sábado, 22 de agosto de 2009

Dirige a tu equipo como a una orquesta

Miguel Salmon Del Real aconseja cómo mover la batuta para trabajar en armonía y producir sinfonías.
Un director debe inspirar.
Un director debe saber inspirar, "si él mismo no vive inspirado ¿cómo podrá inspirar?", pregunta el director de orquesta Miguel Salmon del Real.
Él cree que efectivamente el fenómeno del director de orquesta no es nada diferente al líder en una empresa. Es igual de complejo ya que ambos deben ejercer diversos tipos de liderazgo simultáneamente, en el caso del músico serían: el intelectual artístico, el carismático y el participativo, entre otros.
El liderazgo además, es un liderazgo en tiempo real, y hoy funciona totalmente diferente al estereotipo antiguo del ‘director tirano', como lo nombra este joven director.
"Los músicos ya no necesitan alguien que los eche a andar, ellos ya pueden caminar por sí solos, reclaman a alguien que además de tener la capacidad musical, la cualidad y la talla intelectual venga además a inspirarlos, es un nivel más abstracto de liderazgo, emana del conocimiento de la obra"
Para Miguel Salmon, el director es un guía y es una autoridad que se gana por su preparación, su conocimiento y carácter. Es un liderazgo de presencia respaldando en el conocimiento y de esta manera se le acepta naturalmente.
"El director es quien más tiene que saber de disciplinas tanto dentro de la música como extra musicales, debe prepararse en cuestiones de idiomas, psicología de grupos, sociología, áreas humanistas, administración, organización, emprender proyectos.
"Se convierte en productor, agitador y líder social, con una actitud de conquista social."
El director en cualquier lugar siempre debe ser un mediador, dice el musicólogo.
También debe ser un administrador del tiempo; debe tener un entendimiento social y psicológico para identificar necesidades, problemas y soluciones, agrega.
La preparación que exige el mundo hoy.
La elección entre la especialización y la diversificación puede representar una decisión conflictiva. Miguel Salmon responde que el director debe aspirar a dominar la esencia de su actividad en este tiempo en el que hay tanta información que confunde.
"En el caso del director de orquesta es la capacidad para recrear una partitura como documento de información, tener la capacidad de interpretar y mediante estudios y habilidades llevar eso a la práctica, a realizarla frente a una orquesta."
"Llevar los sonidos, que es un fenómeno físico, a música, que es un fenómeno metafísico."
El musicólogo insta a la aspiración de dominar la propia área y después complementar la formación con otras disciplinas.
Aunque una preparación tan completa no se ofrezca en planes de estudio, Salmon recomienda que, como todo está sujeto a una serie de circunstancias hay que estar complementando la preparación en cualquier lugar del mundo.
"Claro que hay cuestiones de talentos naturales, pero las habilidades también vienen de la experiencia".
Este joven director comenta que su ideal fue la formación completa y su interés es buscar una táctica social, es decir, hacer lo que no se ha hecho y llenar lagunas sociales. Sin embargo afirma, que vivimos en un tiempo de una tremenda cantidad de opciones y los especialistas se hacen notar.
"Es claro que no hay tiempo para todo. Mi actividad principal es la dirección, la cual vino de manera natural, ya de pequeño había tenido la oportunidad de relacionarme con muchas áreas..."
"Uno debe dedicarse a lo que ama, creo que son pocos los valientes que en contra la marea deciden dedicarse a una actividad como la artística por ejemplo teniendo esa pasión y ese talento... si crees tener un talento especial, hay que desarrollarlo aunque no puedas ver hacia donde va".
Hay que estar abiertos al cambio.
Miguel Salmon del Real cree entenderse con cualquier CEO, pues el arte de dirigir no depende del área en la que se trabaja, sino del temperamento y la cultura de trabajo en equipo.
Salmon, quien ha trabajado en Europa y México, explica que la manera de dirigir es muy diferente ya que depende de los vacíos que existan en cada lugar.
"El líder debe ser portavoz entre ese complejo fenómeno cultural, que pensamos que es complejo, y la sociedad... que pueda acercar al público a esta manifestación cultural y explicarle por qué es una medicina (la actividad misma)."
"Me doy cuenta que en cada lugar mi tarea es diferente".
La diferencia, según Salmon, recide en que la labor de un director en México es la de un constructor y un educador. Dice que hay una cantidad de talento mayúsculo y el mexicano tiene una gran capacidad de recepción, increíble flexibilidad y rápida capacidad de respuesta y aprendizaje; pero la famosa cultura de posponer se hace notar en cualquier área.
"Debido al temperamento latino, a grandes rasgos, la curva de funcionamiento del mexicano empieza por debajo y ya cerca del concierto sube dramáticamente. Demuestra esto la gran flexibilidad y capacidad de respuesta.
"Al contrario de Europa la curva empieza en alto desde el primer día y sube ya muy poco, casi todo esta resuelto desde el principio. No hay cambios dramáticos.
"La pregunta sería si somos tan flexibles, ¿por qué no usar esa capacidad para empezar arriba y subir todavía mucho más?"

Los países latinoamericanos son más individualistas y viven menos la idea del trabajo en equipo, los países anglosajones "casi caminarían con dificultad si se salen del grupo", explica, pero la ventaja es que conocen la fuerza del equipo.
La solución que propone, es el equilibrio. El latino que se forme que tome la disciplina y el trabajo en equipo de un país anglosajón, y un anglosajón que aprenda la espontaneidad del latino.
"Esa sangre caliente que nos hace ser tan flexibles, tan imaginativos y nos encontrar soluciones tan rápido, el famoso ingenio del mexicano, es toda una virtud que no hay que desechar".
El ‘índice de desperdicio de talento’.
En México las estructuras son muy frágiles como otros países en vías de desarrollo, denuncia Salmon, por lo que los líderes viven con miedo. Lo llama él, un estado de proteccionismo que produce un ego infantil. "Es este ego el que vive defendido, que no sabe compartir y vive con miedo."
"No podemos cerrar los ojos, tenemos que anunciar que el ego colectivo vive en esta etapa infantil, que seguimos miedos, protegiéndonos y eso responde a otra serie de delitos e impunidades..."
Cree además, que el sistema tiene un diseño que asesina el talento artístico.
En México, a lo que este joven director llama el ‘índice de desperdicio de talento', es uno de lo mayores. Quiere decir que hay mucho talento pero poco desarrollo y educación, explica.
"Hay tanto talento que pensamos que es algo normal, sin embargo en Alemania por ejemplo, es oro, y es oro que no es una mina como aquí, que se tiene de manera tan natural.
"Nuestras carencias son de otro tipo, como por ejemplo carecemos de estabilidad económica, a la inversa de países anglosajones, pero aunque carezcan de talento lo trabajan muy tempranamente, lo construyen y llegan a resultados."
Para Salmon, el problema es la falta de educación del talento en México, no reconocerlo y no valorarlo porque falta la conciencia de ello.
Explica que, fantasear es una habilidad en cualquier momento ya que es una forma de encontrar soluciones.
"Un pueblo que fomenta a sus artistas e intelectuales, que los escucha, los lee, los produce y los defiende es un pueblo con herramientas para su desarrollo; un gobierno consciente de esto que apoya a su artistas e intelectuales está fabricando soluciones...".
Compara esta idea con una empresa, que al atender a las necesidades más abstractas de sus miembros, como su superación individual, es una empresa que se fortalece y mejora su productividad y resultados.
"Para llegar a la cima hay demasiados caminos y depende de las propias circunstancias, pero si muchos jóvenes fueran formados y apoyados desde pequeños, por ejemplo en el terreno del deporte ¿cuántos corredores olímpicos tendríamos además de los que han llegado solos?
"Lo mismo ocurriría en todas las áreas si tuviéramos un sistema más nutrido de oportunidades y apoyos", concluye Miguel Salmon.
¿Cómo potenciar esta ‘mina de oro’?.
El proceso es a largo plazo y la respuesta es el desarrollo humano de todo el país que camine conjuntamente, afirma el joven director de orquesta.
"Tal cual es el desarrollo del ego de un niño que descubre que puede compartir y deja de tener miedo porque descubre que el compartir, de hecho, le da."
El desarrollo humano se logra por medio del descubrimiento de los valores universales, que enseñan que sólo el que da y enseña puede trascender, opina Miguel Salmon.
Aconseja ampliar nuestra visión del mundo, pues dice que inmersos en lo globalizado, no avanzar en equipo significaría un enorme riesgo.
"La tendencia mundial es unirse para formar grupos más fuertes, grandes".
Salmon insta a hacer un llamado a los mexicanos a ver esta gran avalancha que viene y a los líderes unirse para estar más unidos, para poder ofrecer algo al mundo y formar líderes ‘gregarios', que disfruten del trabajo en equipo y con otros líderes.
"Estar unidos nos conviene más que estar separados, compartir, confiar y convivir es más enriquecedor, garantiza nuestra supervivencia y felicidad.
El talento también necesita apoyo.
Por otro lado advierte que es un error trabajar sólo con los más necesitados por pensar que el talentoso va a salir por sí solo.
"Todo talento debe de formarse, debe desarrollarse, el genio es un talento bien formado con una conciencia histórica y circunstancias favorables en su tiempo, no es un sueño mágico, es alcanzable para todos."
Como propuesta, Salmon sugiere la creación de fondos y certámenes para formar gente talentosa, que se fomente y cuide el acervo intelectual mexicano. Hay que dejarlo que se vaya pero asegurarse de que haya ofertas sumamente atractivas para que regrese, dice.
Hace un llamado a apoyar a profesionistas, universitarios y talentos en todas las áreas para su desarrollo y que puedan llevar a cabo proyectos individuales.
"Un par de empresarios pueden hacer el cambio, un grupo de empresas con suficiente visión...está desperdiciado una cantidad de talento que se tiene a la vuelta de la esquina".
"La gente que toma decisiones tienen en su camino esa capacidad, que sueñe, que haga soñar y se deje hacer soñar... no son lujos, son necesidades y nos hacen más eficientes".
Liderazgo con tendencia joven.
La juventud y la vejez siempre han sido complementarias, asegura Salmon, el joven se siente reconfortado en el viejo porque aprende y el viejo se enriquece del joven porque se siente reanimado.
En lugar de escoger entre uno y otro, sería más productivo construir sistemas en los que pudiéramos convivir, sugiere, y darle un lugar más respetuoso al experto pues siempre será necesaria la experiencia.
"México desdeña, en puestos empresariales por ejemplo, a gente mayor de 60 años. Me parece que es una tontería.
"Tampoco está mal colocar directores de 30 años. Pero la fuerza, ánimo y aspiraciones deben trabajar en un círculo constructivo con gente con experiencia. Como dice el viejo discurso: ‘si el joven supiese y el viejo pudiese'"
Salmon cuenta que un grupo de trabajo, como la orquesta, otorga la autoridad al líder en el momento en que demuestre conocimiento, habilidades sociales y ser capaz de dirigirlos sin importar la edad.
El prejuicio con respecto a la edad se queda a priori cuando el director demuestra quién es, así los miembros del grupo se entregarán, continúa.
"Si el director sabe dirigirlos, la orquesta toca mejor... todo aquél que pertenezca a un equipo que va en una dirección creciente, va él mismo en dirección creciente".
"Hay que darles una oportunidad a los jóvenes de formarse. Aunque carecen de la experiencia de las generaciones más viejas, también es cierto que hoy son generaciones más preparadas, que han estado cada vez más en contacto con el mundo y tienen ya una conciencia histórica mayor debido al exceso de información.
"No necesariamente son más formadas que informadas, pero hay talento y muchos jóvenes a temprana edad tiene capacidad de dirigir y liderar."
Invertir en arte también es negocio.
También en el arte hay una industria, afirma el joven director de orquesta.
"Finalmente uno se convierte en un producto y sí, hay que difundirlo.
"México es un terreno fértil, tenemos una mina de oro...faltan empresarios con esa visión, falta que la gente que toma las decisiones reconozca el valor de la cultura y del arte, su valor práctico, funcional y como producto".
Los medios de comunicación y nuevas tecnologías ofrecen oportunidades aprovechables para el arte como el alcance de la difusión, ejemplifica Miguel Salmon, pero puntualiza que deben aprovecharse con un discurso que haga pensar e incite a un cambio.
"Creo que hay que estar abiertos, entrar con el mercado pero generar en lo posible una labor consistente, porque el público es inteligente y receptivo".
La industria del arte es además es un terreno fértil ya que cualquier expresión artística puede ser disfrutada sin entrenamiento previo, y si lo hay, vuelve la experiencia cada vez mejor.
"Lo vuelve más sabroso, como el gusto en la comida o bebida"
Cree también, que hace falta en México construir una industria de la música como en EU e invertir en jóvenes músicos y artistas, así como promoverlos.
"La música clásica es una increíble industria, los países de primer mundo han tomado la industria operística como uno de los grandes negocios, por ejemplo el disco de Los Tres Tenores es uno de los más vendidos"
Argumenta él que el arte es además una profesión, es decir, que el artista debe de vivir de lo que hace, o al menos eso espera como cualquiera.
"Hay que combatir esa idea bohemia de que el músico está nada más feliz con lo que hace y no necesita nada más... eres una persona con una vida práctica, no somos místicos y hasta el místico come.
"La industria del arte debe ser fomentada pero de una manera constructiva y debe ser difundida."
La gente tiene esta curiosidad de manera natural de conocer cosas nuevas y diferentes, por ello, Salmon invita al empresario a atreverse y acercarse a un área que no conoce.
"Es necesario elevar la voz para decir: necesitamos inversionistas en México para fundar más orquestas, institutos y fondos que promuevan iniciativas culturales necesarias"
Él propone la creación de un nuevo instituto así como promover la unión de todas las artes.
"Necesitamos la fuerza de la iniciativa privada que vengan a alentar a los jóvenes preparados e inteligentes que tienen una intención genuinamente constructiva para México."
"Necesitamos también que los jóvenes y las nuevas generaciones estén dispuestos a unirse, a hablar, a juntarse, a arriesgarse y a llevar proyectos conjuntos por su beneficio individual, el de su familia y el de México"

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