sábado, 22 de junio de 2013

Las Tres grandes fuerzas del Poder

Las Tres grandes fuerzas del Poder
Deseo, Creencias y Expectativas


Como ejercer el poder sobre los eventos de tu vida

Los eventos pueden ser manipulados para resolver los problemas con los que te enfrentas. Puedes cambiar las cosas con las que no estas satisfecho. Desde luego que no esta a discusión el hecho de que no siempre puedes obtener lo que quieres, más también es cierto que puedes ejercer tu poder innato sobre los eventos de tu vida y hacer que las cosas sucedan, tal y como tu deseas de una manera mucho mas frecuente. Para esto, hay que comprender y usar las tres grandes fuerzas del poder, deseo, creencias y expectativas. Antes de que suceda lo que deseas, ha de desear que suceda. Haz de creer que puede suceder. Y haz de tener la expectativa de que va a suceder. Veremos cada una de estas fuerzas y como las puedes poner a trabajar para ti…

La primera fuerza del poder – deseo
Cada manifestación de la voluntad es precedida por el deseo de actuar. Haz de desear algo antes de tomar acción. Para desear algo, haz de creer firmemente que obtendrás una ganancia de ello. Cualquier cosa que hagas, desde el momento en que te despiertas en la mañana hasta que cierras tus ojos para dormir en la noche, se precipita por el deseo. Nada se hace si no hay algún grado de deseo tras si. Desear algo es sentir que habrá algún nivel de satisfacción tras obtener el resultado.
Evitar el dolor deja a mucha gente atorada
Mucha gente se atora en un punto en particular en su vida simplemente porque sienten que hacer un cambio causara incomodidad en alguna medida. Para evitar la incomodidad permanecen en el estado actual de las cosas aunque eso mismo también les cause incomodidad. El refrán “más vale malo conocido que bueno por conocer” expresa claramente la idea. 
Ve como trabaja aquí el sistema de las expectativas. Cuando se espera dolor o incomodidad, la fuerza trabaja para mantenerte alejado de cualquier cambio, aun así el dolor sea imaginario y nunca ocurra. Como todas las cosas, el deseo tiene grados de fuerza. Hay una historia de un discípulo que fue con su gurú un día y le preguntó: “¿maestro, como puedo alcanzar la iluminación?” el viejo sabio gurú le invitó a ir a la orilla del Río Ganges, para que se arrodillara con la cabeza sobre el agua. Entones el gurú puso su mano en el cuello del joven y metió su cabeza dentro de las aguas. Después de un minuto y medio el discípulo se puso frenético. Hizo esfuerzos desesperados por zafarse de su maestro sin lograrlo. Después de dos minutos, cuando sentía que sus pulmones se quemaban, el gurú lo soltó.
Al quedar libre, el joven discípulo tomo aire desesperadamente. El gurú sonrió y le pregunto amablemente, “dime, ¿cual fue tu mas grande deseo hace un momento? Y el joven contestó “respirar” “Ah,” dijo el gurú, “cuando tu deseo por la iluminación llegue a ese grado, ella será tuya.”
Para entender mejor el deseo, velo en una escala ascendente, como un gigantesco termómetro. Al fondo de la escala esta el cero, y en la parte superior, el cien. Cuando tu deseo es débil, cerca del fondo de la escala, Habrá poca motivación para activarte y lograr el objeto de ese deseo. Cuando tu deseo esta cerca del tope superior de la escalonada podrá detenerte en alcanzar la meta. Para aumentar el deseo, visualiza el resultado final de lo que deseas que suceda. 
La segunda fuerza del poder – las creencias
Las creencias son la aceptación mental de que una idea es cierta. Aceptas ideas de los demás, muchas veces, porque son una figura de autoridad. El instalar una creencia en tu mente (normalmente a una edad joven e ingenua) viene sencillamente porque tienes absoluta confianza en esa autoridad (usualmente los padres, o alguna institución religiosa o escolar; otras veces puede ser alguien como un pariente, o incluso, los medios de información). Esta aceptación puede darse aun cuando haya hechos que la contradigan.

El refuerzo de las creencias se da hasta que devienen a ser una parte fundamental de tus esquemas mentales. Para enredar las cosas aun más, ahora las nuevas creencias son tamizadas a través de creencias que pueden ser erróneas. Lo que quiere decir que solo aceptarás información que refuerce tu sistema de creencias. La información que lo contradiga será rechazada.
La tercera fuerza del poder – las expectativas
Las expectativas son un poder en si mismas – tanto que un medico puede prescribir una droga inocua a un paciente, diciéndole que es un potente fármaco y el paciente reaccionara como si en realidad hubiera tomado la verdadera medicina. Ese bien documentado fenómeno es el llamado “efecto placebo”, también conocido como el “efecto expectativa.” 
Desde luego, el efecto placebo no funciona siempre. Si lo hiciera, nadie nos molestaríamos en comprar medicinas. Simplemente usaríamos placebos. Aunque si puede afirmarse que funciona en un porcentaje significativo de casos.
Las expectativas pueden ser una fuerza poderosa en mi vida. ¿Cómo usarlas como una fuerza en ella? ¿Solo porque espero algo bueno va a suceder realmente?
Cuando alguna figura de autoridad que respetas – ya sea un doctor, un maestro, uno de tus padres, o tal vez tu jefe – esas palabras tienen un efecto en los tres niveles, el físico, el mental y el espiritual. Cuando crees en esta figura sin dudas ni reservas, esa expectativa de esa persona sobre ti tiene más probabilidades de que se cumpla. Respecto a tus propias expectativas sobre ti mismo, muchas veces acabas escuchando esa vocecita que te dice “¿estas bromeando?” 

Aquí el truco es convertirte a ti mismo en la figura de autoridad. La expectativa es incrementada cuando mentalmente creas una imagen del evento deseado como si realmente estuviese sucediendo. Esta técnica tiene un doble efecto: te pone el la posición de actuar como tu propia figura de autoridad y refuerza tu experiencia de ti mismo en ese papel. Mientras mas logros vas alcanzando, más confianza en ti vas generando y mejoras en la generación de los escenarios de las cosas que quieres alcanzar. Al seguirte desarrollando como una mejor persona, entras en un CIRCULO VIRTUOSO que se retroalimenta a si mismo.
Para construir las expectativas, crea tus escenarios como que es algo que ya esta sucediendo en la realidad, y mejor aun, ponle fecha de realización. 
 Para ayudarte a cambiar tus expectativas, utiliza el principio de correspondencia – lo que es arriba es abajo, lo que es abajo es arriba. Como sucede con la semilla, sucede con el árbol. Empieza con lo pequeño antes de pasar a lo grande. Si quiere crear un cambio en un amigo, en alguno de tus padres, hijos, conyugue, empieza por cambiar tus expectativas. Ten clara la expectativa de loe deseas que suceda y empezarás a notar cambios en lo que sucede.
 Ten expectativas en una pequeña escala para empezar, y al empezar a suceder las cosas, irás creando expectativas de cosas mayores. Las expectativas son una fuerza que puede y debe ser discutida con las demás. Las expectativas funcionan con toda la gente y en cada nivel – el familiar, en la comunidad, el nacional, y todos. La ley es la ley, lo que sucede a nivel molecular sucede a nivel macro. Cambia tus expectativas y ve cambiar tu realidad, tu mundo hasta el grado que desees que cambie. Y paulatinamente llegaras al lugar al que deseabas llegar.

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