jueves, 29 de diciembre de 2011

PARA TRIUNFAR EN LA VIDA NECESITAS AMIGOS

Cualquiera sea la obra que quieras emprender, necesitarás de la colaboración de otros para llevarla a cabo. Aunque tengas un negocio en que trabajes sólo, necesitas de personas que quieran comprar lo que ofreces. Mientras más gente te conozca, más posibilidades tienes de ser próspero.

Conviene que aprendas a darte a conocer. Conviene que aumentes la cantidad de personas conocidas y ojalá, entre ellas, puedas obtener más amigos.

Los amigos, además de facilitarte tu triunfo personal, te enriquecen no sólo materialmente, sino que espiritualmente.

He señalado otras veces que una clave de éxito seguro es ofrecer algo que le interese a los demás. Es decir, que tus objetivos personales sean beneficios también para otras personas. Mientras más se beneficien, más éxito tendrás tú mismo. Sencillamente porque los demás estarán gustosos de apoyarte en tu empresa. Por ejemplo, conozco bien un caso: yo mismo. Desde el año 1971 que me di a conocer compartiendo enseñanza sobre desarrollo personal, éxito y prosperidad hacia la gente, gratuitamente. Un día me invitaron a un programa radial a conversar sobre una carta que había enviado. Enseñé a los oyentes como tener una vida mejor. Como consecuencia de ello, me invitaron a la semana siguiente y así sucesivamente por ¡veinte años! Luego, tuve decenas de programas radiales propios, participación en televisión, he escrito libros, revistas, colaborado con publicaciones en diversas partes del mundo y ahora enseño por internet.
Hoy tengo éxito, hago lo que me gusta, vivo donde quiero, tengo una esposa maravillosa que me apoya, viajo a menudo, he ayudado a cientos de miles de personas a tener una vida mejor y salvado la vida a miles de personas.
¡Además sigo aprendiendo con la experiencia de compartir con tantos conocidos de todo el mundo! Si hoy el Creador me lleva y me pide cuentas, podré decir que mi vida no ha sido en vano.

Sin embargo, para cultivar amigos no tienes que hacerlo como un medio para algo. No tienes que hacer relaciones interesadas pensando: "me haré amigo de éste porque después me puede hacer un favor o comprar algo". Se trata de ser sincero, de dar desinteresadamente. Consiste en estar atento a lo que los demás puedan necesitar y sin esperar recompensa alguna. ¡Así tu vida podrá cambiar y enriquecerte espiritualmente! Cuando seas feliz compartiendo por el placer de hacerlo, te vendrá también el apoyo económico.

Y dar un apoyo a los demás la mayoría de las veces no te significa un gasto material. Simplemente necesitas detener tu camino unos instantes y entregar algo de tus pensamientos, de tu amor o de tu comprensión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario