sábado, 25 de agosto de 2012

¿VIVIR SIN MIEDOS?... LIDERAZGO PERSONAL


La capacidad de saber guiar la propia vida, de mejorarla y enriquecerla la llamaremos "LIDERAZGO PERSONAL". Sin ella, todos nuestros movimientos no tienen dirección definida: ¿qué le pasaría a un coche que avanza sin saber dónde se dirige? Debemos dirigir nuestra vida si no queremos que otros la dirijan por nosotros.
El liderazgo es hacer las cosas correctas y la administración es hacer las cosas bien.
LIDERAZGO + ADMINISTRACIÓN = Hacer bien las cosas correctas                 


El liderazgo personal       
            Ejercer el liderazgo personal es la clave de nuestra libertad. Una persona es más libre cuántas más decisiones importantes toma.
Ejercer el liderazgo personal nos ayuda a no dejarnos llevar por las presiones de la publicidad, de la sociedad, de nuestros impulsos... Aprender a dirigir nuestra vida es un proceso que no se acaba nunca. El liderazgo personal es un rol que todos desarrollamos de una manera u otra. Incluye, por ejemplo:
- Saber lo que queremos. "¿Qué quiero realmente para mí?" es la pregunta clave.
- Aclarar lo que nos motiva, nuestras expectativas, nuestras intenciones.Nuestros deseos pueden ser confusos, contradictorios, ambiguos o implícitos (no conscientes). Las direcciones que tomamos en nuestra vida pueden cambiar con el tiempo, por ello, es aconsejable reconocer a tiempo las necesidades de cambio.
"No hay ningún viento favorable para aquel que no sabe a qué puerto se dirige", Schopenhauer.
- Aclarar por qué hacemos lo que hacemos. ¿Por qué hacemos una cosa y no otra? Establecer un por qué nos ayuda a dar un SIGNIFICADO a nuestros actos. La clave de conducir está en no desviarte de tu camino. Aprender a ejercer la voluntad de seguir una determinada dirección y automotivarnos a seguirla es tan importante como escogerla.
-Una vez sabemos lo que queremos hay que escoger un orden de prioridades. Lo primero debe ser lo primero, si conocemos lo que es esencial conoceremos lo que es superfluo.
"Lo superfluo no debe pasar por encima de lo esencial", dijo Goethe.                                                
-Los objetivos generales deben de ir acompañados de unos objetivos más específicos. Si no hacemos nada por aquello que queremos conseguir es que en realidad no es tan importante para nosotros.
-Establecer unos métodos para llegar a lo que queremos (un "cómo") y una estrategia (cómo y cuándo hemos de aplicar los métodos).
-Determinar los criterios sobre los que basamos nuestros actos. Existe siempre una filosofía detrás de toda acción, una misma filosofía que se repite a través de muchas acciones nos lleva a una filosofía o ética vital."Un líder es un filósofo en acción", asegura Antonio Medrano.
- Ser consciente de los modelos aceptados socialmente y de su posible influencia en nosotros mismos y en los demás. La vida de Gandhi, de Einstein, de la Madre Teresa de Calcuta o personas conocidas nos pueden inspirar y guiar.
- Saber distinguir los medios de los fines. Los instrumentos que utilizamos para vivir mejor no tienen que utilizarnos a nosotros. Compramos el coche para ahorrar tiempo, pero no contamos todo el tiempo que hemos de dedicar a trabajar para comprarlo y mantenerlo.
- Hacernos preguntas, reflexionar. "Las preguntas son la semilla del conocimiento" (Francis Bacon). La reflexión nos permite aprender de los errores y formarnos opiniones propias. La alternativa es dejar que los medios de comunicación o personas influyentes piensen por nosotros.
- Saber medir las fuerzas y descubrir las posibilidades y los límites de cada cosa, situación o persona (incluidos nosotros mismos). Para ello, es necesario aprender a ver la realidad. A veces confundimos nuestros deseos con la realidad, nos dejamos llevar por ilusiones, fantasías o autoengaños.
- Tener mecanismos de autocontrol. La retroalimentación es necesaria siempre para comprobar si vamos en la dirección correcta. Alguien dijo una vez que "la eterna autovigilancia es el precio de la libertad". La libertad requiere que estemos atentos, la clave de conducir está en no desviarnos del camino.
PARA NO SER ESCLAVOS DE FACTORES EXTERNOS O INTERNOS, SE HACE INDISPENSABLE QUE CADA UNO CONSTRUYA SU PROYECTO VITAL GRATIFICANTE, UN RETO ESTIMULANTE AL CUAL SE ORIENTEN NUESTROS OBJETIVOS Y NUESTRAS ACCIONES.  

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