jueves, 9 de agosto de 2012

Las suposiciones de la vida nos limitan


Nuestras suposiciones limitan nuestras posibilidades.
 Lo que suponemos acerca de nosotras mismas.  Lo que los demás suponen de nosotras.  Lo que suponemos de ellos.  Lo que suponemos que podremos hacer y lo que no lograremos realizar…
Las suposiciones limitan innecesariamente nuestro crecimiento como mujeres. Podemos realizarnos, podemos alcanzar sueños y metas, pero para ello debemos deshacernos de las dichosas suposiciones.
¿Cuántos viven a costa de las suposiciones de la vida?
¿Cuántos son infelices porque las cosas no son como piensan que deberían de ser?
Simplemente crecemos en un mundo de etiquetas con uso exclusivo de sólo cuatro colores primarios. No sabemos que con ellos podemos crear múltiples colores más… Vivimos en un mundo sesgado.
Nos meten en la cabeza ideas de que el mundo es redondo y que no hay otra forma de imaginarlo, que nuestros gustos son feos, nuestras ideas malas y que ser espontáneo es peligroso. Nos hacen creer que sólo con los de nuestra propia raza, género y estatus social podemos conjeturar, pero entonces ¿dónde queda nuestro ser individual, nuestros gustos y derechos como mujeres y seres humanos?
Nos quejamos porque nuestros padres no son como los padres ideales y perfectos que vemos en los anuncios, las películas y los libros.
Lloramos porque el hombre o la mujer que nos llega no es lo que esperábamos. No es un príncipe, ni una princesa. Sino un ser esencial…
Porque el auto que nos dieron no es de lujo y la casa en que vivimos no es un palacio.
Porque nuestros hijos no son como los de la vecina y nuestro perro no es como el del ministro…
  • Amamos, pero no lo decimos.
  • Anhelamos, pero no pedimos.
  • Somos infelices, pero no cambiamos.
  • Vivimos con prisas, pero no organizamos.
  • Somos pobres y no buscamos la riqueza.
  • Queremos más, pero tenemos demasiado.
  • Amamos a quien nos ignora, pero despreciamos a quien nos observa.
  • Compramos de marca y las lucimos. Pero cuando nos obsequian algo de segunda y lo escondemos.
  • Nos enamoramos de quien no es como nuestra familia ni como la sociedad nos dicta.
  • Vivimos a costa de nuestros ideales, pero no los perseguimos.
  • Nos miramos al espejo y luego nos preguntamos de quién es el reflejo.
Si estas cosas te suceden, entonces, ¿por qué sigues girando en torno a las suposiciones de la vida y no miras qué es lo que de verdad anhelas?
¿Por qué no empiezas a perseguir aquello que un día guardaste en la caja de recuerdos olvidados?
¿Por qué buscas hacer feliz a los demás y a ti no?
No es cuestión de egoísmo, sino de individualidad. Debemos buscar la felicidad, intentar trascender y realizarnos como las mujeres completas, valiosas y capaces que en realidad somos.
Eres mujer, eres bella, decidida, especial… fuiste escogida para ser madre, tía, abuela, hermana, novia, esposa y amiga… no eres cualquier cosa, tú puedes alcanzar tus sueños.

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