realizarse. Por eso, haz con esmero todo lo que tienes a tu cargo, ya que tanto tú como tu trabajo son piezas fundamentales dentro de la sociedad.