lunes, 17 de junio de 2013

PADRE BUENO.... O.... BUEN PADRE

Nunca han oído la historia de algún antepasado, quizás su papa o su abuelo y sobre lo difícil que se las vieron cuando se casaron, sin  dinero y sin ayuda?

A mi me ha tocado y los oigo hablar de ese pasado con un cierto orgullo por salir adelante solos con su valor y la ayuda de su  cónyuge.

Son matrimonios sólidos, basados en su amor por el otro y en la Convicción de que toda empresa que se quiere sacar adelante implica esfuerzo, y no hay empresa más grande ni más difícil que un buen matrimonio.

Uno podría pensar que si esas personas vieran a algunas de las parejas que se casan ahora, con la casa puesta, el carro en la puerta, el  negocio instalado y toda su vida resuelta, dirían que les toco la mejor  época.

Pero nada más lejos de esto. Los que pasaron por épocas difíciles y  salieron adelante, no quieren olvidar su pasado, sino por el contrario, sienten que fue la base que cimentó lo que han logrado, tanto en lo material como en lo espiritual.

No le quiero decir con esto que fue su mejor etapa, pero si necesaria.
Empezaron solos, con lo que podían en ese momento, sin espejismos, ni subsidios y, aunque esto les causo incomodidades y privaciones, no tomaron una actitud negativa, porque sabían que se tenían el uno al  otro.

Además, le encontraron un sentido a su sufrimiento, palabra inadmisible en nuestros tiempos. Y gran parte de la culpa es de los papas. Como siempre -me incluyo-, no queremos que nuestros hijos pasen incomodidades.

Desde niños los dejamos a la puerta de la escuela para que no caminen, les simplificamos todo para que no batallen y les dejamos muy claro el mensaje: sufrir y batallar no tiene sentido.

Después, cuando estos niños se  casan, los papas les quieren resolver hasta el último detalle.
Si no podían ir de luna de miel... a una playa mexicana, no importa, sus papas les pagan el viaje...! faltaba mas!!!

Si no podían vivir mas que en un departamentito, no importa, sus papas les pueden pagar para una casa o un departamento más grande.

Si solo podían tener un carro para los dos, aprendiendo a compartir y a ceder, no hay problema, sus papas les regalan otro para que no se agobien.

Por querer hacerles el camino fácil, se lo hacen cada vez mas difícil, por que llegara un momento en que papa y mama ya no estarán allí, o si están, no podrán resolver otros problemas más serios.

Son estos niños jugando a casarse quienes, a la primera dificultad en su matrimonio deciden mandarlo todo a volar, porque luchar por sacarlo adelante cuesta mucho trabajo y ellos no están acostumbrados a luchar.

¿Para que?, si todo se les ha dado siempre sin hacer esfuerzo. En el libro The Road Less Traveled (El Camino Menos Viajado) de M.Scott.Peck comenta que la vida es difícil, y una vez que lo sabemos, entonces deja de serlo...

La vida es una serie de problemas. Aceptándolos y resolviéndolos es como el individuo crece.
He ahí la importancia de que nuestros hijos aprendan a resolver sus propios problemas. Tal vez este pensando que eso de resolver los problemas de los hijos solo pasa en las familias acomodadas, que son las únicas que se pueden dar el lujo de mantener otra familia además de la suya.

Pero, excluyendo a los que se encuentran en extrema pobreza, se asustaría si supiera como ayudan los papas de todo tipo de estratos sociales a sus hijos a no sufrir.

Un chofer que conozco desde niño, trabajo durante toda su vida de sol a sol sin faltar un solo dia. Logro acumular un capital estable y comprar su casa y los terrenos de al lado. Ahora que sus hijos se casaron, el les dio un terreno a cada uno y les ayudo a hacer su casa y les da dinero cada vez que puede. El sigue trabajando igual, con la misma filosofía de esfuerzo continuo con la que empezó hace casi cuarenta años.

Tiene una familia muy bonita, que les costo mucho trabajo a el y a su esposa sacar adelante, y el orgullo se le nota. Sus hijos son trabajadores, pero ni remotamente como el. Lo peor de todo esto, es que no  lo hace con mala intención. Si estuviéramos conscientes del daño que hacemos a nuestros hijos al leerles el pensamiento y cumplirles todos sus caprichos, estoy seguro de que no lo haríamos, pero a veces sentimos que es nuestro deber y otras
veces queremos que tengan todo lo que nosotros no tuvimos. Un amigo me comentaba que fue a una cena y un sacerdote les dijo a los ahí presentes, en su mayoría jóvenes matrimonios de muchachos emprendedores, >que les estaban dando a sus hijos demasiadas cosas. Uno de ellos le contesto que ellos simplemente querían que sus hijos tuvieran todo lo que ellos nunca pudieron tener. El sacerdote le dijo: Ustedes tienen lo que tienen, precisamente por lo que no tuvieron. Vuelvo a lo mismo, estos niños mal acostumbrados son pésimos a la hora de sacrificarse. Y no me refiero a un gran sacrificio, sino a algo tan simple como ceder en la convivencia diaria. En un matrimonio siempre hay prioridades a la hora de comprar algo. ?De quien serán las  prioridades?,?de el?, ?de ella?   Si ninguno acostumbra prescindir de lo que le gusta, ?como le harán? En el mejor de los casos, aprenderán a estirar, aflojar y batallar antes de llegar a un acuerdo.  Pero, si el egoísmo esta tan arraigado que no  hay manera, ?entonces que?: llega el divorcio, claro, por incompatibilidad de caracteres, y se acabo. Asunto arreglado...  Desgraciadamente, la incompatibilidad de caracteres es nada menos que la imposibilidad de convivir con los demás, solo que con el cónyuge se nota mucho más, por que allí si viven juntos. Eso solo viene del egoísmo, y este viene de estar acostumbrado a ser el centro de atención, a que la vida gire a su alrededor, y eso desgraciadamente, se enseña en la casa, en donde se prepara a los matrimonios del futuro.

Así que, la próxima vez que su hijo tenga algún problema, ayúdele si quiere, pero no se lo solucione. No lo subestime, le aseguro que saldrá adelante. Esto será una gran ayuda para su futuro yerno o nuera. Ellos se lo agradecerán.

Padres buenos hay muchos; buenos padres, hay pocos. No es difícil ser un padre bueno en cambio, no hay nada mas difícil que ser un buen padre. Un corazón blando basta para ser un padre bueno pero la voluntad mas firme y la cabeza mas clara son todavía poco para hacer un buen padre.

El buen padre dice si cuando es si y no cuando es no... El padre bueno solo sabe decir si...
El padre bueno hace de su niño un pequeño dios que acaba en un pequeño Demonio...

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