sábado, 31 de diciembre de 2011

Cuidado con lo que se dice

Hoy tenemos aparatos carísimos para hacer exámenes médicos: escáner, tomografía axial computarizada, resonancia magnética y muchos otros. También hay tratamientos onerosos y complejos. Sin embargo, la gente está más enferma que nunca y la mayoría de las veces todo lo que necesita para sanarse son unas cuantas sesiones de reprogramación mental. El instrumento utilizado en este caso son las palabras positivas que penetran profundamente en la mente, provocando una reacción interior en cadena. Los cambios son asombrosos y la persona se puede recuperar de todas sus dolencias físicas, emocionales y mentales.

El efecto extraordinario se produce en el estado de concentración relajada profunda donde las palabras se convierten en emociones y pensamientos, transformándose en actos apropiados. Es igual que un televisor que recibe ondas electromagnéticas y las transforma en sonido e imágenes. Según la frecuencia de esas ondas, así serán los efectos en la pantalla. Según las palabras, así serán los pensamientos y sentimientos.
Constantemente las personas se autoprograman, enviándose palabras y pensamientos a su fondo mental. Esto puede dar buenas o malas imágenes, buenos y malos programas. "No puedo", "tengo miedo", "no estoy seguro", "no me siento capaz", son algunas de las señales que se envían al receptor de la mente produciendo películas muy negativas y limitantes en la vida.

Toda enfermedad es psicosomática, en mayor o menor grado. La enfermedad empieza y termina en la mente. Cambiando la grabación en el fondo mental, cambiamos la emisión de señales, como cuando grabamos de nuevo una casete.

La mayoría de las enfermedades requieren un pequeño ajuste, tal como cuando se ve mal la televisión o un video, hace falta solamente sintonizar bien, mover la antena o modificar el rastreador (tracking). Sólo ocasionalmente se requiere de una reparación mayor en el taller. No la llevaremos a reparación si todo lo que se necesita es sintonizar correctamente.

Mucha gente mientras más intenta cambiar algo en sí, menos puede. ¿Por qué? Por lo que llamamos "Ley del Esfuerzo Reversible". Tanto coloca una persona en su mente la imagen de lo que quiere eliminar, que más se graba en ella y la programa más fuerte aún a seguir repitiendo lo que desea superar. Por ejemplo, si alguien piensa fuertemente que no quiere tropezarse, seguramente tropezará debido a que la imagen la tiene intensamente en su mente.

Por las imágenes negativas que se han grabado, las personas se resisten a los buenos consejos, no escuchan a sus amigos ni parientes. Un terapeuta, ajeno al circulo habitual del enfermo, puede crear una mejor disposición. Por eso mismo, una grabación con sesiones de mensajes positivos hechos por otra persona, da muy buenos resultados.

Hay muchos programas de defensa por miedo, inseguridad, temor al ridículo y otros, que se construyen en los primeros años de vida. Nuestro computador personal continúa funcionando igual, mientras no se cambien.

La solución es construir nuevos programas, con las herramientas de adultos. Descubrir que los antiguos ahora ya no sirven y no son necesarios. Hay que instalar una nueva versión del software (programa).

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