En ocasiones nuestras expectativas sobre ellos son asfixiantes. Volcamos en ellos nuestras ilusiones, queremos que sean aquello que nosotros no pudimos ser o les exigimos tanto que les obligamos a revelarse, mentirnos o anularse a sí mismos en pro del hijo perfecto. |
·
Has de aceptar sus gustos y sus inquietudes. Y llega un momento que debes aceptar sus decisiones aunque no te gusten. Y sus errores. Es necesario crearse unas expectativas sobre sus vidas pero, a medida que conocemos a nuestros hijos, éstas deben ir cambiando para adaptarse a ellos. |
·
Te animamos a que veas la película "Todos están bien". Queremos que entiendas, de una manera ilustrativa, que la vida pasa muy rápido. Tus hijos crecerán sin que te des cuenta, dejarán el nido y volarán por caminos muy diferentes. Es fácil que sus caminos no sean los que trazaste para ellos. Pero siguen siendo tus hijos, aquellos niños de ojos brillantes que se chupaban el dedo por la noche y que saltaban de la silla cuando llegabas a casa por la tarde. Pregúntate ahora que estás a tiempo si tus expectativas están contribuyendo a hacerlos más fuertes y libres o más esclavizados a su temor por no decepcionarte o fracasar. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario