lunes, 27 de mayo de 2013

La felicidad o tener razón

Una vez ya lo dijo Peter Ustinov, "El amor es un acto de perdón interminable", qué fácil es hablar de perdón, pero qué difícil es darlo. Es un don el saber que estamos equivocados y que podemos ser perdonados, pero ¿qué pasa con los que se equivocan y nos hacen daño? Es fácil sentirse amoroso cuando alguien nos complace, pero qué difícil es aceptar al otro cuando falla.

Lo que sucede es que deseamos castigar a esas personas que nos hacen daño, pero quienes salimos mas castigados somos nosotros mismos . Para liberarnos de este castigo y de lo que sucedió en el pasado es necesario recurrir al perdón, es necesario renunciar a esos sentimientos dolorosos que no son nuestros, son de quien nos hizo daño, y dejarlos ir
.
Para aprender a perdonar sólo basta recordar algunas de las presuposiciones de la PNL: toda conducta tiene una intención positiva, en particular yo creo en la bondad de las personas, eso me ayuda mucho a ver las cosas de una manera mejor, siempre creo que la conducta de una persona, en un momento determinado, fué la mejor opción que esa persona tuvo en ese preciso momento, de acuerdo a lo que estaba pasando, viendo, sintiendo y escuchando.

Y, por lo tanto, aquí cabe decir otra presuposición, donde nos dice: nuestras conductas siempre tienen una intención positiva, y para entender esto basta sólo preguntarme e imaginarme ¿qué hubiera yo hecho en lugar de la otra persona que nos hizo el daño, si yo hubiera estado en la misma situación y circunstancia que la otra persona? Casi siempre si entiendo todo el sentimiento y circunstancia de la otra persona llego a la conclusión de que quizás hubiera hecho lo mismo (en ese momento era su mejor opción para la otra persona, aunque no para nosotros). a veces las personas actúan por sentimiento o por enfermedad y eso también hay que comprenderlo.

Por lo general siempre hay una persona a la que por ninguna razón queremos perdonar, pero es a esa persona a la que más necesitamos perdonar, por que el perdón nos libera para amar de nuevo, el perdón es la llave que nos da libertad. Cuando nosotros no perdonamos a la otra persona, a ésta no le pasa absolutamente nada, pero a nuestro ser le estamos provocando un gran daño, porque el problema no está en la otra persona, está en nosotros, porque nosotros somos quienes sentimos ese dolor.

Muchas veces los rencores y heridas que duelen tanto en nosotros tienen mucho que ver con perdonarnos, pero a nosotros mismos, no a los demás. (Hagamos un revisión de qué es lo que necesitamos perdonarnos, para así perdonar al otro).

Alguien una vez me dijo que el perdón es una situación de sentimiento, no de acción. Yo diría que es cuestión de sentimiento y de acción.

Entonces tendremos que analizar lo siguiente:
1. Me siento herido pero eso no significa que la otra persona sea mala o que en verdad quiera hacerme daño simplemente porque la otra persona no conoce todo mi vida y mi pasado, igual que yo no conozco el suyo, entonces no sabe todo lo que traigo guardado en mi historia personal. (aquí incluimos otras presuposiciones de la PNL: el sentido de la comunicación es lo que obtenemos, independientemente de las intenciones de los comunicadores).
2. ¿Para qué necesito hacerme la víctima? ¿Acaso no hice sentir yo alguna vez a otra persona de la misma manera? ¿De qué manera mis propios motivos, no los de la otra persona, están incluidos en mi dolor? ¿Estaré pensando que mis sentimientos valen más que los de la otra persona?
3. Olvidaré por un momento mis sentimientos. Ahora pensaré: ¿Qué sintió la otra persona, tal vez estaba metido en su mundo o solamente perdió el control y no se dio cuenta que me hería?
4. Siempre ayuda pensar que esta experiencia ha sido de lo mas útil para mi por que me ha dado la oportunidad de descubrir qué cosas me hacen daño y eso merece que lo perdone porque si alguien me enseña algo sobre mi mismo, merece mi agradecimiento.

Cuando comprendemos que los problemas son una oportunidad para crecer y cambiar, entonces estamos dispuestos a perdonar (presuposición de PNL: no existe nada bueno ni malo intrínsecamente; es el pensamiento de las personas el que le da el sentido)
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Independientemente del problema o daño, la razón más importante para perdonar es el bien que yo como persona recibo, cuando perdono me libero y por fin soy y me comporto feliz, porque como nos dice otra presuposición de la PNL: las personas tienen todos los recursos necesarios para ejecutar los cambios deseados.

El perdón se da, no se pide. Se dice "te perdono", mejor que decir "¿me perdonas?"

Un ejercicio muy rápido y práctico que puedes hacer es comunicarte cada día con esa parte tuya que sabe curar y que está muy dentro de tu ser. Comunícate con ella, siéntela dentro de ti, platícale tu dolor por el que no puedes perdonar y déjaselo a ella con la confianza de que sabe perdonar de la mejor manera posible para ti, porque esta parte sólo desea el bien tuyo, y lo que tu en forma consciente no puedes hacerlo, esta parte lo hará, cree en la fuerza y bondad de esta parte de cura tuya, te darás cuenta de la ayuda que te proporciona cada día en forma tan sutil, hasta que llega el día que esta parte tuya por fin te ayudo a perdonar todo.

Cada día te darás cuenta de la sensación de libertad que tu ser tiene en su forma de comportarse y de pensar.

Sólo puedo concluir diciéndote : ¿Qué prefieres ser feliz o tener la razón?

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