lunes, 27 de mayo de 2013

El Liderazgo como arte

Hace algunos años llegó a mi empresa un cuestionario de retro-alimentación para líderes. Aparentemente era muy popular y circulaba por entonces en organizaciones y universidades. El cuestionario se centraba en las conductas y los "perfiles" del líder. Sin embargo, mientras llenaba el cuestionario sentí cierta incomodidad, aunque no podía descubrir exactamente cuál era. Paradójicamente, recién lo supe -más tarde- en un seminario de literatura...

En este seminario, los oradores llegaron equipados con transparencias que mostraban toda la información recogida durante sus investigaciones. Entre otras cosas, su trabajo calculaba el promedio de palabras por oración, en los textos de doce escritores muy admirados. Estos académicos sostenían que estos escritores habían alcanzado su éxito, gracias a dicha fórmula.

Recuerdo este seminario porque pasó algo sorprendente: el público -aburrido e incrédulo- sólo aplaudió cuando una mujer se paró y dijo"...personalmente, creo que a García Márquez le daría mucha gracia conocer la existencia de esta fórmula".

Inmediatamente, asocié esta experiencia al cuestionario y descubrí qué era lo que me molestaba del mismo. Al completarlo, yo -como los oradores del seminario- estaba tratando de ser un "científico". Me parecía escuchar a aquella mujer decir "...los líderes se reirían de este cuestionario". La esencia del liderazgo no puede ser capturada a través de los "lentes de Einstein", por llamar de alguna manera a la perspectiva científica. El liderazgo, como la escritura, la pintura o la escultura, es un arte. Cuando medimos conductas, o segmentamos perfiles, nos quedamos sólo en la superficie.

Si bien las mediciones de los investigadores pueden brindarnos datos, no podemos entender la literatura midiéndola. La mujer del auditorio, García Márquez, o cualquier otra persona, saben que existe un "misterio" (dado por la subjetividad) que un dato objetivo no puede medir.

Así como no podríamos medir la "calidad" de una poesía sólo a partir de su métrica, no podemos evaluar un liderazgo efectivo por la frecuencia con la que se manifiesta cierta conducta, o por el porcentaje de coincidencias con un determinado perfil. He conocido líderes efectivos y muy respetados que eran profundamente introvertidos y otros que eran tan sociables, que nunca pasaban desapercibidos en una multitud. He conocido algunos amables y protectores de sus subordinados y otros irritables y sarcásticos hacia los demás. Conocí también líderes que se involucraban en cada detalle de una situación y otros que sólo observaban el cuadro general. Los hay colaboradores y los hay dominadores. Algunos líderes son muy precisos con su visión y otros no se aferran tanto a una meta.

Existen sólo dos cosas de las que estoy absolutamente seguro acerca del liderazgo:
1. Un buen líder conoce exactamente aquello que es importante y que vale la pena hacer.

2. 
Un buen líder está interesado en que sus seguidores conozcan aquello que es importante y que vale la pena hacer.
Parte del arte del liderazgo, consiste en hacer que los seguidores tengan el mismo interés del líder y trabajen voluntariamente por él. Como todo arte, posee muchas "técnicas" para llevar a cabo la obra.

Los líderes hacen realidad sus sueños y el sueño de los demás. Este es el verdadero arte del liderazgo. Como los artistas, los líderes navegan sus propias corrientes y contracorrientes de las cuales surgen sus visiones. Con su visión, el "artista" decide qué crear y por qué crearlo, ya sea una vasija, un poema, un producto... o una compañía!
"Hay momentos en nuestras vidas, instantes en nuestros días,
en los que vemos más allá de lo usual. Nos volvemos clarividentes y
alcanzamos la realidad. Esos son los momentos de mayor felicidad y sabiduría.
Está en la naturaleza de todos los hombres tener esos momentos pero,
bajo las condiciones en las que vivimos, sólo unos pocos
los sostienen y hallan en ellos su expresión."


- Robert Henri -
Los líderes deben aprender a escuchar su voz interior, que no siempre es lógica. Crear una visión no es un ejercicio puramente racional: es un acto deinspiración y aspiración que expresa el deseo de construir una realidad superior a la que actualmente existe.

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