miércoles, 9 de febrero de 2011

¡Cambia el guión!

A veces, cuando una persona intenta tener éxito, no logra resolver ciertos problemas claves en su vida. O no logra superar algunos obstáculos para llegar a su meta. Y esto, pese a que ha realizado las sugerencias comprobadas para triunfar que nosotros y muchos autores señalan. Es necesario tener en cuenta dos factores muy importantes para abordar las situaciones problemáticas.
 
Se debe tener un recto juicio respecto de la naturaleza del problema y la necesaria habilidad para concentrarse. Así se puede lograr en gran parte lo que se persigue. Algunos problemas podrán ser resueltos en forma total y otros serán más llevaderos aunque temporalmente queden sin resolver.
 
Con este recto juicio queremos decir que el problema o situación haya sido sinceramente reflexionado y abordado. Es muy común buscar justificaciones, culpar a los otros, intentar cambiar el medio o a los demás u otros comportamientos. Con ellos, se elude la propia responsabilidad. El cambio tiene que ser hecho en ti mismo, por ti mismo y para ti. Si no quieres seguir recibiendo las mismas dificultades en tu vida, eres tú el que debe cambiar de comportamiento para que el futuro no repita el pasado.
 
¿Cuántas personas caen una y otra vez en lo mismo? Una mujer que cuando niña fue maltratada por su padre, quizás se case con un hombre que la siga maltratando. Y una vez que se libera de él, puede volver a tener una pareja que le dañe. Esto es sorprendentemente común. Un cliente llegó a mi consulta quejándose del maltrato recibido en su lugar de trabajo, que era muy similar al que obtuvo en otros tres lugares donde se desempeñó. Es decir, las personas llevan en realidad consigo las consecuencias de sus propias acciones. Intentan cambiar a los demás, sin darse cuenta que son ellos los causantes y los que deben cambiar. Si no quieres que la obra de teatro de tu vida se siga repitiendo, ¡tienes que alterar el guión! Y basta que un solo protagonista haga una pequeña modificación, para que en el futuro se produzcan grandes cambios.
 
Tú puedes hacerlo. No dependes de nadie. Es tú decisión tener una actitud mental distinta, pensamientos y emociones diferentes, que te llevarán a acciones diferentes y, por lo tanto, a un futuro distinto.
 
Considera que toda acción en el mundo físico tiene un origen multidimensional anterior. Quiero decir que hay ideas y pensamientos, los que generan tomas de decisiones (o indecisiones), reacciones emocionales, reacciones bioquímicas en tu organismo, para producir finalmente actos en el mundo concreto. No basta con abordar una situación solamente desde una dimensión. Hay que investigar desde cuando y desde donde provienen las causas. Qué emociones y pensamientos les han dado origen. Situaciones que se te repiten en el mundo son producto de pensamientos y emociones que a ti se te repiten, quizás por muchos años. Si los cambias, tu mundo cambiará.
 
Imagínate diferente, alimenta tu mente de nuevos pensamientos constructivos, positivos y esperanzadores. Llena tu vida afectiva de emociones bellas y elevadas. Cultiva una alegría interior, optimismo, confianza en ti mismo. Proyecta nuevas ideas y acciones. El pasado no tiene por qué repetirse y todo es posible de mejorar. Cambia el guión y tu vida será mejor. Incluso, si te equivocas, aprenderás de la experiencia para hacerlo cada vez mejor y tu sabiduría irá aumentando.

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