jueves, 21 de marzo de 2013

Delegar... es otro trabajo


Delegar... es otro trabajo

Un líder que reconoce la importancia de las personas en su totalidad pone énfasis, tanto en la tarea que realizan como en su desarrollo como individuos y -al mismo tiempo- asume una responsabilidad por lo que le sucede a esa persona durante este proceso: si está progresando en su trabajo; si la tarea se hace como corresponde; si las herramientas son las correctas; si posee el entrenamiento adecuado para que haga bien su trabajo y si se siente a gusto haciéndolo.


Es decir, cuando un líder delega un tarea, procurará prestar tanta atención a la persona como a la tarea y más aún: cuando el líder se concentra en la relación con esa persona y procura asegurar un ambiente de confianza, participación, desarrollo, sinergia y dedicación, la delegación adquiere otro significado y se denomina: Facultamiento. Este proceso es un trabajo en sí mismo. ¿O acaso alguien piensa que delegar, es sinónimo de no trabajar? Delegar, o mejor aún, Facultar... es "otro trabajo".

Las tareas del líder a la hora de "dar tarea"

Identificamos cuatro conductas y tareas que todo líder debe realizar al momento de iniciar un proceso de delegación de trabajo con un ayudante:
1) Desarrollar Credibilidad Personal: Las personas quieren creer en sus líderes. Quieren tener fe y confianza en ellos como personas. Quieren saber que su palabra puede ser creída, que están personalmente emocionados y entusiasmados con la dirección en la que avanzan y que poseen los conocimientos y las habilidades para liderar.

El primer paso para lograr credibilidad en el liderazgo, es la claridad de los valores personales. Aquellos líderes que son más claros respecto a sus valores son los más comprometidos con las metas y los objetivos. Para ser creíbles, los líderes deben saber quiénes son y qué defienden. Deben articular un conjunto claro de principios. Mientras más se conozcan a sí mismos, mejor podrán alinear sus palabras con sus actos.

2) Compartir la informaciónA pesar de ser tan obvio y casi axiomático, uno de los impedimentos más comunes en la delegación es no tener conocimiento de todas las opciones. Esto sucede ya sea por no tener toda la información, o por las políticas o hábitos organizacionales de monopolio de información. Todos los integrantes de un equipo necesitan tener acceso a TODA la información, los conocimientos y las destrezas necesarias para cumplir oportuna y efectivamente las tareas encomendadas.

Contar con información justa y completa permite a los colaboradores ir mas allá de la ejecución de la tarea, para solucionar problemas mayores y más complejos, detectando sutiles relaciones y consecuencias no consideradas.

3) Alentar la ParticipaciónEl liderazgo no es un lugar, es un proceso que utilizan personas de todo tipo cuando despiertan lo mejor en sí mismas... y en otros. Quienes despiertan lo mejor en otros son aquellos que fijan un conjunto realista -pero exigente- de metas y desarrollan los talentos de otras personas.

Cuando todos se comportan como líderes (cuando todos desafían; inspiran; posibilitan; modelan y alientan) el compromiso es mucho mayor y el éxito más probable. En organizaciones de alto desempeño, todos saben que el liderazgo es esperado y recompensado en todos los niveles y que todas las personas son responsables de hacer que ocurran los resultados esperados.

Los logros más extraordinarios nunca ocurren sin la participación activa y el apoyo de muchas personas. Si la meta es un desempeño superior, lo mejor es apostar por la cooperación y tomar decisiones de manera compartida.

4) Preocuparse por los demásNo damos lo mejor de nosotros cuando estamos aislados. No logramos cosas extraordinarias trabajando solos, sin apoyo, sin aliento y sin la ayuda de los demás". No me importa si le agrado a la gente, sólo quiero que me respeten". Tonterías! En el corazón del liderazgo hay cuidado y preocupación auténticos por las personas.

Cuando las personas trabajan con líderes que se preocupan por ellas y que las alientan, se sienten mejor con sí mismas. Su auto-estima se eleva. Estos líderes liberan el espíritu de las personas, las inspiran a ser más de lo que alguna vez pensaron posible. Y esa, puede ser nuestra misión más importante como líderes.

Cuando un líder se dedica a los demás y les ayuda auto-corregirse y desarrollarse, les está dando un valor. Es este sentimiento de sentirse valorado lo que crea el ambiente que promueve el crecimiento en la gente, y que produce mejores resultados en toda la organización.

Palabras claves: estilo de dirección, estilo gerencial, rol, función, autoridad, cadena de mando, coaching, delegación, dirección participativa, empoderamiento, empowerment, facultamiento, cultura organizacional, influencia, jerarquía, verticalidad, horizontalidad, línea de mando, responsabilidad colectiva, acuerdos grupales, distribución de tareas, colaboración, cooperación, participación, saber compartido, interdependencia, sinergia


Soy un ser amable y lleno de ambición, soy una persona alegre.  Me siento libre.


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