sábado, 8 de enero de 2011

Vivir como las flores

Maestro, como hago para no aborrecer?
Algunas personas hablan de mas, otras son ignorantes.
Algunas son indiferentes.
Siento odio de las que son mentirosas.
Sufro con las que calumnian. 

Pues viva como las flores, advirtió el maestro.
 
¿Como viven las flores?
Pregunto el discípulo.
Repare en estas flores, continuo el maestro, apuntando a unos lirios que crecían en el jardín.
Ellas nacen en el lodo, tierra con estiércol, sin embargo crecen y entretanto, son puras y perfumadas.
Extraen del medio ambiente apestoso todo lo que les es útil y saludable, mas no permiten que podredumbre de la tierra manche el frescor de sus pétalos.
Es justo angustiarse con las propias culpas, mas no es sabio permitir que los vicios de otros lo importunen.
Los defectos de ellos son de ellos no suyos.
Si no son suyos, no hay razón para aborrecimiento. 

Ejercite, pues, la virtud de rechazar todo mal que viene de fuera.
 
Eso es vivir como las flores.

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