viernes, 28 de junio de 2013

PERDONAR NOS TRAE GRANDES BENEFICIOS

Dicen que “errar es humano y perdonar es divino”. Las doctrinas espirituales siempre lo han afirmado… Pero ahora la ciencia confirma que perdonar ofrece grandes beneficios para la salud y la calidad de vida. Cuando perdonamos hemos hecho ya el negocio entrando en nuestra vida como principiantes totales, observando cada respiración como si fuera la primera, cada pensamiento como si fuera el último estando totalmente vivos.
Uno de los primeros pasos en el crecimiento interno es el perdón. El perdón es un adentrarse en el mundo de la obra interna, de bondad, de amor. El perdón suaviza la vida y facilita el continuo progreso.
Es un abandono del doloroso resentimiento que ha surgido de modo natural entre dos sistemas de deseo. Es la profunda integración y resolución de conflictos entre individuos así como entre los aspectos opuestos del yo. Es la reunión de algo no curado. Necesitamos una reconciliación con un piadoso y profundo perdón.
A veces la resistencia y el apego por lo que está sin perdonar, han quedado fijado con tanta fuerza que es, como algo superior que no podemos vencer. Sin embargo, el perdón puede ayudarnos a abandonar aquello a lo que todavía nos aferramos.
En teoría, es precioso abandonar estados pesados como el resentimiento, el temor o la culpa, pero en la práctica, descubrimos que el impulso de nuestra identificación con esos sentimientos ha hecho crecer unas raíces tan profundas que no pueden arrancarse con facilidad.
Por ello el perdón debe concederse lo antes posible. El perdón sirve para abandonar parte de nuestra pena.  Permite que la rabia flote en un estado de consciencia piadoso lo mismo que un blando regazo nos hace sitio para nuestra vida. Es la expresión natural del corazón no obstruido.
Resuelve la separación y permite que la mente vaya más allá de ella misma. Practicando diariamente el perdón abrimos la mente a la compasión natural del corazón. Pero antes debemos investigar el beneficio del perdón.
No intentamos anular la rabia o el miedo como una técnica de perdón; el perdón tiene su máxima fuerza cuando se usa en el momento adecuado. Forzar el perdón, intentar tocar con el perdón aquello que apenas podemos tocar con una consciencia clara, no propicia la curación.
Primero necesitamos ser inteligentes e investigar nuestra pena, nuestra desconfianza, nuestro apego, antes de que la gran fuerza del perdón pueda llegar lo más lejos posible.  El perdón nos beneficia a nosotros no a otra persona… Es un toque de compasión y comprensión y además nos devuelve a nuestro corazón.
El perdón es un regalo que el corazón hace a la mente. “En cada uno hay algo de su semejante. Por lo tanto, quien quiera que ofende no sólo se ofende a si mismo, sino también a ese parte de él que pertenece al otro”.
 Imágenes integradas 1
"Toda persona es tan feliz como se propone serlo"
- Abraham Lincoln - 

6 Pasos que te ayudarán a tomar una decisión con seguridad

Son muchas las personas que me escriben porque tienen problemas para la toma de decisiones. Y es normal, nos han educado para que no fallemos al tomardecisiones, no está permitido cometer errores y eso nos impide avanzar si no sentimos seguridad. No fallar nunca es imposible, y de ahí que haya tanta gente que se queda bloqueada por el miedo cuando tiene que tomar una decisión.
Hoy te traigo 6 pasos para que cuando tengas que tomar una decisión, puedas hacerlo con seguridad y sin miedo al error.
 Qué es tomar una decisión
La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las opciones o formas para resolver diferentes situaciones de la vida en diferentes contextos: a nivel laboral, familiar, sentimental, empresarial. Tomar decisiones consiste, básicamente, en elegir una opción entre las disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial.
La toma de decisiones a nivel individual se caracteriza por el hecho de que una persona haga uso de su razonamiento y pensamiento para elegir una solución a un problema o cuestión que se le presente en la vida.
Como te decía en mi artículo “Estrategias para superar el miedo al fracaso”, elmiedo tiene un efecto paralizante que nos impide actuar. En lugar de permitir que elmiedo te paralice, actúa.
 6 Pasos para tomar tu decisión con seguridad y sin miedo al error
1 – Identificar y analizar
Una vez identificado el problema o motivo de la decisión con objetividad, debemos preguntarnos qué queremos conseguir, donde queremos llegar.
2- Identificar los criterios de decisión
Ver qué aspectos son relevantes, de qué depende la decisión a tomar.
¡Ojo!, es habitual decidir de forma inconsciente desde la experiencia personal.
3 – Definir la prioridad para atender el problema
Basado en el impacto y en la urgencia. El impacto describe la vulnerabilidad, y la urgencia el tiempo para evitar o al menos reducir este impacto.
4 – Generar las opciones de solución
Cuantas más opciones se tengan, más probable será encontrar una que resulte satisfactoria. Es necesaria una cuota importante de creatividad.
5 – Evaluar las opciones
Hacemos un estudio de cada una de las posibles soluciones viendo ventajas y desventajas, respecto a los criterios de decisión y comparando entre ellas.
6 – Elegir la mejor opción
Aquella que según la evaluación tendrá mejores resultados, satisfará mejor el objetivo buscado, y generará el mejor equilibrio posible entre distintas metas.
- Después de poner en marcha la decisión
Es necesario evaluar si está teniendo el resultado esperado. Si no es así, ver si es pronto para evaluar, o si hay que repetir el proceso de 6 pasos.
 Aunque nunca podemos tener la absoluta seguridad en la toma de decisiones, no podemos posponer o dejar de tomar una decisión por miedo al error. Hay que aprender a desdramatizar. Si después de aplicar los 6 pasos no aciertas a la primera, no te culpes, no te desanimes y vuelve a comenzar.
 Cada vez que tengo que tomar una decisión, lo hago y me olvido de ella.”
Harry Truman

Marta Morón ▪ MujerLider 

Imágenes integradas 1

"Toda persona es tan feliz como se propone serlo"
- Abraham Lincoln - 

La resiliencia o la capacidad de ser fuerte

El miedo al futuro
En estos últimos años hay ciertas preocupaciones que los padres me manifiestan de modo habitual en las conversaciones sobre sus hijos: "Le veo muy vulnerable, tiene poca personalidad" "¿Le estamos protegiendo demasiado?" "¿Sabrá hacer frente a las adversidades a medida que crezca?" "¿Es conveniente que vea de todo para coger experiencia?"
La resilencia es la capacidad que tiene una persona para poder seguir proyectándose en el futuro a pesar de las adversidades. Dicho de otro modo más sencillo: la facultad de conseguir los objetivos que uno se propone a pesar de las dificultades. Si a los adultos ya nos cuesta poderlo conseguir, ¿cómo no les va a costar a nuestros jóvenes de hoy en día?
Esta es una preocupación que tienen tanto los padres como educadores: ¿cómo conseguir hacer fuertes a los hijos? 

No debemos esperar a que se presenten fatalidades para educar en ello. Hay que saber verlas venir y sobre todo irles formando en esta aptitud continuamente, aprovechando las muchas menudencias -aparentemente sin importancia- que se presentan cada día. Si en lo más pequeño les enseñamos a ser fuertes, cuando vengan los reveses sabrán cómo actuar.

La ley del más fuerte: el caso del ketchup
Luís cursa 2º de ESO. Como otros chicos de su edad, tiene sus propias debilidades. Hay una ante la cual no puede resistirse: el ketchup. Cuando come siente la necesidad de acompañarlo todo con la salsa de tomate. No solamente si le dan de comer hamburguesa o patatas fritas, sino que también con el pan, la ensalada, la verdura, etc.

Su madre, muy consciente de ello, me explicaba recientemente en una conversación: "¡Se acabó! ¡Nada de ketchup! Pero no lo guardo, sino que, sabiendo que lo tiene prohibido, se lo pongo delante, mientras está comiendo y ¡que aguante!"
La verdad es que Luís lo soporta estoicamente y su madre, con gracia, se lo propone como un reto personal. Luís ha aprendido que a veces él mismo se crea necesidades de las que puede prescindir. Su madre sabe que el problema no está en el ketchup, pero se aprovecha de él para fortalecer a su hijo. Eso sí, el día que se puede probar el ketchup, para Luís es fiesta mayor.
Aprender a decir que no en aquello que no es malo ni perjudicial ayuda a fortalecer el buen hábito, a la vez que se disfruta mucho más cuando se posee.

Ser fuerte ante lo destructivo
Una característica de la resiliencia es la de ser fuerte ante aquello que destruye. Es decir, llevar una vida sana ante un ambiente poco favorable. Educar entre algodones pocas veces acaba siendo provechoso. Por otra parte la permisividad acaba siendo tan perjudicial o incluso peor.
Este es un dilema que se plantean muchos padres: ¿Cuál debe ser el término medio? La mayoría de las veces, los adultos estamos muy por detrás de los jóvenes, y vamos con el lirio en la mano. "No, mi hijo nunca ha probado un porro", "Lo del sexo ni le preocupa, aún ha de madurar", "Ni se le ocurre copiar en un examen, siempre lo estudia todo", etc. No nos engañemos, cuando nosotros vamos, ellos muchas veces ya están de vuelta.
Para conocer no es necesario experimentar. Sin embargo, sí hay que informar y orientar convenientemente. Asentar unas buenas bases y encauzar de modo conveniente los pasos de los hijos debe ser la prioridad de todo padre. No hay que huir de sus preguntas, debemos contestar siempre del modo adecuado a la edad y madurez.

Muchas veces no habrá que esperar a que ellos tomen la iniciativa, sino adelantarse. Tampoco hay que llegar hasta tener la sospecha de que algo pueda estar pasando. Si los padres no resuelven las cuestiones y preocupaciones de sus hijos, acabarán buscando las respuestas por otros cauces que probablemente no serán los que ofrezcan mayores garantías.
No hay nada peor para un adolescente que encontrarse con unos padres que pretenden darle dosis de "moralina" para intentar formarle. Debemos aprender acomunicarnos con nuestros hijos. Si antes no existe un clima de confianza, si no mostramos preocupación por sus cosas, si no nos interesamos por aquello que les gusta y les interesa a ellos, difícilmente nos escucharán cuando queramos ayudarles. Y aún así, no siempre resulta fácil, ya que una de las características del adolescente es la búsqueda de su propia identidad a través de la guarda de su intimidad.
Por ello hay que ganarse la confianza. Ir a verles jugar si forman parte de un equipo de deporte, valorar sus trabajos, reírse de sus chistes, mostrar preocupación ante aquello que les inquieta, participar de alguna de sus aficiones, etc. nos ayudarán a crear una sintonía que es necesaria para que luego nos escuchen cuando sea preciso.

Ante los problemas, buscar soluciones
Por lo general, los jóvenes buscan la vía más fácil y cómoda para resolver sus problemas. Muchas veces la opción que adoptan es la de cerrarse y desentenderse. Si suspenden, el profesor es injusto; si son impuntuales, no se puede llegar antes; si la ropa está desordenada, no ha habido tiempo para dejarla bien. Para evitar discusiones los adultos acabamos resolviéndoles los asuntos.
Hay que enseñarles a solucionar las dificultades que se van encontrando. No debemos dar por hecho que no quieren hacer las cosas. Muchas veces lo que ocurre es que no saben cómo hacerlas. Es importante que les afrontemos ante el problema, buscar vías de resolución y animarles a que las saquen adelante. A partir de entonces, seguir insistiendo en ello y ver cómo están logrando los objetivos propuestos.
La inestabilidad es frecuente en los adolescentes. Cuando parece que un objetivo ya está conseguido, en el momento más inesperado vuelve a aparecer de nuevo. Cuando se logran unas metas, aparecen nuevas dificultades. Éste es el arte de la educación. No hay que desesperarse ni caer en el desánimo. Debemos armarnos de paciencia y seguir exhortando en aquello que nos hemos propuesto. No hay que tirar la toalla. Aunque quieren ir solos, nos necesitan como nunca.


¿Qué podemos hacer en el día a día para fortalecer la resilencia en nuestros hijos adolescentes?
  • Ayúdale a conocer sus puntos débiles y ofrecer modelos de actuación. Por ejemplo, tu hijo es impulsivo y cuando fracasa en algo, desplaza la culpa hacia los demás, enfadándose con ellos en lugar de hacerlo consigo mismo. Intenta reflexionar con él y hacerle ver que éste es un punto débil. Entonces, y a través de las experiencias que te ofrece el día a día, buscar entre ambos pautas de actuación para controlar este impulso: reflexionar ante un fracaso para averiguar realmente hasta qué punto es por su culpa, aislarse en su cuarto antes de estallar con algún miembro de la familia, escribir en un diario sus sentimientos ante un problema o frustración, etc.
  • Potencia su autoestima, evita criticar todo lo que hace mal, valorando aquello que consigue alcanzar y potenciando aquellas cualidades en las que destaque.
  • Proponle metas concretas y a corto plazo. No le digas "Tienes que estudiar". Es mejor proponer un tiempo determinado de estudio y un plan de trabajo semanal. Evitar comentarios tipo "Hay que ser más ordenado". Es preferible incidir en aspectos concretos: "Recoge la toalla al acabar de ducharte", "No dejes la ropa tirada en el suelo de tu cuarto", etc.
  • En la medida de lo posible, no resuelvas sus problemas, deja que sean ellos quienes den el primer paso. Por ejemplo, si tu hijo no tiene suficiente con el dinero que le das cada mes, no le incrementes la paga para que vaya más holgado y no pase tantas estrecheces. Permite que aprenda a administrarse mejor y/o a prescindir de algunos gastos que no puede permitirse.
  • Enséñales a pedir ayuda cuando lo necesiten. Hay que establecer un clima de confianza y buscar cauces de comunicación entre la familia y los hijos.
  • Adiéstrales en reflexionar antes de actuar. Cuando se equivocan, deben asumir la responsabilidad del mal causado y reparar el daño si es conveniente. Por ejemplo, si jugando al fútbol rompen el cristal de la ventana del vecino, que sean ellos quienes vayan a pedir disculpas y se hagan cargo de la reparación que suponga.
Ante los problemas, buscar soluciones
  • Déjales participar en decisiones familiares y facilitar que sean ellos los que propongan maneras de solucionar aspectos cotidianos. Por ejemplo, en el tema del manejo de Internet, podéis establecer juntos las reglas de uso: pedir permiso para acceder a Internet, horarios, antes de comprar cualquier objeto comentarlo con los padres, limitar los chats, filtros etc.
  • Enséñale a amaestrar los afectos y emociones, ayudándole a controlarse ante situaciones que requieran mayor serenidad y capacidad de juicio. Por ejemplo, tu hijo llega a casa después de un partido de fútbol y está enfadado porque el árbitro ha sido injusto. Hay que hacerle ver que esta situación no debe repercutir en su carácter y el modo de tratar a la familia a lo largo de todo el día.
  • Disciplinarles en la competitividad sin caer en la deslealtad o la desconsideración hacia los demás.
Tu hijo o hija se está convirtiendo en un adulto. ¿Por qué no fomentarle la idea de hacer voluntariado? No hay nada para fortalecer nuestra capacidad de superación como descubrir "en primera fila" las necesidades de los demás, las desgracias de otras personas menos afortunadas que nosotros. En esos momentos, nuestros hijos se involucran en un proyecto que les obliga a dar lo mejor de sí mismos a pesar de las adversidades.
Piénsalo. Tu hijo ya no es aquel bebé indefenso y vulnerable. Ahora es un adolescente capaz, lleno de grandes y pequeños talentos que necesitan proyectarse en el exterior para crecer y conseguir las metas propuestas.

jueves, 27 de junio de 2013

3 Tips que te ayudarán a evitar el autosabotaje

Mi definición de autosabotaje es la siguiente: Es un mecanismo mental por el que nos engañamos a nosotras/os mismas/os, justificando actos que en realidad nos perjudican, pero que evitan que nos enfrentemos a algo que nos incomoda, respecto a la consecución de objetivos marcados, aunque así dejemos de obtener los resultados deseados.
La mente del ser humano es un arma de doble filo. Por una parte nos ayuda a encontrar los recursos necesarios para vivir, pero por otra parte es el lugar donde el ego quiere dominar nuestras vidas, impidiendo que actuemos desde la intuición o el corazón, a la hora de conseguir nuestrasmetas. A veces nos hace procrastinar, posponiendo las tareas indefinidamente debido a algún miedo.
Hoy te traigo 3 tips que me parecen importantes a la hora de evitar el autosabotaje, para impedir que te engañes a ti misma/o.
 Ten claros tus objetivos
Cuanto mayor sea la claridad con la que marques tus objetivos, mayor será la facilidad con que alcances los resultados deseados. Además deja de lado el perfeccionismo, ya que es uno de los principales enemigos de la acción.
Siempre que dejamos de hacer algo es porque ganamos algo con ello. Por ejemplo, si dejo la dieta gano a cambio poder comer dulces… Es importante que identifiques qué ganas, para que así puedas entender que vas a perder más de lo que ganas con elautosabotaje, y dejes de ponerte excusas.
 Conecta con tu meta
Hazte responsable de la decisión que tomas al marcarte una nueva meta, comprometiéndote a creer en ti y estando segura de que alcanzarás los resultadosdeseados para evitar el miedo. Habla contigo diciéndote aquello que te motive para poder llegar a tu meta sin autosabotaje.
Al decidir tu meta, debes ser consciente de tus limitaciones, pero tratando de ser muy objetiva/o, ya que corres el riesgo de autolimitaciones indebidas. Vigila también si tienes falta de autoestima, ya que muchas veces es el origen el autosabotaje.
 Deja de procrastinar
Procrastinar es un anglicismo referido a posponer acciones de forma inconsciente, debido generalmente a algún miedo (a no saber, a no poder, al éxito, al fracaso…). Aunque nos aleja de nuestros objetivos y nos impide obtener resultados, no somos capaces de romper esta forma de autosabotaje, y esto nos lleva a sentirnos mal con nosotras/os mismas/os.
Para dejar de procrastinar es necesario entender qué está pasando. Volviendo al ejemplo de la dieta, si tu meta es bajar 5 kilos y antes de empezar o a mitad de camino empiezas a saltarte la dieta, deberías pensar qué ganas con procrastinar. Si tu respuesta es “no es el momento” o “es que no tengo fuerza de voluntad” no lo solucionarás. Necesitas conectar con la ilusión que te hacía conseguir tus objetivos, visualizar los resultados, y comparar esto con lo que ganas al saltarte la dieta. Seguro que los resultados deseados tendrán mucha más fuerza y podrás avanzar hacia tus objetivos, entrando en acción.
 Marca tus objetivos con claridad y elimina el miedo, para poder alcanzar los resultadosque esperabas evitando el autosabotaje. Conecta con tu meta para conseguirlo, siendo consciente de tus limitaciones reales, y evitando procrastinar.
 “El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar”. Winston Churchill
 Marta Morón

¿ABANDONAR O AGUANTAR?


“Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar lo que puedo, y sabiduría para conocer la diferencia” (Reinhold Niebuhr)
No todo nos sale como quisiéramos, muchas de nuestras ilusiones y cosas por las que hemos luchado, se ven truncadas.
Es doloroso abandonar aquello por lo que durante mucho tiempo hemos luchado en intentar conseguir, pero en ocasiones puede ser lo mejor.
Gran parte de la vida se nos va tratando de no perder, de no dejar aquellos a quienes amamos, de no perder lo que consideramos nuestro patrimonio, de no abandonar proyectos emprendidos aunque sintamos que lo que estamos realizando no nos está dando los resultados deseados y no nos está llevando a ningún lado.
En ocasiones nos preguntamos: “¿estoy haciendo lo correcto? ¿Estaré perdiendo mi tiempo? ¿Debería abandonar?”
Muchas veces, la respuesta está más que clara; se sabe lo que hay que cambiar o lo que hay que dejar, sin embargo, cuando pensamos en los cambios que debemos hacer, sentimos miedo, temor a arrepentirnos, miedo de haber gastado tiempo, dinero, sentimientos que se han invertido con la firme idea de que los pasos dados eran los correctos, miedo a lo que los demás puedan decir, miedo a la sensación de fracaso.
No tenemos la fórmula que nos indique sin errores cuando debemos abandonar y cuando merece la pena seguir luchando por algo o por alguien, para poder abandonar cualquier proyecto que no nos está dejando nada más que pérdidas, con dolor y sufrimiento.
Nadie tiene la capacidad de decidir por nosotras, nadie puede indicarnos cuando abandonar, porque nadie nos conoce mejor que nosotras mismas; por lo tanto somos sólo y únicamente nosotras quienes podemos tomar la decisión.
Haber invertido tiempo, dinero y esfuerzo, no significa que merezca la pena seguir en la lucha por algo que no está funcionando, ni significa que seguir perseverando los resultados van a cambiar; como tampoco abandonar necesariamente significa fracasar, por el contrario abandonar podría verse como una manera infalible para no fracasar.
Muchas veces nos basamos en los errores del pasado, nos estancamos por miedo a cometer los mismos errores, pero no significa que por haber cometido errores en el pasado nuestras decisiones no pueden ser acertadas, nos dejamos llevar por las expectativas de otras personas y estas interfieren muchas veces en nuestro camino, en la toma de decisiones, interfieren en nuestra decisión de abandonar cuando debemos hacerlo, porque hay circunstancias que necesitan una decisión y un actuar inmediato, porque el tiempo no se detiene, y nos sorprende después de unos años en la duda de si deberíamos o no abandonar o hacer los cambios necesarios en nuestra vida, sin embargo también hay personas que tienen una influencia positiva en nuestra vida.
Dejar o cambiar las tácticas que hemos empleado, no significa abandonar por siempre nuestros propósitos de desarrollo o de adelanto, pero quedarnos y aguantar una situación que no nos satisface, puede hacernos sentirnos desgraciadas, frustradas y amargadas; ¿no sería mejor sentirnos libres de buscar otras formas para triunfar o simplemente para poner la mente en claro y explorar otros ámbitos?
Abandonar no es fácil, nunca lo ha sido, ¿pero acaso muchas veces no somos abandonadas física o emocionalmente? ¿Acaso no es nuestra decisión de bajar el telón de una vez por todas? Esto no significa abandonar algo que tiene un buen potencial buenos resultados que veremos a largo plazo, y no podemos ni debemos abandonar por cansancio, aburrimiento o por estrés.
Pero debemos saber aceptar cuando la lucha es infructuosa, reconocer cuando estamos nadando contra la corriente. También debemos reconocer nuestras capacidades y posibilidades para hacer a que algo funcione, es necesario eso sí, mantener en mente que la lucha y la perseverancia por conseguir lo que queremos, no implica tratar de hacer cambiar a una persona para que una relación funcione. Cada cual tiene su propia personalidad y tratar de cambiar a alguien, sería tanto como una lucha infructuosa que no nos llevaría a ningún lado.
Imágenes integradas 1
"Toda persona es tan feliz como se propone serlo"
- Abraham Lincoln - 

Recompensa a tus clientes top

Un regalo, un descuento o un agradecimiento son el estímulo ideal para convertir a un consumidor en el mejor aliado.
Por Alejandro Santillán Del Río
Todas las empresas –sin importar si son pequeñas, medianas o grandes–, así como los emprendedores que están por iniciar su propio negocio requieren de dos herramientas básicas: marketing y ventas. Se trata de las dos piernas (izquierda y derecha, respectivamente) que le permiten a la organización entera caminar y, por qué no, correr para alcanzar más rápido las metas planteadas.
El problema es que la mayoría de las compañías no lo tienen presente y, en ocasiones, sólo invierten en una de las dos áreas, lo que da como resultado que la empresa esté coja. En una encuesta aplicada a 100 directores de mercadotecnia de México, se encontró que sólo dos de 10 campañas de marketing tiene éxito. ¿La razón? No se implementó un plan de ventas.
Otra situación común es que estas dos áreas viven en eterna confrontación, en lugar de sumar fuerzas para lograr mejores resultados. Piensa en lo siguiente: si inviertes en una campaña de mercadotecnia, ésta tiene que generar ventas. Así de sencillo. Por lo tanto, hay que destinar el mismo presupuesto a ambas áreas. ¡Ojo! No sólo es una cuestión de sueldos, la inversión también tiene que incluir herramientas de trabajo, entrenamiento, capacitación y tiempo de dedicación.
Una vez que logres que el departamento de ventas y mercadotecnia lleguen a un punto en común, úsalos a tu favor para aumentar tus ventas. ¿Cómo logarlo? Considera que para conseguir este objetivo necesitarás del apoyo de otro aliado importante: tus clientes. Recuerda que ellos, además de consumir lo que ofreces, son los mejores embajadores de tu marca y también una fuerza de ventas en potencia.
Por lo tanto, tu tarea es crear un sistema de incentivos y recompensas que motiven a tus clientes a recomendar tus productos o servicios entre sus conocidos, familiares y amigos. Para lograr que la llave de las referencias se mantenga siempre abierta, pon en práctica estos tips –de marketing y ventas– que en conjunto te darán mejores resultados.
1.- Expectación. [Tip de marketing]
Es la táctica más simple de todas. Por ejemplo, durante el cierre de la transacción menciona algo como “sabemos que vas a quedar tan satisfecho con nuestro negocio, que en 60 días te vamos a llamar para asegurarnos de que estés encantado. Entonces, te preguntaremos si puedes recomendarnos a otras tres personas a quienes sepas que les gustaría disfrutar del mismo resultado, ¿te parece bien?” No eches en saco roto la sencillez de esta estrategia. Es poderosa.
Pero ten en cuenta algo más: las referencias hay que ganárselas. Así que primero asegúrate de que el cliente esté satisfecho con su compra para, después, pedirle con toda seguridad que te facilite los datos de alguien que conoce para darle el mismo servicio de calidad.

2.- Descuento por comprar. [Tip de ventas]
Esta estrategia está dirigida para un cliente, es decir, para una persona que te consume de manera constante. La propuesta que le harás es la siguiente: “si tú logras que alguno de tus referidos me compre y sólo por el hecho de que mencione tu nombre, yo le daré un descuento”.
Si piensas que esto a largo plazo te generará pérdidas, estás en un error. No olvides una de las reglas de oro en ventas: cuesta siete veces más tiempo, dinero y esfuerzo conquistar un nuevo cliente, que venderle una y otra vez a la misma base que ya tienes. Por lo que en lugar de invertir recursos infinitos para sumar miembros a tu cartera, mejor recompensa a los referidos con un descuento especial.

3.- Certificados de regalo. [Tip de marketing]
Manda correspondencia –o vía e-mail– cada tres meses a tus clientes y referidos en donde incluyas un certificado de regalo que realmente se pueda canjear por productos o servicios. También deja en claro a los destinatarios que son libres de reenviar el correo a quien deseen.
Muchos clientes estarán dispuestos a referirte a cambio de recibir un regalo; esto les brinda algo tangible que pueden utilizar. De lo que se trata es de retribuir al cliente, dándole el poder para comprar algo más, por ejemplo, con monederos electrónicos. El objetivo es regresen pronto para comprar.

4.- Ofrece una comisión por referir. [Tip de ventas]
Las preguntas que seguramente te harán tu cliente antes de referirte a alguien es: “¿Por qué te voy a recomendar con un conocido mío?, ¿qué gano yo?, ¿qué hay para mí?” La respuesta está en dar una comisión por cada referido, que finalmente se traduzca en una venta para tu negocio. De esta manera, lograrás que el cliente sea más fiel y tenga razones de peso para recomendarte.
Aunque no es tan simple como decirle: “Recibirás dinero por cada venta que obtenga a partir de tus referencias”. Un referido no se paga únicamente con dinero, sino con actitud, producto o un sencillo “gracias”; a veces esta sola palabra es más importante que cualquier comisión. Esto se debe a que las personas sienten que forman parte de algo, es decir, de tu negocio.

5.- Socio sin fines lucrativos. [Tip de marketing]
De tu base de clientes selecciona un grupo de personas para recompensarlas de cierta manera. Sugiéreles varias alternativas para crear una asociación estrecha. Por ejemplo, ofrecer una promoción que beneficie a tus socios por cada artículo vendido durante el mes gracias a sus referencias. En este tipo de alianzas, al final, todos ganan. Asimismo, con esta estrategia puedes motivar a tus socios a promocionar tus productos o servicios en su propio entorno, ya sea laboral, personal o familiar.

6.- Da producto por recomendar. [Tip de ventas]
Esta recompensa es exclusiva para los clientes que pasaron a otro nivel y que ya son considerados como “amigos de la casa”. Así, ellos pueden decirle a sus conocidos: “Ve al restaurante donde desayuno casi todos los fines de semana con mi familia y dile al gerente que vas de mi parte, verás que te tratarán igual que a mí, es decir, como si fueras un comensal asiduo”.
Con esta recompensa se creará un efecto en cadena, en donde todos querrán recibir el mismo trato especial y gozar de ciertos privilegios. A diferencia de un descuento, por ejemplo, el hecho de darle un producto a un cliente es algo particular. Normalmente le das un obsequio (producto o servicio) a alguien a quien le tienes una alta estima, como un familiar o amigo.
De este modo, les demuestras a ciertos clientes que son especiales para ti y que, en consecuencia, todas las personas que ellos refieran también serán merecedoras de las mismas consideraciones. Finalmente, “todo queda entre amigos”.

7.- Reembolso del 100 por ciento. [Tip de marketing]
Esta recompensa funciona porque suena demasiado buena para ser verdad. Cuando los clientes adquieran un producto o servicio a precio fijo, ofréceles un reembolso de 100 por ciento. Lo único que tienen que hacer para obtenerlo es entregar cuatro cartas especiales a sus amigos. Por cada una de las cartas que resulte en un nuevo cliente para ti, tu referente obtiene un reembolso del 25%, hasta completar el 100 por ciento.
En realidad es como pagar una comisión por las referencias, pero gracias a la mercadotecnia se convierte en un juego, que resulta divertido y entretenido. No olvides tomar fotos de todos los miembros de tu club del reembolso del 100% y colocarlas en un sitio especial.

8.- Otorga beneficios a tus asociados. [Tip de ventas]
Requisitos para ser acreedor a una membresía exclusiva: tener un historial de consumo durante determinado tiempo –uno, dos o tres años– y sumar determinado monto; así como cierto número de referidos que se hayan convertido en nuevos clientes. Tú decides las reglas, sólo respétalas para todos.
¿Cuál es la recompensa por cumplir estos estrictos puntos? Tener acceso a eventos de lanzamiento, preventas exclusivas para ser de los primeros en conocer un nuevo producto o servicio, descuentos especiales y degustaciones. Un tip más: al tratarse de una recompensa tan especial, recuerda que no es para todos tus clientes.

9.- Lista de precios secreta. [Tip de marketing]
Otra manera efectiva de ganarte las recomendaciones es sorprender a los clientes con un trato. Una vez que hayan acordado un precio, ofréceles uno más bajo a cambio de que te proporcione referencias en ese momento. No es tan simple con sólo llenar una hoja con nombres y teléfonos de las primeras personas que le vengan a la mente, sino de candidatos potenciales a adquirir el mismo tipo de producto o servicio que vendes.

10.-  Agradece con tiempo y presencia. [Tip de ventas]
El objetivo es fomentar la lealtad. Este tipo de recompensa está dirigida a los “fanáticos” de tu negocio, es decir, aquellas personas que no buscan dinero o descuentos, más bien quieren “pertenecer” a tu empresa y creen en ti. Van mucho más allá: son los que siempre te van a defender y están contigo en las buenas y en las malas.
¿Cómo recompensar a alguien que ya se siente parte de tu negocio? Una buena alternativa es organizar un evento especial. Una comida o una cena es la ocasión perfecta para reunirlos y estar con ellos. Aquí la clave es dedicarles tu tiempo y presencia, para darles personalmente las gracias. Decirles frases como: “gracias a ustedes mi negocio marcha bien; genero empleos; alcanzamos las metas proyectadas para este año”.
Incluso puedes invitarlos a una convivencia fuera de la ciudad, un parque de diversiones o un centro recreativo. La constante en todas estas opciones que estés siempre presente y convivir en un plano más informal. Si bien la relación entre ambas partes inició por cuestiones de negocios, este trato se puede extender al plano personal y generar una amistad.

miércoles, 26 de junio de 2013

MIEDO AL ÉXITO

Suena algo ilógico aparentemente todos deseamos  ser exitosos, ¿o no?  El éxito causa temor por el significado que le damos. El éxito nos da miedo, cuando: Consideramos que el éxito demuestra nuestro valor como personas.
Si pensamos así, una vez alcanzado cierto nivel, creemos que tenemos que mantenerlo a toda costa para no perder ese valor adquirido. Lo que significa tener éxito en todo lo que hacemos. ¡No Fallar Nunca! …¿Y sabes que? “Esto simplemente es imposible”.
Antes de esta creencia errónea, la gente prefiere estancarse en donde considera, que puede mantenerse fácilmente. Pensamos que a mayor éxito, mayores responsabilidades, trabajo y esfuerzo. Creemos que el éxito va a exigir de nosotros conductas que no tenemos o responsabilidades que no sabemos manejar. Cuando pensamos que el costo va a ser muy elevado, nos frenamos.
Tenemos la creencia, errónea, de que no nos lo merecemos o de no somos lo suficientemente capaces para mantenerlo. Esto nos lleva a pensar que en cualquier momento lo podemos perder y por lo tanto, sufrir.
Consideramos que el éxito va a provocar la envidia y el malestar de la gente que nos rodea, alterando o deteriorando nuestras relaciones. Relaciones que no queremos perder.
Pensamos que si logramos nuestra meta, vamos a perder la motivación o ya no vamos a tener algo porque luchar. El temor al éxito se basa en creencias equivocadas, relacionadas con las consecuencias de nuestros éxitos. Consecuencias que se van a dar en el futuro.
Generalmente esas creencias son equivocadas o están exageradas. Están relacionadas con un mal aprendizaje que tuvimos en algún momento de nuestra vida. Pero estamos seguros de que así va a ser. Como no queremos exponernos a problemas o sufrimientos futuros, evitamos el éxito.
Con frecuencia esta forma de pensar es inconsciente. No nos damos cuenta de ella. Hay un refrán muy conocido que dice; “Más Vale Malo por Conocido, Que Bueno por Conocer” y refleja perfectamente esta situación.
Lo desconocido puede ser amenazante. Como no podemos manejar el futuro en nuestro presente, sentimos la falta de control y nos angustiamos.
¿El resultado?
Dejamos de hacer muchas cosas que aumentarían nuestros logros. Creemos, equivocadamente, que si demostramos que podemos tener éxito, porque tenemos la fuerza y determinación para ello, tenemos que explicar por qué no lo tuvimos antes.
Esta forma de pensar es totalmente equivocada. Hoy no somos los mismos que en el pasado. Cada día aprendemos algo nuevo, nos fortalecemos y somos MEJORES.
“Si HOY hacemos algo que no hicimos en el pasado… es porque HOY podemos hacerlo y antes NO”.