lunes, 18 de junio de 2012

Creatividad y juego en el trabajo. El ciclo de excelencia


Si a alguien de la generación de nuestros padres, le hubieran dicho que una forma demejorar la creatividad y el rendimiento en el puesto de trabajo consistía en incluir acciones relacionadas con el juego, probablemente hubiera soltado una gran carcajada o nos hubiera mirado con preocupación para comprobar si estábamos en nuestros cabales.
En efecto, si algo caracterizaba a las relaciones de trabajo de la industrialización en la década de los 60 y 70 era la marcada jerarquía en las relaciones laborales, donde probablemente no había mucho espacio ni para los juegos colectivos, ni para “ocurrencias” similares. El trabajo era un sitio donde se iba a producir y desde luego lo que menos importaba seguramente sería la opinión o las sensaciones de los trabajadores en el desempeño de las labores encomendadas. Se hacía porque sí y punto. De ahí que tampoco se prodigaran la apertura de cauces para recabar las opiniones o sugerencias de mejora por parte de los mismos.
Pues bien, dando continuidad al post anterior titulado “Destacar” o Cómo es posible trabajar apasionadamente”, Edward M. Hallowell, al definir su “Ciclo de excelencia”, además de:
1. Ayudar a las personas a encontrar el trabajo más adecuado.
2. Apoyar a los empleados a conectarse con quienes están a su alrededor.
Incluye también tres pasos más, para completar el Ciclo, a saber:
3. Fomentar la creatividad y el juego en el lugar de trabajo.
4. Ayudar a la gente a identificar cuál es el trabajo más crucial y a enfocarse en él con diligencia.
5. Reconocer el arduo trabajo que haga el personal.

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