Cuando realmente te Amas a ti mismo, vives solamente en la Luz de tu propia risa y viajas solamente por el camino de la Alegría. Cuando te enamoras de ti mismo, entonces, esa Luz, esa fuerza unificadora, esa felicidad, esa Alegría, ese Jubiloso estado de “SER”, se extiende a toda la Humanidad.
Cuando el AMOR abunda dentro de tu maravilloso SER, el mundo, con todos sus desagrados, se convierte en algo hermoso y la vida se llena de sentido y de alegría. No hay amor más sublime en la vida que el amor del ¡YO! No existe amor más grande, pues a partir del abrazo del YO sé manifiesta la libertad. Y en está libertad es donde nace la alegría.
Y gracias a este nacimiento, el espíritu es observado, conocido, abrazado. El amor más profundo, más grande y más significativo es el amor del YO puro e inocente, la magnifica presencia que se siente entre las paredes de lo físico que se mueve, contempla, crea, permite y es.
Y cuando nos amamos a nosotros mismos tal y como somos, sin importar como seamos; entonces conoceremos esta magnifica esencia que yo amo, que se halla detrás de todos los rostros y dentro de todas las cosas… entonces amaras como el Creador. Así es fácil ver, sentir la esencia primordial (Espíritu) de toda vida. YO SOY.
"No importa quién fuiste, qué hiciste… lo que importa es quién eres ahora y que deseas hacer con tu vida… La pasión, el compromiso, el amor, son algunas de tus herramientas…" Versión libre DE AGENTES DE CAMBIO.
Cuando realmente te Amas a ti mismo, vives solamente en la Luz de tu propia risa y viajas solamente por el camino de la Alegría. Cuando te enamoras de ti mismo, entonces, esa Luz, esa fuerza unificadora, esa felicidad, esa Alegría, ese Jubiloso estado de “SER”, se extiende a toda la Humanidad.
Cuando el AMOR abunda dentro de tu maravilloso SER, el mundo, con todos sus desagrados, se convierte en algo hermoso y la vida se llena de sentido y de alegría. No hay amor más sublime en la vida que el amor del ¡YO! No existe amor más grande, pues a partir del abrazo del YO sé manifiesta la libertad. Y en está libertad es donde nace la alegría.
Y gracias a este nacimiento, el espíritu es observado, conocido, abrazado. El amor más profundo, más grande y más significativo es el amor del YO puro e inocente, la magnifica presencia que se siente entre las paredes de lo físico que se mueve, contempla, crea, permite y es.
Y cuando nos amamos a nosotros mismos tal y como somos, sin importar como seamos; entonces conoceremos esta magnifica esencia que yo amo, que se halla detrás de todos los rostros y dentro de todas las cosas… entonces amaras como el Creador. Así es fácil ver, sentir la esencia primordial (Espíritu) de toda vida. YO SOY.
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