jueves, 1 de diciembre de 2011

La supervivencia de tu equipo depende de ti

Todos los seres vivos tienen un mecanismo de autorregulación que les permite su supervivencia y su descendencia. Es lo que se llama homeostasis. En el ser humano, por ejemplo, se requiere mantener la temperatura corporal dentro de ciertos límites. Si hace mucho frío, se producen movimientos de la sangre, cambios en sustancias bioquímicas, cambios mecánicos como tiritar para que los músculos generen energía, etc. Todo con el objeto de recuperar algo de calor. Si, ahora sentimos mucho calor, entonces se producirá, entre otros fenómenos, una transpiración abundante con el objeto que el agua, al evaporarse, absorba el calor y la temperatura del cuerpo baje. Y esto sucede con todo nuestro arsenal de sustancias bioquímicas. Si no hay aumento de azúcar, algunas sustancias actuarán para bajarla. Si baja mucho, otras se podrán en acción para aumentarla. Existen abundantes substancias y acciones antagónicas, cuyos efectos se oponen unos a otros con el objeto de mantener un equilibrio dinámico necesario para mantener la unidad de vida.
Esto requiere un gran y constante empleo de energía. Afortunadamente para nosotros, no tenemos que ocuparnos demasiado en poner en acción las sustancias correspondientes. Nuestro propio organismo se encarga de autorregularse de manera independiente de nuestra voluntad y consciencia.
Esta tarea puede verse muy dificultada cuando hay pensamientos perturbadores que generan emociones negativas o alteradoras. Todo esto repercute en el equilibrio orgánico, alterándolo a veces de manera permanente y grave. Se sabe que ciertas emociones, generadas por hábitos mentales inadecuados, bajan las defensas inmunológicas, reduciendo mucho la capacidad del organismo de mantener su equilibrio interno ante la acción de agentes patógenos (virus y microbios). Una persona depresiva, rencorosa o negativa, enfermará más fácilmente y tardará más en recuperarse.
En el universo, los elementos no vivos, en cambio, se comportan de una manera muy distinta. Aquí rige la ley del mínimo esfuerzo, mientras menos energía se gaste mejor. En este sendito, el universo tiende al desorden (entropía). Si hay cambios atómicos en una estrella, por ejemplo, ésta nada hace por reestablecer su equilibrio anterior. Seguirá sus procesos hasta que un día se agote y desaparezca como tal.
Trabajo con grupos Los grupos humanos (una familia, un club, una asociación, una empresa, etc.) son organismos vivos formados por otros organismos vivos (sus integrantes). Se suele hablar de la empresa tal o el club tal, olvidando que no se trata de entes abstractos, sino que es una entidad formada pro seres humanos. Son sus integrantes los que le dan existencia y que permiten su desenvolvimiento. Para que este organismo grupal sobreviva, tal como un arrecife de coral o una colmena de abejas, necesita que sus integrantes luchen por mantener sus equilibrios internos. Así como ocurre con cada individuo humano que se ve afectado por la acción del medio ambiente (cambios de temperatura, de presión, climas afectivos, etc.) necesitando de su proceso de homeostasis para mantener una armonía interior, así también un organismo grupal necesita reaccionar adecuadamente ante los cambios externos.
El universo funciona así y nosotros y nuestras organizaciones no podemos escapamos a sus leyes. Esto significa que para mantener la vida y progreso de cualquier grupo humano es necesario ocupar constantemente energía para mantener sus equilibrios dinámicos y para facilitar su supervivencia. Una familia no será tal si sus integrantes no están constantemente ocupados en mantenerla y equilibrarla. Para que un grupo o club sobreviva en el tiempo, sus integrantes, bajo la conducción de líderes que tengan claro los objetivos, misión y visión del equipo, deben emplear constantemente su esfuerzo, voluntad y energía para que permanezca la armonía y la acción constructiva hacia un crecimiento y desarrollo constante. Un equipo morirá si no se hace esta acción consciente y voluntaria, tal como un organismo muere cuando ya no es capaz de reestablecer sus equilibrios internos: la unidad de vida desaparece. Un equipo no mantiene su existencia por sí solo.
Notas complementarias.
Homeostasis
Homeostasis es el proceso por el cual un organismo mantiene las condiciones internas constantes necesarias para la vida. El concepto de homeostasis fue introducido por primera vez por el fisiólogo francés del siglo XIX Claude Bernard, quien subrayó que "la estabilidad del medio interno es una condición de vida libre". Para que un organismo pueda sobrevivir debe ser, en parte, independiente de su medio; esta independencia está proporcionada por la homeostasis. Este término fue acuñado por Walter Cannon en 1926 para referirse a la capacidad del cuerpo para regular la composición y volumen de la sangre, y por lo tanto, de todos los fluidos que bañan las células del organismo, el "líquido extracelular". El término homeostasis deriva de la palabra griega "homeo" que significa igual, y "stasis" que significa posición. En la actualidad, se aplica al conjunto de procesos que previenen fluctuaciones en la fisiología de un organismo.
Entropía
Entropía (Del griego entropia, transformación) es la función termodinámica que expresa la parte de energía no utilizable en un sistema. Es un concepto introducido por R. Clausius en 1865 para explicar la asimetría existente en las transformaciones de trabajo en calor y calor en trabajo.
La redistribución de la cantidad total de energía en el Universo tiene una dirección según la segunda ley de la termodinámica: siempre se mueve pendiente abajo. Los objetos calientes se enfrían, pero los objetos fríos no se calientan espontáneamente. Puede parecer que se rompe la ley cuando se golpea alguna forma de energía estable almacenada, como cuando se enciende una cerilla. Sin embargo, la energía ya no se puede recuperar una vez usada. La ley no ha sido rota, sólo, sólo se ha redistribuido la energía y se ha mantenido el camino cuesta abajo. Los procesos de la naturaleza siempre se mueven hacia un incremento del desorden que se mide por la entropía, cantidad que siempre e inexorablemente aumenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario