Seguir una adecuada nutrición esta relacionada con la actividad cerebral, el grado de energía, la capacidad de memoria y concentración. Una alimentación deficiente y carente de nutrientes puede originarnos la anormalidad de las ondas cerebrales, estados de depresión, ansiedad o agresividad, la vulnerabilidad a ciertos trastornos mentales o a enfermedades degenerativas del sistema nervioso.
El cerebro nunca duerme, gasta el 20% de la energía del cuerpo y necesita dos ingredientes para su funcionamiento básico: el oxígeno y la glucosa.
Utiliza el 25% del oxigeno que inhalamos y es esencial para un aporte normal de sangre al cerebro y la glucosa la obtiene de los alimentos, por lo que, en primera instancia, es importante no brincarse ninguna comida, especialmente el desayuno.
Las vitaminas del complejo B son las que más influyen en el buen funcionamiento del cerebro, si falta alguna de ellas como la B6 o piridoxina -que se encuentra en el germen de trigo, la carne y en casi todas las verduras- puede originar nerviosismo y fatiga; la B12 o cianocobalamina -presente en todos los productos de origen animal, en el aloe vera y en algunas algas, como la nori- ayuda a prevenir el daño de los nervios, protege el recubrimiento de las terminaciones nerviosas y favorece la comunicación entre neuronas.
Los minerales también son importantes para la actividad de las las células del cerebro. Si la ingesta de zinc o magnesio no es la adecuada puede producirse también nerviosismo, ansiedad y falta de concentración, El calcio, sodio y potasio tambien juegan un papel muy importante, actúando como mediadores en la producción de neurotransmisores; estos minerales pueden encontrarse en productos de mar, carnes y lácteos, aunque también en frutos secos y cereales fortificados.
Los ácidos grasos insaturados como el omega 3 -presente en el salmón y otros peces y en las semillas de cáñamo- son necesarios para el desarrollo del sistema nervioso, de igual manera los aminoácidos como el triptofano, ácido glutámico, metionina.
Entre los mejores alimentos para el cerebro que reúnen muchos de los anteriores nutrientes están la avena, el germen de trigo, las semillas de girasol, nueces, almendras, las hojas verdes, el aguacate, plátano, leguminosas como la soya y los garbanzoas, huevo y lácteos como el yogurt natural.
Lo que mas afecta al cerebro es el azúcar y la harina refinada, que impiden que los nutrientes se absorban, las grasas saturadas, alcohol, colorantes y aditivos quienes pueden generar ciclos de hiperactivida y nerviosismo.
Ademas de la alimentación es importante tanto el ejercicio como el descanso, los tres ayudaran a la formacion de diversas sustancias como la serotonina, noradrenalina, dopamina encargadas de estabilizar la actividad cerebral.
Cuida tu alimentación y duerme bien y notarás como mejoran notablemente tu estado anímico y tu agilidad mental.
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