martes, 15 de febrero de 2011

¿Por qué es difícil ser positivo

Miles de investigaciones de todo el mundo demuestran lo valioso que es mantener una actitud mental positiva. Reporta muchos beneficios, entre otros, mejor salud, más rapidez de recuperación en caso de accidentes, más años de vida, mejor calidad de vida, aumento de oportunidades de negocios, mejores relaciones personales, solución más rápida de conflictos, etc.
Abunda la literatura destacando la importancia de la actitud positiva. Incluso en nuestra Revista Ser Feliz hemos publicado numerosos artículos al respecto. La gente reflexiona estas ideas y las encuentra buenas. Sin embargo, la gran mayoría no habrá cambiado de actitud por esto. Muchos seguirán incluso con actitudes negativas, pesimistas y derrotistas.
Es que no es fácil mantener una actitud positiva. Para lograrlo, es conveniente saber algunas de las causas que lo impiden y conocer algunas “Técnicas de Éxito Seguro” para cambiar.
Un factor poderoso que dificulta el cambio es que habitualmente predomina la negatividad y el pesimismo en el medio que nos rodea. Pareciera ser que la mayoría de la gente cultiva una actitud mental negativa casi permanente. Los medios de comunicación se dedican a destacar las pocas malas noticias que consiguen reportear y pasan por alto le enormidad de buenas noticias, provocando en todos nosotros una grave distorsión de la realidad.
Inicialmente es más cómodo ser negativo y culpar a los demás de lo que sucede. Si alguien se queja de su familia, del gobierno o de Dios, entonces transfiere el esfuerzo del cambio a los otros, son los demás los que están mal y equivocados, son los otros los culpables de la situación, por lo tanto, son ellos los que tienen que hacer algo. Mientras, la víctima permanece inerte sin esforzarse. Se gasta menos energía y es más cómodo permanecer así. Sin embargo, después de un tiempo, al dejar el control de su vida a los demás, la vida se torna difícil y desagradable.
La sociedad de consumo impulsa a las personas a fijarse en lo que les falta y no en lo que poseen. Y siempre habrá algo más que se desee tener, siempre parecerá que los demás tienen algo mejor. El prado del vecino habitualmente parece estar mejor que el nuestro.
No basta pues con pensar en tener una actitud positiva, porque en el clima de nuestro entorno generalmente hay negatividad y porque es más cómodo permanecer culpando a los otros. Hay que combatir el hábito de la negatividad o de la inercia. Y modificar un hábito requiere un esfuerzo inicial. Una vez que se ha establecido el nuevo hábito, se requerirá muy poca atención y esfuerzo para mantenerlo.
Es preciso saturar la mente con positividad para formar este nuevo hábito que debe forjarse en el subconsciente. Te entrego aquí una lista de sencillas acciones y de resultados seguros:
  • Construye una lista de diez frases positivas para ti y léelas todos los días.
  • Cuenta tus bendiciones. Cada día hay algo positivo y hermoso que la vida te regala.
  • Haz un inventario. En ti hay muchas cualidades y experiencias positivas. Realiza una lista de ellas y léelas una vez a la semana.
  • Identifica tus debilidades. Como todos, tienes algunos defectos o careces de algunas cualidades. Sin embargo, todo es posible de superar y esas carencias son una oportunidad para seguir aprendiendo y superándose. Haz un plan concreto para superar tus debilidades.
  • Sonríe. Comienza el día con una linda imagen de ti. Mírate al espejo y sonríe, repitiéndote algunas de tus afirmaciones positivas. Cada vez que te acuerdes durante el día, sonríe, estés solo o acompañado.
  • Elogia sinceramente. Permanece siempre alerta para destacar de alguna manera las acciones positivas de otra persona.
  • Irradia positividad. En cada conversación, procura lanzar al mundo frases positivas y estimulantes.
  • Dale color a tu vida. Utiliza colores alegres y cálidos en tus vestimentas, en tu lugar de trabajo y en tu hogar. Anaranjado, rojo y sus variantes, son colores estimulantes.

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