He encontrado dentro de mi trabajo en la impartición de cursos acerca de los temas de muerte y pérdidas (Tanatología) que el ser humano invierte una gran cantidad de energía tratando de defender sus propias posturas y pensamientos sean éstos correctos o no… ¿Cuántas veces el origen de los conflictos con la familia, con los amigos y conmigo mismo vienen porque no quiero cambiar un concepto o porque trato de imponer mi forma de sentir y de actuar? ¿ Cuántas ocasiones ha sucedido también que un padre de familia desea “clonarse” en un hijo para a través de él “realizarse” y perpetuarse coartando así el propio derecho de su vástago a elegir qué quiere estudiar o en qué desea trabajar?
¿De qué modo nos autodestruimos cuando día a día usamos el flagelo de la culpa por lo que hicimos o dejamos de hacer? Ese flagelo que es el instrumento de nuestro ”yo”, de nuestras frustraciones y de nuestros errores.
Kaizen: “Hoy soy mejor que ayer y mañana mejor que hoy”
Mata hoy al “yo” egoísta, al inseguro, al temeroso, al impaciente, mata hoy a ese pequeño diablillo dentro de tí que te tortura y que te dice que algo “no se puede”…
¡Muere un poco hoy! El valor de morir cada día, el valor de matar a tu ego y aceptar que el pasado, pasado es, te regala el día de hoy la oportunidad de ser mejor que ayer. Ama y dilo, perdona y perdónate, vive intensamente ¿cuándo?¡ HOY MISMO!
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