Éste es el momento en que disfrutas o no disfrutas de la vida. Lo que piensas influye en cómo te sientes físicamente ahora y también crea tus experiencias de mañana.
Si te angustias por cada nimiedad y haces montañas de granos de arena, jamás encontrarás la paz interior.
Actualmente se habla mucho del estrés. Todo el mundo parece estar estresado por algo.
El estrés parece ser una palabra de moda y la utilizamos hasta el punto que creo que se ha convertido en una forma de evasión:
“Estoy muy estresada”, “Esto es muy estresante” o “Todo es estrés, estrés y estrés”. Creo que el estrés es una reacción de miedo ante los constantes cambios de la vida.
Es una excusa que solemos utilizar para no responsabilizarnos de nuestros sentimientos. Si podemos echarle la culpa a algo o alguien externo, representamos el papel de víctima inocente. Ser la víctima no nos ayuda a sentirnos mejor, ni tampoco cambia la situación.
A menudo nos estresamos porque confundimos nuestras prioridades. Muchas personas creen que el dinero es lo más importante en sus vidas pero eso no es cierto.
Hay algo mucho más importante y valioso para nosotros, sin lo cual no podríamos vivir.
¿Qué es?
¡Nuestra Respiración!
Nuestra respiración es el bien más valioso de nuestras vidas y, sin embargo, damos por hecho que cuando exhalemos volveremos a inhalar. Si no volviéramos a hacerlo, no dudaríamos ni tres minutos.
Si el poder que nos ha creado nos ha dado suficiente aliento para vivir tanto como nos toque vivir, ¿no podemos confiar en que también se nos proporcionará todo lo que necesitamos?
Cuando confiamos en que la Vida se ocupará de nuestros pequeños problemas, el estrés se desvanece.
No tenemos tiempo para malgastarlo en pensamientos o emociones negativas, porque eso sólo crea más de lo que no quieres.
Si estás haciendo algunas afirmaciones positivas y no obtienes los resultados deseados, revisa cuántas veces al día te permites estar mal o desanimado.
Estas emociones probablemente sean lo que te está frustrando, lo que está retrasando la manifestación de tus afirmaciones y deteniendo el flujo de cosas buenas.
La próxima vez que te des cuenta de lo estresado que estás, pregúntate qué es lo que te asusta. El estrés no es más que miedo, así de sencillo.
No has de temer a la vida ni a tus emociones. Descubre lo que estás haciendo para crear ese temor en tu vida. Tu meta interior es alcanzar júbilo, armonía y paz.
No es posible tener estrés y armonía interior al mismo tiempo. Cuando estás enPAZ, haces una sola cosa a la vez y no dejas que las cosas te afecten.
Cuando te sientas estresado, haz algo para liberar el miedo: respira profundo o ve a dar un paseo para airearte. Afirma para tus adentro.
“Soy el único PODER en mi mundo,
Y creo una vida pacífica, amorosa, dichosa y plena”
Quieres avanzar en la vida sintiéndote seguro. No le des a una palabra sin importancia como el “estrés” demasiada fuerza. No la utilices como excusa para crear tensión en tu cuerpo.
Tú eres el único pensador en tu mente y tus pensamientos son los que crean tu vida.
Entrénate pensando cosas que te hagan sentir bien. De ese modo siempre estarás creando tu vida de la dicha y en la dicha.
La dicha siempre trae más razones para ser ¡FELIZ!.
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