miércoles, 11 de enero de 2012

¡ENCIENDA EL COMBUSTIBLE!

Tal vez, como le sucede a la mayoría, ha definido bien algunos objetivos a lograr en su vida y, sin embargo, no los están logrando con la rapidez que quisiera. Es fundamental tener en la mente muy claros y especificados los objetivos que se quieren conseguir. Pero esto no basta.

Lo que mueve a actuar es la emoción. El entusiasmo lleva a hacer todo lo necesario para ir tras una meta. Además, el entusiasmo es contagioso y las personas que le rodean le ayudarán a conseguir sus propósitos si le ven motivado.

Piense cuáles son las razones por las que quiere lograr algo y qué satisfacciones obtendrá con ello. Esto ayudará a superar algunas etapas previas que a veces implican algún sacrificio. Para evitar desmotivarse, visualícese logrando la meta y lo beneficioso que será conseguirla.

Caminando se puede llegar muy lejos, pero siempre será paso a paso. Lo importante es saber a dónde se dirige. Y hágalo con entusiasmo y alegría. Comience cada día diciéndose: "hoy camino con alegría hacia mis objetivos más preciados". Dígaselo sonriendo y con alegría.

Tenga en cuenta que mientras más altruista sea su objetivo, más fácil lo conseguirá. Si con sus mentas beneficia a otras personas, y siembra buena voluntad y alegría... ¡el éxito estará muy cerca!

La emoción es como la chispa que enciende el combustible que permite que su automóvil o carro se ponga en movimiento.

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