No te enfoques en el poder.
Cuando era un joven oficial de infantería en Fort Benning, teníamos varios capitanes viejos que habían servido en la Segunda Guerra Mundial y en Corea. No iban a subir de rango, pero sí sabían de la milicia. Así que no aprendí estos consejos de un Eisenhower o Pershing, sino de estos maravillosos capitanes de reserva. Esta es la historia: había un segundo teniente nuevo que era muy ambicioso y quería ser general. Una noche en el club de oficiales, el oficial menor vio a un general medio viejo sentado en la barra, se le acercó y le preguntó: "¿Cómo me vuelvo general?". El general le respondió: "Tienes que trabajar como perro, debes tener moral y valor físico y tal vez hay días que estás muy cansado pero no debes mostrarlo; algunas veces tendrás miedo pero siempre debes ser el líder". El oficial menor estaba tan emocionado con estos consejos que le agradeció, y le dijo: "¿Entonces así me vuelvo general?". "No", le respondió, así es como te vuelves teniente, y después sigues haciendo lo mismo una y otra vez". En lo que va de mi carrera, siempre he intentado dar lo mejor de mí hoy, pensar en el mañana y soñar un poco con el futuro, pero dar lo mejor hoy debe ser una regla. No te volverás general a menos que primero seas un buen teniente.
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