Tendrás más éxito en tu vida si espantas de ella a la ira. Habla con amabilidad. Si tienes molestia por algo, posterga la conversación para cuando estés tranquilo. Si aún así te exigen hablar, entonces puedes decir: "ahora estoy enfadado(a) y podría decir palabras que no quiero, espérame un tiempo y conversamos cuando tenga más serenidad".
Procura hablar más de lo que los otros quieren o les interesan y hablar menos de lo que los otros no quieren oír o no les interesa.
Recuerda que la crítica apaga a las personas. En cambio, la simpatía las enciende.
Cuando sientas que estás criticando o juzgando al otro, recuerda esto que le pasó al famoso filósofo e historiador griego Plutarco. Un día caminaba junto a un grupo de sus discípulos con un calzado muy fino, bonito y bien hecho. Entonces, uno de sus alumnos le dijo lo hermoso que era su calzado. Plutarco le dijo: --sí, pero solamente yo sé lo que me aprietan los zapatos y dónde me aprietan.
Vencer en una discusión es una ilusión. Ambos contrincantes pierden. El que "gana", adquiere un enemigo que consciente o inconscientemente procurará vengarse de la humillación.
SINCERIDAD
Me asombra que casi toda la gente, al menos en mi país, no es sincera. Dice una cosa, pero piensa otra. Todos están acostumbrados a ello, de modo que cuando alguien habla, el otro está tratando de interpretar lo que dice. Ya tiene el programa subconsciente de hacerlo, pues da por sentado que la otra persona oculta algo.
De este tema hablé en una conferencia este sábado. Personalmente soy siempre sincero: digo lo que pienso. Es increíble lo simple que es, la poca energía que se gasta. La mayoría tiene que gastar bastante fuerza mental para disimular lo que piensa, para expresar lo que no siente, para aparentar tener sinceridad. Es más fácil hablar en directo, sin dobleces. A veces, eso sí, es doble trabajo para el oyente quien hace desesperados esfuerzos para investigar qué es lo que quiero decir realmente. Y luego descubrir que lo que dije, es lo que pienso.
Las comunicaciones serían más fáciles si existe sinceridad. Con el tiempo, las personas cercanas en las relaciones terminan por aprender que dices lo que piensas, simplemente. Entonces comienzan a tener confianza. Saben que tu sí es sí y que tu no, es no. Se construyen relaciones mucho más sólidas. Amistades verdaderas.
La palabra "sincera" fue inventada por los romanos. Ellos fabricaban vasos de una cera especial. Esa cera era normalmente opaca.
Pero con el tiempo, aprendieron a fabricar vasos con una cera más pura y perfecta, de modo que los vasos se volvían transparentes. En algunos casos se llegaba a distinguir un objeto y su color, al colocarlo en el interior del vaso. Los romanos, cuando veían un vaso así, lo encontraban fino y lindo. --¡Parece que es sin cera!
El vocablo pasó a tener un significado mucho más elevado. Sincero es aquél que es franco, leal, verdadero, que no oculta, que no tiene disfraces, malicias o disimulos.
Una persona sincera, a semejanza del vaso, deja ver a través de sus palabras los nobles sentimientos de su corazón. Sinceridad es una palabra dulce y confiable.
Construye relaciones más sinceras, y tendrás una vida de más éxito y felicidad.
LAS DOS CLAVES PRINCIPALES DEL EXITO
He estudiado a miles de personas de éxito del mundo, tanto en lo material como espiritual. He practicado miles de técnicas de éxito (soy una persona de éxito). He enseñado a miles de estudiantes en los cinco continentes a tener una vida mejor. ¿Cuáles son las dos principales claves del éxito?
1. Saber exactamente lo que se quiere. Defina al máximo detalle las metas de su vida. Pregúntese QUE, QUIEN, CUANDO, COMO, PARA QUE, POR QUE, DONDE. Cuando las tenga bien precisas y escritas, haga una práctica cada día imaginando que ya las consiguió. Su poderosa mente interior le guiará a lograrlas.
2. Tener una actitud mental positiva constante, o al menos, en la mayor parte de la actividad mental.
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