Julian Robertson: No hables del negocio.
Fundador de Tiger Management
El mejor consejo que me han dado vino de mi hermana Wyndhan (quien después se volvió asistente administrativa de edición en Fortune). Me llamó una noche después de una fiesta en los sesenta y me dijo: "Te estás volviendo una monserga laboral, a nadie le interesa hablar toda la noche de tus acciones, deja de hacerlo".
Después de intentar de refutar sus comentarios, me di cuenta de que tenía razón, así que dejé de hacerlo y encontré otros temas de conversación.
Así, la gente comenzó a interesarse más en cualquier cosa que yo tuviera que decir. Cuando empezó mi correduría eso me ayudó para hacer más clientes. Lo mismo pasa con un padre y sus hijos; si das un consejo, no es tan bien recibido como cuando lo piden.
El mejor consejo que me han dado vino de mi hermana Wyndhan (quien después se volvió asistente administrativa de edición en Fortune). Me llamó una noche después de una fiesta en los sesenta y me dijo: "Te estás volviendo una monserga laboral, a nadie le interesa hablar toda la noche de tus acciones, deja de hacerlo".
Después de intentar de refutar sus comentarios, me di cuenta de que tenía razón, así que dejé de hacerlo y encontré otros temas de conversación.
Así, la gente comenzó a interesarse más en cualquier cosa que yo tuviera que decir. Cuando empezó mi correduría eso me ayudó para hacer más clientes. Lo mismo pasa con un padre y sus hijos; si das un consejo, no es tan bien recibido como cuando lo piden.
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