sábado, 31 de diciembre de 2011

El super hombre

"El hombre con su ambición siempre quiso ser un Super Hombre, mejor y superior a todas las cosas existentes, y esto ocurre desde la prehistoria"
Resulta que un cavernícola con su puntal marcaba un dibujo rupestre sobre una inmensa roca "toc toc toc toc", pero al pasar las horas sentía como el sol le estaba quemando su espalda. Fue cuando sin vacilar le pidió a Dios ser "EL Hombre Sol". Pero Dios trató de hacerle entender a este buen cavernícola que el solo hecho de ser Hombre ya era superior a todas las cosas sobre la faz de la Tierra, pero éste insistió en ser el Hombre Sol. Dios le concedió ese deseo y fue el Hombre Sol alumbrando y quemando las espaldas de todos sus amigos, se sentía poderoso y superior hasta que vino una negra nube y lo tapó.
Viendo que la nube fue más poderosa, le pidió a Dios ser el Hombre Nube y le fue concedido hasta que se cruzó con un fuerte viento y lo deshizo. Terco este hombre y sintiendo el poder del viento le pidió a Dios ser el Hombre Viento... y fue el hombre viento soplando y arrasando lugares hasta que de repente se encontró con una inmensa montaña y chocó. El terco ambicioso insistiendo en ser superior, notó que la roca era más que el viento y le pidió a Dios ser el Hombre Roca, y en todas las peticiones el Señor no dejaba de decirle que el solo hecho de ser Hombre ya era superior a todas las cosas. "Guardad humildad y florecerán tus deseos más profundos".
Insistiendo el cavernícola fue el "Hombre Roca" hasta que sintió en su espaldas... "toc... toc... toc... toc..."... Era simplemente otro hombre que lo estaba deshaciendo con un puntal. 
Nota de S.V.: Esta historia me llegó sin indicación de autor.
Es una actitud frecuente el no estar satisfecho con lo que se tiene. Junto la correcta actitud de aspirar constantemente a  superarnos y ser mejores, es necesario apreciar lo que ya se tiene logrado. Hay personas que por estar pensando tanto en lo que les falta, no aprovechan la experiencia, cualidades y bienes ya obtenidos. Evita sufrir por lo que aún tienes que lograr y alégrate por las bendiciones que ya has recibido. Cualquiera sea tu condición actual, tienes poderosos elementos que puedes emplear para mejorar tu presente y, por lo tanto, tu futuro. Has una especie de inventario de tus bienes espirituales, conductuales, emocionales y físicos. Luego, utiliza estos elementos en tus acciones de superación, servicio y amor. 

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