martes, 7 de agosto de 2012

Las palabras positivas animan


Unas pequeñas palabras pueden hacer una gran diferencia en nuestras vidas y las de quienes nos rodean.
Un “me gusta”, un “te amo”, un “qué bien te quedó”, un “cada día te veo mejor” o un simple “gracias” pueden hacer que el día sea mejor.
Intentemos ser conscientes de la importancia de escoger bien las palabras. De expresarnos de forma positiva. Nuestras vidas serían mucho mejor.
De niñas dependemos totalmente de nuestros padres, pero nos acercamos y comunicamos en especial con nuestras madres. Un día llega un tiempo en nuestra vida en que creemos que lo sabemos todo y que no necesitamos de su guía. Sin embargo, como adultos, las circunstancias nos llevan a buscar constantemente de nuevos consejos, ya sea de la madre, de alguna amiga, incluso a leer libros que nos ayuden y la mayoría de orientación y/o consejo se refiere a como mejorar un matrimonio o las relaciones de noviazgo o las relaciones libres.
Muchas de las ideas y los consejos nos pueden parecer repetitivas y hasta puede ser cansador escuchar lo mismo, sin embargo para muchas mujeres es necesario escuchar una y otra vez las mismas frases, porque muchas mujeres necesitan “repasar” una y otra vez lo que escuchan, hasta gravarse en la mente que si es posible cambiar, que si es posible mejorar una relación antes que esta se deteriore.
¿Cuántas veces nos vamos al descanso enojadas, sin haber terminado una discusión? Dejando para mañana terminar o aclarar algún punto con su pareja, amanecen el nuevo día con el sabor amargo de la discusión de “ayer” y de paso, abrigando cóleras que no terminan de sacar. ¿No sería mejor, más fácil y saludable para la relación, que de una vez por todas se den cuenta que la decadencia de una relación se debe a eso, a dejar puntos importantes para aclarar “después”?
Lamentablemente no existe una formula que nos de las claves exactas para una buena y duradera relación, sin embargo sí existen las claves simples que no necesitan de una formula, ni de mucho sacrificio, ni siquiera necesitan de humillarnos para conseguir el afecto de nuestra pareja, antes de iniciar una relación, debemos poner en practica los buenos modales que nos fueron enseñados en nuestro hogar, para dar un ejemplo, no dejar pasar un día sin decir un “gracias”,asegurarnos de compartir una frase que le haga sentir al otro que es apreciado, muchas veces esto tiene una reacción en cadena, casi siempre, cuando decimos un “te amo” un “te quiero” en una invitación para que el otro nos responda “yo también te amo”, “yo también te quiero” y si se hace un habito, pasará a formar parte de las cosas importantes de la familia.
Las palabras hacen una gran diferencia, los resultados pueden ser negativos o positivos; por supuesto preferimos los positivos, el agradecer, el decir te amo, te perdono, que bien te ves con ese corte de pelo, gracias por la comida, gracias, gracias, gracias… una palabra ten simple pero que tiene un gran efecto positivo.
Aun así, con frecuencia nos olvidamos de dar gracias, se nos olvida que debemos agradecer por lo que tenemos, por que logramos y no por lo que no tenemos, una palabra, un gesto, un detalle, aunque no sea un fecha especial, sin protocolos, sin romanticismo extremo, una corta expresión de amor, una, una sola tiene el poder de cambiar nuestro día dramáticamente, de nuestros padres, de nuestra pareja, de nuestros hijos y hasta de la señora de la tienda de la esquina.
Sin olvidarnos que existe una fuerza mayor, omnipotente a quien debemos agradecer sus bondades y su amor infinito, dar gracias a Dios una vez, tan sólo una vez al día iluminará nuestras vidas.
¿Diste gracias el día de hoy? ¿Expresaste tu amor a tus seres amados el día de hoy? ¿Qué estás esperando?

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