jueves, 22 de diciembre de 2011

¿ERES DE LOS QUE OFRECEN O ESPERAS A VER QUÉ TE OFRECEN?

A veces en la vida nos topamos con personas que creemos que son compatibles con nosotros con nuestra forma de pensar, pero en la medida que las vamos conociendo nos damos cuenta que la gente reacciona de diferentes formas ante ciertas circunstancias, por ejemplo, a veces se nos acerca un mendigo en la calle, o algún niñito pobre un poco sucio pidiéndonos algo de comer, algún anciano que le compremos algo, y unos reaccionamos dando algo que le pueda servir o comprándoles lo que nos ofrecen, otros en cambio los miran con desprecio, otros se portan groseros, algunos más indiferentes… En fin cada quien reacciona diferente.

También cuando invitamos o nos invitan a la casa de alguien a una fiesta o reunión vemos las diferentes formas de reaccionar, en algunas ocasiones las personas ofrecen su hospitalidad a manos llenas, otras te cobran la entrada a la reunión, unas más te ofrecen muy poco pues creen que se les va a acabar, otras alardean de que tienen mucho y no te ofrecen en realidad nada, unas más te dan de más y además esperan el año entrante para volverte a recibir con más gusto, esto me recuerda una anécdota de mi adolescencia…

Había unos parientes en Veracruz que cada año nos esperaban con mucho gusto a pasar las vacaciones de verano en su casa, y efectivamente siempre esperábamos con mucho entusiasmo que se cumpliera la fecha para ir de visita, nuestra tía siempre amable nos preparaba platillos  deliciosos, nos ofrecía las mejores camas, siempre complaciente y linda con nosotros que éramos varios de familia… Eso a diferencia de algunos otros que conozco que casi nunca invitan a su casa porque no se les vaya a acabar o que son “codos” como se les dice por ahí, me dejó una gran lección en la vida y puedo constatar que mi tía de Veracruz vive muy feliz recordando siempre que cuando éramos niños cómo nos la pasamos muy bien allá al igual que ella, y ahora como adulto pude diferenciar que a veces no importa quien sea y quien llegue a tu casa, creo que siempre tienes que ofrecer lo mucho o poco que tienes y ser agradecido con la vida, ya que así en la forma que das tendrás de vuelta lo que has ofrecido… Mi tía dio mucho durante su vida, ahora ella está contenta y satisfecha por todo lo que dio y no se lamenta y arrepiente de nada, ella sigue ofreciendo su hospitalidad y su gran cariño hacia los demás, y es feliz por ser fuente de vida y felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario