Esto requiere que manejemos el tema, sin proponer constantemente posturas antagònicas o contrarias a las expuestas, es decir, se trata de utilizar otros caminos para llegar al objetivo deseado.
La idea expuesta por el otro ha de ser pulida, manejada y enfocada hacia el fin que nos interesa sin machacarla desde un principio.
Estos nuevos enfoques suponen y configuran una mentalidad abierta, dispuesta a tener en cuenta, todos los nuevos ángulos y perspectivas de una misma cuestión o tema. comenzando por el respeto que merece la opinión y dignidad de los demás.
Tenemos que tener en cuenta dos cosas, al pensar y exponer nuestras ideas en cada momento:
· Cada persona tiene siempre razón
· Nadie tiene razón. Aunque esto parezca contrario, no lo es.
Cada uno de nosotros, siempre cree que tiene razón, las propias experiencias, conocimientos y estados emocionales, hacen que cada uno elabore sus propias conclusiones. cuando hablamos con otras personas, esto debe de tenerse en cuenta.
Ahora bien, como cada uno tiene razón dentro de su propio contexto, las opiniones no pueden tomarse de forma absoluta, sino referidas al punto de vista, experiencia y conocimiento de cada persona.
Por lo tanto, si somos capaces de dejar a un lado nuestra actitud arrogante, que nos mueve a pesar que debemos imponer nuestras ideas a los otros porqué son las correctas y los otros están equivocados, es posible que lleguemos a enriquecer nuestras opiniones con las conclusiones derivadas de las opiniones de los demás y lleguemos a una verdad màs alta que los demás se disponen a entender y aceptar también.
Si no sucede esto llegaremos posiblemente a la disputa, a la pelea y a la intransigencia y por tanto, a la no-comunicación.
Así podemos decir que : “la discusión iguala a los sabios con los tontos y los tontos lo saben”
Resumiendo, en la comunicación, buscaremos:
Ø Todos los aspectos en los que se pueda establecer un rápido acuerdo
Ø Nos apoyaremos en el vocabulario para poder conseguir la finalidad que pretendemos, un mensaje claro y breve
Ø Sin dar rodeos al hablar, esto despista y aburre
Ø Sin adornar con cumplidos innecesarios el diálogo, esto provoca irritabilidad o desconfianza
Ø Las palabras se deben pronunciar de forma clara y precisa.
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