jueves, 21 de julio de 2011

Madurez y autonomía: claves de eficacia personal

La mayoría de las personas valoramos como una parte esencial en nuestras vidas la independencia y autonomía para lograr nuestras metas , así como los resultados de los cuales somos responsables; entendiéndose como autonomía la libertad de acción bajo parámetros, mapas mentales o criterios que poseemos y creemos son los acertados para tomar decisiones, y lograr efectos en nuestro entorno que nos produzcan satisfacción.

Sin embargo la autonomía requiere a su vez , la toma de conciencia de la responsabilidad ante el compromiso y el cumplimiento de los acuerdos a los que llegamos, bien sea con nosotros mismos o con los demás. Para ello, debemos desarrollar una actitud positiva, crítica y objetiva de nuestras potencialidades, limitaciones y centros de motivación por los cuales nos movilizamos.

Es decir, la madurez como fase de complementación del desarrollo humano, nos potencia a ser autónomos y autodisciplinados, donde el autocontrol acerca de nuestros comportamientos, está basado en el conocimiento o conciencia acerca de lo correcto o incorrecto, lo propio o impropio; en este sentido la eficacia personal está encauzada por la voluntad de …"negarse a aceptar la ineptitud como condición permanente e inalterable".

¿Qué se requiere para desarrollar estos aspectos?
Tanto la toma de conciencia acerca de nosotros mismos, como la autonomía, la integridad y la eficacia personal, implican mantener una alta autoestima; por tanto debemos: 
  • Adquirir habilidades, alcanzar objetivos y elevar la adecuación de nuestras acciones a la realidad.
  • Buscar el perfeccionamiento (no ser perfeccionistas).
  • Mantener firmes los propósitos ante las dificultades.
  • Manejar eficazmente las emociones, manteniendo el equilibrio.
  • Actuar en coherencia con los principios, valores y normas.
  • Tener autodisciplina y compromiso.

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