martes, 17 de septiembre de 2013

EL DEBER SER

EL DEBER SER
El Deber Ser tiene cien ojos que nos hacen que al mirar nos juzguemos sin clemencia, nos culpemos sin piedad.
Cien ojos como cien hachas, cual cuchillas y aguijones puntas de filosas lanzas que envenenan y corrompen.

El Deber Ser encadena el Espíritu y la Mente nos desata los demonios y a los miedos nos somete.
Obscurece la conciencia, nos roba la libertad nos tortura y martiriza, nos arrebata la Paz.

El Deber Ser nos mantiene presos y bajo control de los tiranos más crueles, enemigos del Amor.
El Deber Ser anestesia, la verdadera pasión asfixiando lo que somos, asesina la Intuición.

Esto nos tuerce el Destino, nos deforma la visión y nos roba el Paraíso y nos condena al dolor.
Escuchar el Deber Ser es condenarse al vacío vivir en perenne Infierno y entregarse al sinsentido.

Vivir bajo el Deber Ser es someterse a la culpa renunciando a lo que somos y a no conocernos nunca.
El Deber Ser nos oculta, nos mina, nos resquebraja nos fragmenta y nos impide escuchar la voz del Alma.

Desde el Deber Ser miramos nuestro lado más oscuro nos sumergimos en él, desde ahí vemos el mundo.
Nos juzgamos y juzgamos a los otros con dureza con una enorme ignorancia, con infinita soberbia.

Hay una sola manera de librarse de este horror ver con los ojos del Alma, con los ojos del Amor.
Es mirando con Sus ojos que la Verdad se revela y que el lado luminoso resplandece y nos libera.

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