miércoles, 27 de marzo de 2013

Capacitación, el reto empresarial

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Las organizaciones en general deben dar las bases para que sus colaboradores tengan la preparación necesaria y especializada que les permitan enfrentarse en las mejores condiciones a sus tareas diarias.
Se pueden tener los sistemas tecnológicos más avanzados, el personal experimentado, las instalaciones con tecnología de punta, el mejor clima laboral y una cartera de clientes suficientemente grande, pero si los empleados no se han actualizado a las necesidades que el mercado demanda, esta columna vertebral de negocio no sostendrá la competencia.

Por ello es importante la visión, la planeación y presencia del ejecutivo de Recursos Humanos (RH) de la empresa, para implementar el tema más importante de la actividad económica: la capacitación.

Una parte importante del presupuesto anual del negocio debe destinarse a la contratación de talleres, cursos y seminarios a los cuales deben asistir desde el presidente o director de la firma, pasando por mandos medios, ejecutivos y operativos, que las instituciones especializadas imparten. Éstas, además de experimentadas, tienen los métodos y técnicas que exigen los estándares mundiales.

¿Por qué es importante la capacitación?
La capacitación es importante nada más porque ésta es una obligación del empleador para que su negocio no se rezague, impulse la promoción del personal y sea competitivo.

Este compromiso no es un gasto, quien lo vea así, está renunciando a la eficiencia, productividad y competitividad, pues el cliente busca los mejores bienes o servicios, necesidades que cubren las empresas modernas y ocupadas en la mejora permanente.

El empresario que presuma que su negocio está al día, olvida que su competidor puede adelantarse a los requerimientos de la sociedad, al actualizar a su fuerza laboral. 

De ahí la importancia de que el titular de RH debe estar al día de los avances técnicos, administrativos, sistemáticos y laborales para no romper el buen clima de trabajo que hace la diferencia entre la empresa conservadora y la visionaria.

Invertir en capacitación, es el mejor destino que puede darse a la riqueza institucional, porque además de ponerse a la vanguardia del mercado, prepara a los recursos humanos que impulsarán a la organización.
Cada peso utilizado en el personal se convierte en habilidad, compromiso, lealtad para el negocio. Convenciones, congresos, talleres, cursos, además de enseñanza en un aparador comercial y de experiencias que le da valor agregado a la empresa.

No gaste, invierta en su empresa, además de ganar-ganar, capacitar a su fuerza laboral le permitirá seguir ganando. El dinero en el banco da seguridad, pero los pesos invertidos en la modernización y actualización vuelven más abundantes a la caja del negocio.

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