viernes, 27 de septiembre de 2013

Guía de interrupciones en la oficina y cómo combatirlas

¿Sabías que un trabajador tiene más de 50 interrupciones durante su jornada laboral? Teléfono, juntas, tu jefe, redes y hasta tu mail, afectan tu productividad.
La mayoría de las interrupciones puedes combatirlas, delimita y prioriza.
Por: Alto nivel En promedio, un trabajador de oficina es interrumpido cada ocho minutos, lo que significa más de siete interrupciones en una hora y más de 50interrupciones en toda la jornada laboral (ocho horas), según el portal universia.net. Entonces, ¿qué es lo que sucede con tu lugar de trabajo? ¿las oficinas están aptas para ser productivas o son sinónimo de improductividad? ¿Cómo podemos manejar nuestros tiempos?
De acuerdo con especialistas del ITAM, el tiempo promedio de concentración de un profesionista es de 20 minutos por hora, lo que indica que el trabajador es productivo menos del 50% de su jornada laboral. Estudios en España aseguran que no más del 5% de la nómina de tu empresa es productiva y una de las causas son las interrupciones. 
Existen dos tipos de interrupciones. Las necesarias, que son aquellas que ocurren por necesidad, urgencia, toma de decisiones consultas, rendimiento yproductividad tienen que hacerse.
Y las innecesarias: aquellas que se realizan por necesidades de distracción y que pueden ser evitadas – platicar con los amigos, fumar, desayunar en horas de oficina, la máquina dispensadora, el café, tu jefe y las juntas, entre otras-.

Sin embargo, todas ellas forman parte de nuestra rutina. Alberto Pena, experto en temas de Productividad y Gestión del tiempo, asegura que existen “6 ladrones del tiempo”
1. Las interrupciones
Aquellas que son continuas y aquellas ocasionales. En esta lista puedes encontrar desde tomar un café hasta la junta del lunes por la mañana.
¿Cómo combatirla? 
En su estudio, el experto recomienda un plan de interrupciones. Haz una lista de las 15 más comunes y califícalas del 1 al 10 según su importancia y frecuencia, esto te ayudará a saber cuáles son las más peligrosas y cuáles debes combatir. En esta lista suelen estar: 
• Nuevas tareas
• Música en el ordenador
• Sueño
• Cansancio
• Hambre
• Salir a fumar
• Salir a caminar
• Platicar con el amigo
• Llamadas telefónicas.
• Teléfono celular
• Las llamadas de tu jefe
Evita ser una víctima, sabes cuáles son las interrupciones que puedes evitar y qué es lo que tienes que hacer y aquellas que no puedes hacer nada al respecto. Por ejemplo: Si el sueño te invade, sabes que debes generar una rutina más estructurada para poder dormir más tiempo, o en su defecto, tomar vitaminas por si esto del cansancio puede llegar a ser físico. 

2. La improvisación
Por más planificado que seas siempre llagará a haber tareas improvisadas, sin embargo, ¡cuidado! Si la improvisación es parte de tu rutina, ésta es una gran ladrona de nuestro tiempo. 
¿Cómo combatirla?
Contesta y resuelve las siguientes preguntas: 
¿Qué es realmente lo que tengo qué hacer?
¿Qué hay detrás de la tarea que estoy a punto de iniciar?
¿Qué voy a conseguir completándola?
¿Qué es lo que pide de mi?
El siguiente paso es planificarlas, evita que sean un sorpresa para tu día a día, haz un mapa mental o estructura tu día, esto te ayudara a ser selectivo en las prioridades y a terminar todos tus pendientes. 

3. Reuniones improductivas y jefes
Al respecto, Jason Fried, coautor de Getting Real, Rework  y Remote, asegura que estas son las M&M de las interrupciones (managers and meetings). “Estas son las peores, peor que fumar, que tomar un café, que ir al baño o que salir a caminar, ¿cuántas veces no llega tu jefe a preguntarte cómo va todo? ¿cuántas veces asistimos a juntas aburridas e improductivas. Empresarios, esto es lo que hay que cambiar”, comentó durante su participación en TEDxMidwest. 
Estas interrupciones se dan por los siguientes factores: 
a) Material y contenidos no preparados
b) Objetivos mal definidos
c) Roles de los asistentes mal definidos
d) Duración excesiva
e) No se traducen en acciones
¿Cómo combatirlo?
Lo que deben de definir los líderes y jefes de las empresas es si son necesarias las juntas, cuánto tiempo deben de durar y marcar la dinámica para que éstas sean eficientes, cortas y productivas. 
Asimismo, la retroalimentación con sus colaboradores debe realizarse de manera periódica y asertiva, hay que evitar distraer o asfixiar a nuestro equipo de trabajo, recuerda que no es necesario hablar con ellos diez veces para saber qué necesitan o si están bien los objetivos, cuida que tu retroalimentación sea espaciada y efectiva. 

4. Internet
Sabemos que es una herramienta necesaria para hacer más eficiente cualquier trabajo, sin embargo, te has preguntado cuántas veces entramos a páginas o buscamos información innecesaria. Los expertos en consultoría aseguran que prohibir o limitar con candados en los ordenadores no es una buena opción, pues daña la motivación, el ambiente laboral y la productividad. Por lo tanto, el control de lo que vemos o no, es sólo nuestro. 
¿Cómo combatirlo?
• Destina un tiempo para leer noticias, blogs y páginas de entretenimiento. 
• Delimita un tiempo máximo para hacerlo. 
• Evita notificaciones y avisos. Puedes iniciar y cerrar sesión de chats (innecesarios), redes sociales, correos personales y otros servicios. 

5. Teléfono
El teléfono móvil es un gran aliado para mantenernos comunicados, sin embargo, también hay que saber priorizar las llamadas y saber controlarla (tiempo). 
¿Cómo combatirlo?
• Prioriza llamadas importantes y aquellas que puedan esperar. 
• Delimita tus tiempos de llamada, evita conversaciones largas. 
• Sé directo y preciso. 
• Aprende a no contestar si no es necesario. 
• ¡Apaga tu  celular! Existen momentos de la jornada laboral donde no debe de haber interrupciones. Evita contestar llamadas en la oficina o en el móvil. 
• Utiliza el buzón de voz. 

6. Mails y Redes Sociales
Esta herramienta nos mantiene comunicados en la empresa, pero ¿realmente la sabes utilizar? Existen reglas para el uso de correos electrónicos y redes sociales, estúdialas y verifica si el uso que le das eficiente o no. 
¿Cómo combatirlo?
a) ¿Qué sucede cuando te llegan 200 mails al día? ¿Cómo evitar contestar? Existen alarmas de urgencia en los correos, si no las tienen, es porque pueden esperar, este es el primer punto que puedes atender. 
b) Delimita tus tiempos para checarlo. Es necesario estar atento a las notificaciones de correo, sin embargo, también sabes que puedes destinar tiempos para hacerlos, tómate cinco minutos por hora, esto te ayudará a ser más eficiente en tus tareas y pendientes. 
c) Cuando se trata de Redes Sociales, ya sea Twitter, Facebook, YouTube, LinkedIn u otros, debes ser muy inteligente si es que tu prioridad es se productivo. En este punto, las empresas y líderes deben poner atención en reglamentos internos, no que prohíban su uso, sino que inciten el uso responsable de éstas. 
¿Cuáles son las interrupciones que afectan tu día? ¡Cuéntanos cómo las evitas!

La verdad acerca de los príncipes

Todas hemos soñado con un príncipe azul. En un momento creímos conocerlo y le entregamos nuestro corazón…

Pero suele ocurrir, que ese primer príncipe soñado es una ilusión, un espejismo incapaz de vernos de la misma manera, como las princesas de sus vidas con las que permanecer toda la vida.

Caemos, nos engañan y también nos auto-engañamos; nos ilusionamos y nos desilusionan…

Pero como mujeres aprendemos de la experiencia, crecemos, maduramos y comenzamos a tomar mejores decisiones que nos ayudarán a encontrar un amor que nos merezca.

Tarde o temprano entendemos que nuestra única herramienta innata de supervivencia es la sensación de alerta que surge desde las entrañas…

Todas contamos con un gran repertorio de hombres que consideramos como candidatos a corto o largo plazo, hombres que se han cruzado por nuestras vidas, para enseñarnos a ser mejores mujeres…
Unos lograron con delicadeza, amor y mucha paciencia hacernos ver que el amor cuando es verdadero es tranquilo, confiable y agradable.

Otros lograron con su adrenalina despertar nuestro lado aventurero, osado y atrevido en que nos fue preciso admitir lo valeroso que es poder ser mujer y contar con tantos matices y facetas para vivir cosas diferentes.

Otros nos enseñaron que la amistad es la mejor manera de construir una relación y que la confianza se gana con el tiempo.

Y otros escasos pero determinantes, nos enseñaron quizá la lección más importante de todas… a valorarnos a nosotras mismas.

Desgraciadamente estos últimos guardan un color oscuro en nuestros recuerdos porque esa lección esencial sólo la aprendimos después de uno de los daños mortales que nos hicieron, usualmente un engaño, una humillación, una desilusión.

Nos dejamos llevar por nuestros príncipes soñados.
El problema de estos hombres es que no muestran señas de malicia, es más son los que más se asemejan a los príncipescon los que tanto soñamos en lo profundo del subconsciente, son encantadores. Tienen cara de ángel y unas tácticas diplomáticas inigualables, porque sobretodo son muy decentes con su manera de proponer situaciones, que se adapten a su propia comodidad. Son los que mucho besan y poco hablan, nos convencen de vivir el presente sin consecuencia y a caer tranquilamente en redes de cristal, pues confundimos sus intenciones turbias por sinceridad.

Las noches con ellos son un sueño y las noches sin ellos un desvelo en que les dedicamos horas y horas de protagonismo en nuestros pensamientos, son quienes de a pocos nos ayudan a sutilmente alejarnos de nosotras mismas y nuestras metas, porque son la idea física de uno de nuestros sueños: encontrar a un hombre hermoso que nos quite el aliento.
En nuestra mente les convertimos en príncipes de nuestras vidas.

El enamoramiento es sencillo, como son tipos de pocas palabras nos enseñan a conformarnos con el hecho de compartir con ellos el tiempo que les sobra y no cuestionar nada más. Sin embargo, en un punto del sentir y con tantas horas de sueño perdidas pensando en ellos, notamos como velozmente nuestros sentimientos tranquilos se tornan en una oleada picada de emociones profundas, de imágenes de viajes con ellos, sus padres, sus amigos, el vestido y nuestros hijos. Para ese entonces ellos permanecen en el mismo nivel emocional inicial, tranquilos y sobretodo muy seguros de su posición y de no tener que esforzarse más.

Los príncipes azules no existen más que en nuestra cabeza. En la medida en que comenzamos a cuestionar su interés, no por inseguridad sino porque sentimos una desproporción afectiva en que estamos dando más y a cambio recibimos las mismas respuestas vagas y sonrisas siniestras, el silencio nos comienza a redirigir a nuestra voz interior. omenzamos a sentir una piedra en el camino ya sea de su pasado o presente que nos impide que él esté a nuestro nivel de entrega. Es una fuerza inexplicable que nace de nuestras entrañas, esa misma que nos alerta cuando algo no anda bien, de cuando a nuestros hijos les ha pasado algo y cuando un hombre nos está engañando.

Al final, es mejor encontrar un buen hombre que un príncipe azul.
El conflicto comienza a regir nuestra relación mal correspondida y finalmente poseídas por la dignidad que surgió por tanta falta de tranquilidad y lágrimas sin sentido, los dejamos ir, para que sigan resolviendo sus vidas, sin herirnos más en el camino. Entonces comprobamos las sospechas, muchas veces por casualidad, sin quererlo y porque el universo quería contribuir a nuestra clausura y a seguir con nuestras vidas para encontrar a un hombre mejor.

Nos cuesta un tiempo perdonarnos porque después de tantas noches de habernos echado la culpa, quitamos validez a nuestra intuición que era quien sabía lo que verdaderamente estaba sucediendo. Lo cierto es que debemos tener claro que habernos entregado al hombre equivocado no es una pérdida, que no somos menos mujeres por no haber podido anticipar un engaño y tampoco somos locas por amar como si nunca nos hubieran herido.

Sencillamente hay hombres que pasan por nuestras vidas, camuflados, por desgracia para hacernos daño, pero sólo para recordarnos que somos demasiado valiosas para invertir tiempo y desvelos en los que no están listos para amar de vuelta. Y para las que no sepan diferenciar, recuerden que cuando el amor es verdadero la duda cesa de existir.

Después de todo, y de cada historia dolorosa, tenemos dos certezas: que somos cada vez más fuertes y que después de haberlo entregado todo, a nosotras no nos quedó ningún arrepentimiento.

La verdad acerca de los príncipes

Todas hemos soñado con un príncipe azul. En un momento creímos conocerlo y le entregamos nuestro corazón…

Pero suele ocurrir, que ese primer príncipe soñado es una ilusión, un espejismo incapaz de vernos de la misma manera, como las princesas de sus vidas con las que permanecer toda la vida.

Caemos, nos engañan y también nos auto-engañamos; nos ilusionamos y nos desilusionan…

Pero como mujeres aprendemos de la experiencia, crecemos, maduramos y comenzamos a tomar mejores decisiones que nos ayudarán a encontrar un amor que nos merezca.

Tarde o temprano entendemos que nuestra única herramienta innata de supervivencia es la sensación de alerta que surge desde las entrañas…

Todas contamos con un gran repertorio de hombres que consideramos como candidatos a corto o largo plazo, hombres que se han cruzado por nuestras vidas, para enseñarnos a ser mejores mujeres…
Unos lograron con delicadeza, amor y mucha paciencia hacernos ver que el amor cuando es verdadero es tranquilo, confiable y agradable.

Otros lograron con su adrenalina despertar nuestro lado aventurero, osado y atrevido en que nos fue preciso admitir lo valeroso que es poder ser mujer y contar con tantos matices y facetas para vivir cosas diferentes.

Otros nos enseñaron que la amistad es la mejor manera de construir una relación y que la confianza se gana con el tiempo.

Y otros escasos pero determinantes, nos enseñaron quizá la lección más importante de todas… a valorarnos a nosotras mismas.

Desgraciadamente estos últimos guardan un color oscuro en nuestros recuerdos porque esa lección esencial sólo la aprendimos después de uno de los daños mortales que nos hicieron, usualmente un engaño, una humillación, una desilusión.

Nos dejamos llevar por nuestros príncipes soñados.
El problema de estos hombres es que no muestran señas de malicia, es más son los que más se asemejan a los príncipescon los que tanto soñamos en lo profundo del subconsciente, son encantadores. Tienen cara de ángel y unas tácticas diplomáticas inigualables, porque sobretodo son muy decentes con su manera de proponer situaciones, que se adapten a su propia comodidad. Son los que mucho besan y poco hablan, nos convencen de vivir el presente sin consecuencia y a caer tranquilamente en redes de cristal, pues confundimos sus intenciones turbias por sinceridad.

Las noches con ellos son un sueño y las noches sin ellos un desvelo en que les dedicamos horas y horas de protagonismo en nuestros pensamientos, son quienes de a pocos nos ayudan a sutilmente alejarnos de nosotras mismas y nuestras metas, porque son la idea física de uno de nuestros sueños: encontrar a un hombre hermoso que nos quite el aliento.
En nuestra mente les convertimos en príncipes de nuestras vidas.

El enamoramiento es sencillo, como son tipos de pocas palabras nos enseñan a conformarnos con el hecho de compartir con ellos el tiempo que les sobra y no cuestionar nada más. Sin embargo, en un punto del sentir y con tantas horas de sueño perdidas pensando en ellos, notamos como velozmente nuestros sentimientos tranquilos se tornan en una oleada picada de emociones profundas, de imágenes de viajes con ellos, sus padres, sus amigos, el vestido y nuestros hijos. Para ese entonces ellos permanecen en el mismo nivel emocional inicial, tranquilos y sobretodo muy seguros de su posición y de no tener que esforzarse más.

Los príncipes azules no existen más que en nuestra cabeza. En la medida en que comenzamos a cuestionar su interés, no por inseguridad sino porque sentimos una desproporción afectiva en que estamos dando más y a cambio recibimos las mismas respuestas vagas y sonrisas siniestras, el silencio nos comienza a redirigir a nuestra voz interior. omenzamos a sentir una piedra en el camino ya sea de su pasado o presente que nos impide que él esté a nuestro nivel de entrega. Es una fuerza inexplicable que nace de nuestras entrañas, esa misma que nos alerta cuando algo no anda bien, de cuando a nuestros hijos les ha pasado algo y cuando un hombre nos está engañando.

Al final, es mejor encontrar un buen hombre que un príncipe azul.
El conflicto comienza a regir nuestra relación mal correspondida y finalmente poseídas por la dignidad que surgió por tanta falta de tranquilidad y lágrimas sin sentido, los dejamos ir, para que sigan resolviendo sus vidas, sin herirnos más en el camino. Entonces comprobamos las sospechas, muchas veces por casualidad, sin quererlo y porque el universo quería contribuir a nuestra clausura y a seguir con nuestras vidas para encontrar a un hombre mejor.

Nos cuesta un tiempo perdonarnos porque después de tantas noches de habernos echado la culpa, quitamos validez a nuestra intuición que era quien sabía lo que verdaderamente estaba sucediendo. Lo cierto es que debemos tener claro que habernos entregado al hombre equivocado no es una pérdida, que no somos menos mujeres por no haber podido anticipar un engaño y tampoco somos locas por amar como si nunca nos hubieran herido.

Sencillamente hay hombres que pasan por nuestras vidas, camuflados, por desgracia para hacernos daño, pero sólo para recordarnos que somos demasiado valiosas para invertir tiempo y desvelos en los que no están listos para amar de vuelta. Y para las que no sepan diferenciar, recuerden que cuando el amor es verdadero la duda cesa de existir.

Después de todo, y de cada historia dolorosa, tenemos dos certezas: que somos cada vez más fuertes y que después de haberlo entregado todo, a nosotras no nos quedó ningún arrepentimiento.

jueves, 26 de septiembre de 2013

EXCUSA RAZONABLE

La excusa usualmente será razonable para la persona que la produce en cuanto a que justifica en su pensamiento las ideas que emite. Las excusas son uno de los principales condicionantes LIMITANTES del comportamiento humano, porque inhiben el proceso de desarrollo.
Las excusas aparte de paralizar, de no dejar mover a las personas luego de tener una idea, un propósito, una motivación por algo que los llevará a situaciones mejores, tienen la “explicación perfecta” que justifica por qué es mejor no hacer lo que se tenía planeado, racionalizando así una conducta nociva para no sentirse culpable por no hacer algo que se sabe, debía realizarse.
La excusa tiene la “explicación perfecta” que permite que cierto tipo de vicios en el comportamiento permanezcan pues racionaliza con explicaciones de peso algo que no tiene explicación. Así por ejemplo alguien deja de hacer algo por pereza (terrible y mortal vicio) pero difícilmente quien cohabita con la pereza reconocerá que es un perezoso y que le ha dado paso a la holgazanería, sino que con un discurso estructurado y hasta de peso para los oídos de quien lo dice, explicará las razones que le impidieron hacer aquello que supuestamente quería realizar, pero jamás definirá eso como pereza.
De esta manera supuestamente “calma” esa voz interna que sabe las razones ciertas que lo limitaron y condicionaron. Es una especie de autoengaño vil y obstructivo que no percibe o no quiere reconocer quien lamentablemente ha permitido las excusas como algo normal en su estilo de vida. Así se ha liberado de reconocer un conducta nociva que lo está destruyendo, en este caso no reconocerá que aquello que lo detiene es su conducta proveniente de su ser perezoso y holgazán.
Las conductas viciosas como la pereza, la holgazanería, dejar para después, tienen como principal aliado al “huésped”, a la persona que las permite, que les ha dado permiso de anidar en su ser, sin notar, sin percibir que eso será una de sus más grandes frustraciones pues el hecho de no querer reconocer, de aceptar esa conducta destructiva no le permitirá comprender porqué muchas de las realizaciones que anhelan en su vida no se dan ni se darán.
Conversar con una persona en estas circunstancias parece un caso perdido dado que siempre tendrán una “EXPLICACIÓN” que justifica por qué pasa lo que pasa y así simplemente defenderán su posición lo que les llevará a petrificarse, paralizarse en su condición que tenderá a agravarse con el tiempo. Agravarse en el sentido que a la única parte que esta conducta llevará a esta persona es a la frustración.
Es interesante observar cómo se comporta quien permitió que la excusa anidase en su manera de actuar pues son personas que al parecer saben lo que quieren, pero tiene la o las excusas perfectas, razonables que ·”explican” por qué eso que desean no puede hacerse, lo que los puede llevar a sufrir internamente. No notan que lo que están haciendo es defender un estilo de vida pobre, perezoso y tendencioso a no hacer nada.
Mientras tengan cómo mantener su estilo de vida, siempre seguirán justificándose (excusándose) para no hacer. Es posible que sólo se muevan cuando la situación lamentablemente los lleve a eso.
Superar esta situación o no caer en ella (nadie está exento de verse envuelto en estas situaciones) supone gran madurez, perspicacia en su nivel de pensamiento, para poder identificar estas oscuras conductas que inutilizan la grandeza que hay en cualquier ser humano.
¿Por qué si siendo tan nocivas las excusas son tan populares, tan permitidas?
Básicamente porque cuando esto viene de adentro de nosotros mismos lo consideramos como normal. Rara vez identificamos un pensamiento negativo si es producto de nuestro propio razonamiento. Se identifica un pensamiento negativo básicamente cuando es fuerte y van contra “nuestros” principios, o las realidades latentes que confrontan la conducta, aunque lamentablemente se da que se arreglan los principios a cada quien, lo que permite el actuar tranquilamente independientemente de lo cuestionable de lo que puedan ser los PRINCIPIOS ACOMODADOS a las necesidades particulares de cada quien.
Cuando comenzamos a falsear las razones por las cuales no hicimos algo para salir bien librados de una situación en lugar de asumir responsabilidades a pesar de lo que ello implique es el inicio de una conducta paralizante que he denominado LA EXCUSA RAZONABLE.
Las mentes ociosas son malas consejeras”, mentes sin nada que hacer, sin ocupaciones (así tengan mucha información) vacías de contenido “sustancial” pueden llevar y de hecho llevan a perderse a una persona. Educar al pensamiento con información sana que dilucide el criterio es una de las maneras para comenzar a identificar este tipo de comportamientos nocivos. También es de imperiosa necesidad “observar” los pensamientos, sometiéndolos a riguroso análisis para que no se pierda en el fanatismo de las ideas fantasiosas, o que patrocinen y secunden ideas maliciosas inclinadas a la excusa. Otra manera seguida de la anterior es definir un norte hacia donde ir y la otra Y FUNDAMENTAL es moverse hacia allá, lanzándose a la acción, no haciendo oídos a esas voces que nos explican claramente las razones de peso (justificación) para no hacer aquello sabemos debemos hacer (EXCUSA RAZONABLE).

La importancia de saber recibir apoyo

Muchas veces, cuando más ayuda necesitamos, cuando más sufrimos y peor nos va, más rechazamos la ayuda que nos brindan.

Recibir ayuda no nos hace débiles, si lo recibimos bien puede hacernos más fuertes y hablar bien de nosotras.

Debemos aprender a ser independientes, pero también a saber recibir una mano amiga.
Los seres humanos fuimos educados en un contexto de independencia falso; en el que nos enseñaron que siempre debemos hacer las cosas “solos y bien”. Y en el intento de cumplir con la premisa nos embarcamos en una ruta de esfuerzos y fracasos; de ensayo y errores, creyendo que la única forma posible de avanzar y aprender es a través de los golpes de la vida. Dicen que vivir es como estar en la escuela, que vinimos a aprender lecciones pendientes, y que los momentos de alegría y esparcimiento son nuestros recreos. Será tal vez por eso que algunos dicen “la felicidad es un ratico”.

Sin embargo dada la evolución alcanzada, los cambios tecnológicos, y los descubrimientos que se revelaron ante nuestros ojos, seguir sosteniendo como una única posibilidad de aprendizaje el sufrimiento es obsoleto.

Me arriesgo a decir que no sólo del miedo aprendemos o de las malas experiencias, o de los errores, también podemos aprender del amor, de todo aquello que nos sale con éxito, de los sueños, de nuestra voluntad, de la capacidad de escuchar, de dar y de recibir.

Y el verbo “recibir”  es uno de los verbos menos actuado en la sociedad de nuestros tiempos. Ha merecido mala prensa. Es mejor “dar” que “recibir”, e incluso “dar sin esperar recibir” es un punto extra que se suma en nuestros currículos de buenas personas. Dar, dar, dar; como dijo la Madre Teresa: “Hasta que duela” pero sospecho que en nuestro entorno social, ha sido malinterpretado.

Dar también implica recibir; dar es estar en actitud de apertura, recibiendo del universo su caudal de información, energía, y amor. Es estar atento a lo que ocurre fuera y dentro de nosotros mismos.

¿Por qué crees que no mereces recibir? Esta tendencia al auto-boicot; a desmerecernos, la arrastramos a todos los ámbitos de nuestras vidas. Cómo he dicho en varias oportunidades lo que sentimos lo expresamos en las acciones cotidianas, en nuestra peculiar forma de relacionarnos.

A veces subsumidas en situaciones de estrés, de ansiedad, de peligro incluso, nos alejamos de la mano amiga, benefactora, contributiva, porque hay una voz interior que nos recuerda que “no somos lo suficiente para merecer ese respeto, ese cariño, esas oportunidades”. Nos cerramos a las posibilidades de avanzar, y crecer, por estar mirando atrás, y autocastigándonos.

Saber recibir apoyo no nos hace débiles, por el contrario, nos glorifica; nos hace más humanas, porque nos sitúa en un plano en el que captamos la finitud de nuestros actos; y la incapacidad para con algunas cosas, en la que podemos decir sin temor “con esto sola yo no puedo” y no perdemos glamour, ni estilo; por el contrario ganamos la confía de ser quienes somos.
Tenemos la capacidad de transformar nuestra realidad, depende de nosotras elegir soportar todo el dolor, solas y en silencio, o compartirlo con quienes nos ofrecen su ayuda.

Yo elijo tu mano, y te pido que no me sueltes; en la sonrisa cómplice de mi amiga, también está Dios.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Salir a sorprenderse

Leonardo da Vinci gustaba pasar días enteros en los jardines y bosques vecinos, observando la renaciente vida de las plantas. A veces, dibujaba una flor o un árbol, esforzándose por aprehender -como en un retrato- el parecido vivo, ese carácter único de una creación que jamás se repite en otra.

Explicaba a sus amigos y aprendices la forma de reconocer la edad de un árbol contando el número de capas de su tronco y cómo cada una de esas capas determina el grado de humedad de la época correspondiente... y en que dirección crecen las ramas... y cómo las capas que dan al norte son más espesas y las que dan al sur más jugosas.

Describía la fuerza reparadora de la vida con un ejemplo práctico: si se corta una rama o se arranca la corteza, se hace fluir más savia hacia el sitio dañado que hacia cualquier otro sitio, de manera que la corteza se hace más áspera en la llaga curada.

Leonardo hablaba y definía los delicados detalles de la naturaleza con impasible precisión, como si se tratase de algo mecánico: "el ángulo de la rama y el tronco es tanto más agudo cuanto la rama es más joven y delgada". Aplicaba leyes matemáticas al análisis de la disposición de las ramas y líneas de la corteza. Sin embargo, bajo la impasible y aparente frialdad de sus explicaciones, sus seguidores adivinaban su inmenso amor por todo lo que vive; por la nueva hoja fresca (que la naturaleza protege, impidiéndole estar bajo una hoja más grande, para que reciba la luz y para que nada retenga la gota de agua que escurre hacia ella)...

A veces, en las profundidades del bosque, se paraba a contemplar largo rato, sonriendo, cómo un tallito verde iba abriéndose paso a través de las hojas secas, o como una abeja, todavía débil por el sueño de invierno, se deslizaba trabajosamente por una flor todavía cerrada.

Todo era vida para él. El universo y el hombre, que venía a ser un pequeño universo. En una gota de agua veía la imagen de la esfera líquida que rodea la tierra. Estudiaba las cascadas y los remolinos y los solía comparar a la ondulación de los bucles de una mujer. Leonardo se sentía atraído por esas analogías misteriosas, por esas correspondencias entre los fenómenos de la naturaleza que hacían pensar en la eternidad, y en un instante, todo a la vez.

Por momentos, le parecía aproximarse a una grande y nueva región de la ciencia que acaso no fuese revelada sino en siglos futuros. A propósito de esto, escribe en su diario "no comprendo cómo la razón humana podrá explicar este fenómeno. El mundo está lleno de posibilidades que todavía no han sido realizadas".

El artista y genio no dejaba de sorprender a sus amigos, día tras día. Una mañana mientras caminaban, un Fray amigo reprochó al Maestro no redactar e imprimir sus pensamientos. El mismo fraile se ofreció a buscarle el mejor editor, pero Leonardo se negaba obstinadamente.

Mientras vivió, Da Vinci no quiso que se publicara nada suyo, a pesar de que escribía sus notas como si las dedicara a posibles lectores. Al final de uno de sus diarios puede leerse "no me lo censures, lector, porque los temas son innumerables y mi memoria no podría ordenarlos. Mis palabras, como la creación, se presentan de una manera caprichosa y discontinua".

Una vez, queriendo representar la evolución del espíritu humano, dibujó una hilera de cubos. El primero, al caer, tiraba al segundo, el segundo tiraba al tercero y así sucesivamente. Debajo escribió "uno arrastra al otro". Leonardo quería simbolizar con ello las generaciones y los conocimientos humanos. Tenía fe en que llegaría un tiempo en que los hombres comprenderían sus argumentos...
"Leonardo era como un hombre que se despierta temprano,
cuando todavía no ha amanecido y todo el mundo duerme.
Escribía para el porvenir, para algún remoto espíritu gemelo.
Labraba el surco en la tierra donde habría de fructificar la semilla"

8 PASOS PARA LOGRAR EMPLEADOS LEALES

Un clima de reconocimiento e incentivos adecuados motivará el compromiso de tu plantilla laboral; aunque el dinero es importante, importa también ‘vida’ que les ofrezcas en su trabajo diario.
 Las nuevas generaciones de profesionistas que están llegando al mercado laboral miden su permanencia y lealtad a las organizaciones en función a laproyección que les proporcionen y a su cotización en el mercado, aseguran especialistas.
"Los contratos actuales para los jóvenes profesionales (entre 20 y 28 años) deben diferir sustancialmente de los hechos a sus predecesores. ¿Dónde se encuentran las diferencias? En primer lugar, en el peso de la lealtad a la empresa o la marca", afirmó en entrevista el director general de la oficina en México de IE Business School, Álvaro Sánchez.
"El empleado del siglo XX era fiel a la empresa, entendía que ésta le proporcionaba un trabajo seguro y que debía hacer una inversión a largo plazo para ganarse su puesto con carácter indefinido. Esta expectativa encaja bien con modelos de organización jerárquicos", comentó Sánchez.
Sin embargo, alertó a las empresas de que el concepto de carrera actual es mucho menos cuantitativo y más cualitativo.
"El joven no entiende de horizontes temporales amplios, y no está dispuesto a invertir en un recorrido que intuye poco seguro. Las empresas se vuelven más horizontales y el empleado entiende por hacer carrera el haber participado en proyectos sucesivos, que aumentan su empleabilidad y valor de mercado", aseguró el directivo de la oficina de representación en México, para el campus de Madrid, España.
Así lo ve también José Antonio Aguilar, ingeniero en computación y consultor en tecnología, quien labora para una firma únicamente conformada por él y su jefe, y trabajan por proyecto o por contrato, en el desarrollo de sistemas de control y de cómputo para varias empresas.
A este joven no lo atan los horarios rígidos de mínimo ocho horas ni calendarios. Se desempeña en los corporativos u oficinas, donde los contratan e incluso puede llevarse el trabajo a casa. En ocasiones puede trabajar jornadas de 16 horas y en otras sólo de dos, según sea el caso. "Esto me ha dado movilidad para emprender proyectos en paralelo".
Ejemplificó a su vez que "mientras muchos empleados tradicionales toman sus días de descanso obligatorios como días festivos y hacen puentes y las empresas que nos contratan utilizan esos días para proveerles de nuestros servicios".
Trabajar por proyecto le significa en ocasiones tener ingresos económicos fuertes, lo equivalente a seis meses de su trabajo en promedio y en ocasiones no tenerlos, por ello su organización económica debe ser mayor.
Pese a ello, no le gustaría estar en un sistema tradicional o de nómina porque no le encuentra ventajas atractivas.
"Tengo muchos conocidos que laboran en ese esquema de sueldo fijo y seguro pero no les aporta una ventaja significativa tanto en ingresos como en experiencia", resaltó Aguilar.
"Las empresas deben tener una estructura real y tener proyectos interesantes (...) y que la misión de la empresa sea similar a la del empleado y sea lo que él busca. Es una negociación ganar-ganar con garantía de crecimiento conjunto con base en el trabajo", sostuvo la consultora independiente, especialista en psicología del trabajo y recursos humanos, Jessica García.
"Este nuevo tipo de profesionales reacciona con pasividad a los incentivos empresariales tradicionales como por ejemplo bonos de puntualidad, horas extray al contrario, exige condiciones imposibles de satisfacer desde los modelos de gestión actuales", dijo Sánchez.
Para ello, el especialista empresarial indicó que actualmente, las organizaciones tienen que "mantener incentivadas y motivadas a las personas ‘clave', pues son en las que recae la creatividad y liderazgo para que haya un entendimiento profundo que sea rentable y que llene su autoestima, no sólo ganar dinero sino que sepas que contribuyes con los objetivos de la empresa".
La psicóloga y especialista en recursos humanos sugirió a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) a "romper esquemas cuadrados de organización y de trabajo que arrastran las empresas grandes y de muchos años y a optimizar tiempos para no obligar al empleado con talento a cumplir ocho o 10 horas diarias sino que se trabaje en cuanto a eficiencia y proyectos a realizar".
Para retener a esos "talentos clave", es necesario implementar como práctica cotidiana e institucional por lo menos cinco de los ocho pasos:
1. Hacer partícipes a aquellos talentos de los resultados positivos de la organización de manera tangible
2. Tener una comunicación efectiva de manera más horizontal.
3. Comprometerlos y gratificarlos al reconocer su esfuerzo y resultados.
4. Tomarlos en cuenta en toma de decisiones, proyectos y fijación de objetivos y estrategias.
5. Asignarles sueldos verdaderamente competitivos.
6. Romper en lo posible viejos "esquemas" laborales como horarios de entrada rígidos con sanciones.
7. Romper con horarios rígidos y sanciones.
8. Garantizar crecimiento profesional con base en méritos laborales definidos. 

Nunca es tarde para cambiar a mejor

A lo largo de la vida tomamos muchas decisiones que condicionan nuestra vida.
Pero siempre podemos cambiar lo que no nos gusta, especialmente de nosotras mismas.
Cada día podemos realizar cambios, forjar nuestro destino, empezar de nuevo y luchar por lo que queremos.
Nunca es demasiado tarde para hacer que nuestra vida sea diferente, no hay limites para ti, debes creer y llegar hasta donde tú quieras, eres dueña de tu tiempo y tu corazón.
Cambia todo lo que no te gusta, no respetes tanto las reglas de la vida, eso te limita y no te deja ser libre. Ve por donde quieras ir, siempre viaja ligera de equipaje dispuesta a cambiar tu vida, con todas las ganas de vivir la vida en plenitud. Que no te importe los “qué dirán” porque de todos modos siempre hablarán hagas lo que hagas.
SACA TODO LO POSITIVO QUE HAY DENTRO DE TI.
 Saca esa mujer valiente y llena de energía que se puede comer el mundo así lo desea.
Sorprende a la gente haciendo cosas grandes, que si hablan de ti lo hagan con admiración, con un poco de envidia. Respira y siente como fluye dentro de ti la vida, como las cosas bellas que están afuera te estén esperando. Sólo falta que te decidas a hacer las cosas diferente.
  • ¿Ya sufriste? ¿Ya lloraste?
    ¿Ya se te secó la vida esperando a quien nunca llegó?
    - ¡BASTA!
Hoy renace como una nueva mujer, resplandeciente, con ganas de vivir, de amar y perdonar; porque la vida no vale la pena si se pasa arrastrando pesadas cadenas, nadie vale tanto la pena.
Hoy mírate en el espejo y convéncete de que por fin el día ha llegado en el que debes renacer de las cenizas. Decídete a vivir la vida como la que tú soñaste, como la mujer valerosa que eres.
Date permiso para sentir lo que nunca te has atrevido, espero que se crucen en tu vida muchas personas nuevas, con nuevos aires que reemplacen todo lo que te asfixiada ahora. Vive orgullosa de ti, ten la fuerzas de decir NO a lo que te hace mal para dar paso a una nueva vida. Sólo tú puedes hacer que tu vida sea maravillosa, eres una hermosa criatura que merece amor.
Siempre hay alguien que sabe valorar lo que es una gran mujer, ¡qué importan los años que tenemos! La vida es una sola y hay que vivirla de la mejor manera posible.
Ten siempre la fortaleza de empezar cada día con la esperanza que puede ser tu gran día…