jueves, 2 de septiembre de 2010

Haz que tus ideas avancen

Todos los días tenemos que exponer ideas o proyectos ante un grupo, llámese familia, amigos o equipo de trabajo. En esa situación, es probable que nos encontremos con personas cuyas críticas y objeciones no dejan avanzar nuestra propuesta. Para salir adelante, hay que identificar cuando estas reacciones negativas tienen un fundamento real (fáctico) o cuando son, simple y llanamente, rencillas o prejuicios personales.

He aquí algunas situaciones comunes que pueden ayudarte a superar las objeciones, sobre todo en el contexto laboral:

Descalificador a tu favor

Es fácil identificarlo porque todo -excepto sus ideas- le parece mal. No hay que tomarlos tan en serio pero tampoco hay que ignorar lo que dicen; ellos tienen la habilidad de mostrarnos problemas que no habíamos visto antes. Hay que pedirles que den razones sólidas y lo más objetivas posible. Una vez que reconozcamos ante el grupo que su mirada es útil para el nuevo proyecto, bajarán la guardia y comenzarán a ser más propositivos.

Busca un acuerdo
Casi todas las ideas requieren, para su ejecución, de un equipo de trabajo. Hay que asumir desde el inicio un par de cosas: a) en un grupo existe la divergencia de pensamiento b) tendrás que llegar a un acuerdo si deseas que los demás cooperen en el desarrollo de tu idea. Quizás no lleguen a lo que tenías en mente, pero por algo tienes que empezar.

Sobrelleva la mala vibra
En tu negociación puede que descubras que hay por ahí un "malvibroso" que hace generalizaciones negativas para diluir la fuerza de tu idea. (Lo más probable es que esté encubriendo rencillas personales.) Por lo tanto, es importante que prepares tu propuesta para no perder el impulso de tu idea en la negociación. Si tus argumentos son sólidos y tu idea es buena, tarde o temprano recibirás el apoyo de los demás, muy a pesar de la mala vibra.

"Tiene errores, no funcionará"
Quien dice eso no está aportando nada que no sepas, sólo está siendo negativo porque le da la gana. Por lógica, una idea nueva siempre tendrá fallas porque todavía no ha sido puesta en práctica. Lo que se debe evaluar es el riesgo que implica llevarla a cabo. Dicen algunos expertos que cuando no se están cometiendo errores al implementar una nueva idea, es porque tal vez no se están asumiendo los riesgos necesarios para que sea exitosa. Hoy en día, incluso en grandes empresas de tecnología, se sabe que la primera versión de un programa o un aparato tiene sus fallas.

Lo pasado, pasado
No faltará quien diga: "Fulanito lo hizo antes y fracasó". Aunque no lo parezca, esta es una de las objeciones más frágiles: a) tú (nosotros, el equipo) no eres Fulanito b) tal vez la idea de Fulanito era anacrónica y ahora es el momento ideal para realizarla. No dejes que su punto de vista te desanime, mejor pídele que te ayude a analizar a fondo el caso de Fulanito, así no repetirán sus errores y podrán identificar los posibles aciertos.

"A nadie le gustan esas cosas"
Hay que ponderar si la persona que lo dice tiene argumentos para afirmar que a NADIE le va a gustar, o que TODO el mundo quiere tal o cual cosa. Pregúntale a quién se refiere exactamente cuando dice "nadie" y "todo el mundo", así te darás cuenta si su crítica es constructiva o sólo quiere desacreditar tu idea.

Por último, recuerda que siempre puedes cuestionar a quien te presente un argumento negativo de manera respetuosa. No temas preguntarle por qué, cómo llegó a esa conclusión, de qué bases está partiendo, etcétera. Pídele que sea explícito y objetivo, de manera que su visión enriquezca al equipo.

¿Y tú, cómo vences la negatividad cuando trabajas en equipo?

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