jueves, 26 de septiembre de 2013

EXCUSA RAZONABLE

La excusa usualmente será razonable para la persona que la produce en cuanto a que justifica en su pensamiento las ideas que emite. Las excusas son uno de los principales condicionantes LIMITANTES del comportamiento humano, porque inhiben el proceso de desarrollo.
Las excusas aparte de paralizar, de no dejar mover a las personas luego de tener una idea, un propósito, una motivación por algo que los llevará a situaciones mejores, tienen la “explicación perfecta” que justifica por qué es mejor no hacer lo que se tenía planeado, racionalizando así una conducta nociva para no sentirse culpable por no hacer algo que se sabe, debía realizarse.
La excusa tiene la “explicación perfecta” que permite que cierto tipo de vicios en el comportamiento permanezcan pues racionaliza con explicaciones de peso algo que no tiene explicación. Así por ejemplo alguien deja de hacer algo por pereza (terrible y mortal vicio) pero difícilmente quien cohabita con la pereza reconocerá que es un perezoso y que le ha dado paso a la holgazanería, sino que con un discurso estructurado y hasta de peso para los oídos de quien lo dice, explicará las razones que le impidieron hacer aquello que supuestamente quería realizar, pero jamás definirá eso como pereza.
De esta manera supuestamente “calma” esa voz interna que sabe las razones ciertas que lo limitaron y condicionaron. Es una especie de autoengaño vil y obstructivo que no percibe o no quiere reconocer quien lamentablemente ha permitido las excusas como algo normal en su estilo de vida. Así se ha liberado de reconocer un conducta nociva que lo está destruyendo, en este caso no reconocerá que aquello que lo detiene es su conducta proveniente de su ser perezoso y holgazán.
Las conductas viciosas como la pereza, la holgazanería, dejar para después, tienen como principal aliado al “huésped”, a la persona que las permite, que les ha dado permiso de anidar en su ser, sin notar, sin percibir que eso será una de sus más grandes frustraciones pues el hecho de no querer reconocer, de aceptar esa conducta destructiva no le permitirá comprender porqué muchas de las realizaciones que anhelan en su vida no se dan ni se darán.
Conversar con una persona en estas circunstancias parece un caso perdido dado que siempre tendrán una “EXPLICACIÓN” que justifica por qué pasa lo que pasa y así simplemente defenderán su posición lo que les llevará a petrificarse, paralizarse en su condición que tenderá a agravarse con el tiempo. Agravarse en el sentido que a la única parte que esta conducta llevará a esta persona es a la frustración.
Es interesante observar cómo se comporta quien permitió que la excusa anidase en su manera de actuar pues son personas que al parecer saben lo que quieren, pero tiene la o las excusas perfectas, razonables que ·”explican” por qué eso que desean no puede hacerse, lo que los puede llevar a sufrir internamente. No notan que lo que están haciendo es defender un estilo de vida pobre, perezoso y tendencioso a no hacer nada.
Mientras tengan cómo mantener su estilo de vida, siempre seguirán justificándose (excusándose) para no hacer. Es posible que sólo se muevan cuando la situación lamentablemente los lleve a eso.
Superar esta situación o no caer en ella (nadie está exento de verse envuelto en estas situaciones) supone gran madurez, perspicacia en su nivel de pensamiento, para poder identificar estas oscuras conductas que inutilizan la grandeza que hay en cualquier ser humano.
¿Por qué si siendo tan nocivas las excusas son tan populares, tan permitidas?
Básicamente porque cuando esto viene de adentro de nosotros mismos lo consideramos como normal. Rara vez identificamos un pensamiento negativo si es producto de nuestro propio razonamiento. Se identifica un pensamiento negativo básicamente cuando es fuerte y van contra “nuestros” principios, o las realidades latentes que confrontan la conducta, aunque lamentablemente se da que se arreglan los principios a cada quien, lo que permite el actuar tranquilamente independientemente de lo cuestionable de lo que puedan ser los PRINCIPIOS ACOMODADOS a las necesidades particulares de cada quien.
Cuando comenzamos a falsear las razones por las cuales no hicimos algo para salir bien librados de una situación en lugar de asumir responsabilidades a pesar de lo que ello implique es el inicio de una conducta paralizante que he denominado LA EXCUSA RAZONABLE.
Las mentes ociosas son malas consejeras”, mentes sin nada que hacer, sin ocupaciones (así tengan mucha información) vacías de contenido “sustancial” pueden llevar y de hecho llevan a perderse a una persona. Educar al pensamiento con información sana que dilucide el criterio es una de las maneras para comenzar a identificar este tipo de comportamientos nocivos. También es de imperiosa necesidad “observar” los pensamientos, sometiéndolos a riguroso análisis para que no se pierda en el fanatismo de las ideas fantasiosas, o que patrocinen y secunden ideas maliciosas inclinadas a la excusa. Otra manera seguida de la anterior es definir un norte hacia donde ir y la otra Y FUNDAMENTAL es moverse hacia allá, lanzándose a la acción, no haciendo oídos a esas voces que nos explican claramente las razones de peso (justificación) para no hacer aquello sabemos debemos hacer (EXCUSA RAZONABLE).

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