¿Triste, nervioso o irritable?

¡Cuidado! Puedes padecer el Síndrome de Burnout

Si en algún momento de tu carrera profesional te sientes frustrado, sin ganas de seguir, no importando cuánto disfrutes tu trabajo, se puede deber a la presencia del Síndrome de Burnout, mal que surgió en Estados Unidos a mediados de la década de los setenta, para definir el proceso de agotamiento o pérdida de energía que experimentan los profesionistas como resultado del estrés o frustración. Actualmente, engloba el agotamiento físico o emocional intenso; una fase avanzada de estrés laboral que puede llegar a incapacitar totalmente a un individuo. La persona que es presa de este síndrome generalmente se da cuenta que algo no funciona bien en su trabajo, por lo que le invade un sentimiento de fracaso y sufre síntomas de ansiedad y depresión, incluso puede llegar a pensar que tiene problemas físicos.

Características

* Pérdida de concentración en el trabajo

* Abuso en el consumo de drogas: café, alcohol, tabaco, fármacos, etc.

* Sentimientos persecutorios

* Distanciamiento afectivo, aburrimiento, actitud impaciente e irritabilidad

* Crisis de ansiedad y angustia

* Fatiga, cansancio, debilidad y agotamiento

* Insomnio

* Autoevaluación negativa

* Dolores de espalda o malestar general

* Disminución del rendimiento laboral

Quien padece el síndrome de Burnout puede tener consecuencias graves, como enfermedades físicas, alcoholismo y drogadicción, entre otros. Si permanece con el mal por largos periodos, las consecuencias pueden ser fatales, como sufrir un ataque al corazón y hasta el suicidio. La atención a tiempo y adecuada es indispensable.

Cura y prevención

De acuerdo con los expertos, para librarse de esta afección el paciente deberá, en primer lugar, identificar el origen o las causas.

Por ejemplo, si el problema se origina por exceso de trabajo, un descanso y una buena administración del tiempo, así como realizar actividades de esparcimiento --leer o practicar algún deporte-- ayudarán a evitar que el síndrome se vuelva crónico.

Aunque no existe un tratamiento simple y general para prevenir o tratar esta afección, es necesario saber que si el estrés perturba de manera importante tu vida, debes solicitar ayuda profesional con la finalidad de conseguir un equilibrio a través del desarrollo de habilidades y cambios de conducta para identificar, enfrentar y superar las limitaciones que te provocan ese malestar.