También conocido como paradoja de la negación, este concepto fue propuesto en los años cuarenta por el filósofo alemán Carl Hempel (1905 – 1997) para ilustrar la tendencia a confirmar nuestras ideas previas.
Se trata de una especie de fallo cerebral por el que la intuición humana es incapaz de asumir un razonamiento lógico.
El enunciado sería así: ver un limón amarillo debería aumentar tanto nuestra certeza en la afirmación “todos los cuervos son negros” como ver al pájaro en cuestión, ya que la fruta “no negra”, es, por decirlo así, un “no cuervo”. Y sin embargo, no llegamos a esa conclusión.
Los perjuicios, por ejemplo, se forman debido a la paradoja de Hempel: si pensamos que “todos los (…) son delincuentes”, nos dedicaremos a buscar personas de esa nacionalidad que han cometido un crimen, ignorando a los individuos inocentes, cuando estos desmentirían la generalización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario