martes, 15 de octubre de 2013

El mayor obstáculo para emprender se llama como tú

“¿Se llama cómo yo?”, podrías estar pensando…Sí, sí, el mayor obstáculo lleva tu nombre.
Hace unos días una clienta me decía, “Ay Sara no lo entiendo, tengo toda la estrategia y los recursos para emprender, para poner en marcha mi proyecto y sin embargo no sé cuál es el obstáculo que aún me frena…” Después de un rato de preguntas y conversación que le hicieron buscar respuestas diferentes y mirar más allá de lo externo (la crisis, la gente, los bancos…), llegó a la conclusión de que el mayor obstáculo con el que se encontraba para seguir avanzando, era ella misma.
Estos obstáculos tenían diferente forma según el día y la situación, podían ser miedo (y si no me sale bien), pensamientos limitantes  (y si no soy capaz), postergar lo importante (esto mejor lo hago mañana), preocupación (que pasaría si…), pero al final el denominador común es que todos comparten origen, tú.
Más allá de la reflexión de esta clienta, más de una vez me he encontrado con la pregunta, ‘¿cuál es el mayor problema de un/a emprendedor/a?’ y lo cierto es que, si lo piensas, aunque las respuestas podrían ser muchas y cambiantes en función de la situación, en términos generales e incluso por propia experiencia, más allá de problemas de financiación, de captación de clientes, desarrollo de proyecto, etc, la barrera más grande empieza por un@ mism@. Sin embargo la buena noticia, es que, igual que tenemos el poder de crearnos esos obstáculos, tenemos todos los súper-poderes también para derribarlos, y la gran pregunta es ‘¿cómo?. Aquí van cuatro cómos que te ayudarán a derribar barreras y saltar obstáculos tanto si lo tuyo es emprender con objetivos profesionales como personales (al fin y al cabo emprender es una cuestión de actitud), eso sí, si quieres lógicamente, aunque no basta con querer, hay que  ponerlos en marcha, “no es lo mismo conocer el camino, que recorrerlo”. Vamos allá:

1.    Revisa tu ‘Para Qué’: ¿Cuál es tu meta real? ¿El objetivo por el que quieres emprender? ¿Qué es realmente lo que quieres resolver con tu producto o servicio? ¿Para qué creaste o diseñaste este proyecto? En ocasiones, la inercia y distracciones del día a día puede que te pesen y te hagan olvidar tu ‘Para Qué’. Cuando esto sucede, nuestra misión pierde importancia, nuestro compromiso se disipa y caemos en la espiral de la preocupación, miedos, creencias, que nos separan de nuestra meta. Coge papel y boli y recuerda tu propósito, eso te ayudará a recuperar fuerzas y el compromiso necesario para seguir adelante con ganas y determinación.
2.    Redirige tu foco: Puede suceder que estés enfocándote al lugar, meta u objetivo equivocado. Soy muy pesada con el foco, sin embargo me encuentro con que la mayoría de las veces este es el campeón de los obstáculos. Quizás es que para llegar a tu meta estás guiándote con el mapa de los ríos…Si quieres ir a California y para ello utilizas el mapa que te lleva a Chicago, es probable que des mucha más vueltas de las que  hacen falta para llegar a tu destino y por el camino te encuentres más obstáculos de los necesarios. Utiliza tu para qué para revisar las acciones que estás llevando a cabo, ¿te acercan o alejan de tu meta? Recuerda que todo lo que no te acerca te aleja y todo lo que no suma, resta.
3.    Tu pasado no te determina: Tu pasado no determina tu persona, ni tu presente ni tu futuro. Da igual las experiencias que tuviste, las barreras con las que te encontraste…Hoy eres quien eres. No eres la persona que te han dicho que es mejor que seas, ni la persona que podrías ser, la que serás, ni siquiera la que fuiste…Eres quien eres y lo mejor es que puedes elegir cómo serás y será tu vida desde hoy. Recuerda que solo puedes actuar en el presente, procura elegir las acciones y los pensamientos útiles para construir el futuro que deseas.
4.    Toma la decisión: Sí, ya sé que esto parece obvio, aunque no por simple es siempre sencillo de llevar a cabo. De hecho es de las cosas que más cuestan…Podemos tener la mochila del conocimiento llena, 10 Máster del Universo, tres carreras, 4 post-grados y leer tres libros a la semana…¿Y..? Nada de esto sirve hasta que no lo usas. Nada sucede hasta que no se toma la decisión y cuando se toma, solo aprendizajes y experiencia te esperan al otro lado de la valentía. ¡Haz!
Con estos cuatro cómos podrás derribar muros, barreras y obstáculos en tu camino, aunque te haré una última sugerencia, si en algún momento ves que esto cuesta hacerlo sol@, ¡pide ayuda! (mentoring, cursos, seminarios..), hay personas que han hecho el trabajo por ti y pueden ayudarte para que no pierdas más tiempo y energía de la necesaria, son recursos que necesitas para llegar a la meta con éxito. ¿Qué decisión tomarás ahora? 

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