viernes, 1 de junio de 2012

EMOCIONALIDAD PARA EL LOGRO DE METAS


Las Emociones están siempre presentes en nuestra vida, representan la experiencia mas íntima  y auténtica que poseemos, son las señales de cómo percibimos y vivimos nuestro mundo, dándole sentido a nuestra experiencia, representan un acervo común a todos los seres humanos, en el que se vencen  las distancias y desigualdades más extremas, equiparándonos dentro de una misma experiencia vital..  Son sensaciones que nos llevan a actuar, que pueden ser fugaces ó perdurables, leves o intensas, agradables ó desagradables y que siempre movilizan energía, condicionando al cuerpo para que se adapte a determinadas circunstancias ó se enfrente a situaciones específicas.

En la experiencia de una emoción generalmente interviene un conjunto de conocimientos, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y  que influyen en el modo en el que percibimos dicha situación.

Las emociones nos indican estados internos personales tales como motivaciones, deseos e incluso objetivos. Las emociones nos mantienen vivos y activos relacionándonos con nuestro entorno  y con nuestros
semejantes y cierto es que de la calidad de nuestras emociones es la calidad de nuestra experiencia.


La emoción  no existe de manera aislada, se trata de un proceso complejo multidimensional, en el que de
una forma simultánea y breve intervienen diferentes dimensiones de nuestra persona, esto quiere decir que abarca toda nuestra existencia. Si bien es cierto que  conocer,  analizar, sentir y expresar las emociones
constituye una parte esencial del ser humano, es también importante  saber diseñarlas a nuestro favor , desde una elección conciente del tipo de emociones que quiero experimentar, para impulsar ciertas acciones.

Dentro del desarrollo y crecimiento del ser humano una de las habilidades más cruciales a concretar es el manejo de sus emociones, sabemos poco de cómo realizar esto, son algo que sentimos, actuamos, hablamos, expresamos, sabemos que tienen consecuencias sicológicas, fisiológicas, energéticas pero sabemos poco de su manejo, y menos  aun del  diseño de las mismas para el logro de metas.

Al ponerlas a la luz de la conciencia y analizar nuestras conductas emocionales tenemos que tener en consideración que:
1.-  Siempre estamos bajo alguna emoción.
 En el trasfondo de nuestra existencia siempre estamos inmersos en alguna emoción ó en varias de ellas, las
cuales la mayoría de las veces no son concientes pero  nos contienen. 

2.- Las emociones son aprendidas.
Es un hecho que existen emociones con un esquema básico para todo ser humano pero su desarrollo y vivencia viene de experiencias tempranas, aprendidas en nuestro más primario entorno. Aprendemos patrones de respuesta emocional en nuestras familias.
3.- Las emociones son contagiosas.
Las emociones tienen un alto grado de mimetismo, son fáciles de percibirse, copiarse, y propagarse.
4.- Las emociones influyen nuestras actuaciones.
La emoción predominante determinará, nuestros comportamientos actuaciones y desarrollo, Ellas van a condicionar la forma en que logramos nuestro desempeño.
Ahora bien nuestras emociones ¿son enemigos que obstaculizan ó aliados que confieren energía? Si afirmamos que siempre estamos bajo una emoción, el ser capaces de observar nuestras emociones nos permite detectar cuál de ellas nos brinda energía para la acción y cual  obstruye nuestro impulso para lograr nuestros objetivos. De ahí que  intervenir en su diseño,  nos da la posibilidad de  no sólo manejarlas, sino al estar concientes de la trascendencia que en nuestras vidas tienen, poder diseñar las mejores emociones a nuestro favor sobre todo en el desempeño de nuestras actividades y concretamente para el logro de nuestras metas.

Una meta es un fin al que tiende nuestra voluntad, un objetivo que alcanzar un deseo que conseguir y para esto se requiere de una energía que nos impulse a la acción para lograrlas. Nuestras emociones son determinantes fundamentales de lo que podemos ó no alcanzar en nuestro diario acontecer, trabajo, educación, salud, deporte, estudio. Etc.

Estoy presentando un paradigma diferente de sólo manejar nuestras emociones, haciéndonos conscientes de su presencia analizando, aceptando y expresando; mi posición es que las emociones se pueden diseñar, al conocer su proceso y cómo es que llegamos a hacer de ellas obstáculos ó aliados, es generar en la persona una forma de estar alerta a el proceso que sigue la emoción para intervenir en su diseño, sería mucho mas sabio de nuestra parte si las utilizamos a nuestro favor,  y no sólo dejar a la vivencia la responsabilidad de las emociones, pensando que  son, se dan, emergen,  sí ponemos atención a las circunstancias específicas que las generan, podemos claramente identificar los acontecimientos que activan las emociones, y poderlas reproducir a voluntad para nuestro beneficio y no sólo permanecer a la deriva cuando aparecen, ellas modifican substancialmente nuestro horizonte de posibilidades hacia la acción.
 Maturana sostiene que las emociones y los estados de ánimo son predisposiciones para la acción. Dependiendo de la emoción que permanezca en el trasfondo de nuestra experiencia es posible lograr ó no nuestras metas, nos abrimos ó cerramos posibilidades según la emoción que nos acompañe No es lo mismo una emoción de miedo para conseguir nuestro objetivo que una de entusiasmo, esto no sólo condiciona nuestros logros sino la forma en que nos desempeñamos, actuamos nos movemos, realizamos nuestro cometido, es importante admitir que nuestro mundo reside en la emoción en que estemos viviendo, lo que nosotros sentimos colorea la experiencia. Por lo tanto es importante darnos cuenta de la enorme fuente de impulso que poseemos y que podemos realizar al ser participes del diseño de nuestras emociones.
  
Propongo pues pasos muy sencillos para este paradigma.

1.- Seleccionar la emoción deseada, la cual ya la hemos experimentado pues nada de lo humano nos es ajeno, todos conocemos las diversas emociones y sus manifestaciones, es cuestión de hacerla conciente en su totalidad de expresión, traerla al momento presente y registrar en mi conciencia cómo yo la he vivido en algún momento de logro y asentarla en el aquí y ahora para mantener el estado emocional ideal en el transcurso del proceso de la nueva meta. ¿Cómo se realiza esto?

2.-Registrar verés, oires y sentires, es decir  identificar qué sensaciones manifiesta  mi cuerpo cuando me siento de esa manera,  qué veo estando en esa emoción, qué escucho bajo esa emoción con el objeto de tener una experiencia holistica de la emoción a todos los niveles y canales de percepción.

3.- Escoger un lugar específico de mi cuerpo donde la pueda anclar y así deje integrada la totalidad de
esa experiencia y pueda yo a voluntad activar la energía de la emoción requerida.


4.- Visualizar mi actuación en escenarios futuros, consciente de todas las sensaciones que la componen, me veo a futuro actuando con esa emoción, en aquella experiencia que requiero. Probar mi darme cuenta de esta experiencia y desempeñándome desde este marco de emocionalidad.

Ensayar viviendo esa emoción, como si a voluntad la generamos y aprendemos a vivir desde ella.

Existen diversas aproximaciones hoy en día sobre la inducción de emociones para nuestro desempeño. En las áreas de deportes se encuentran disciplinas de entrenamiento mental que utilizan métodos  en los deportistas para crear el espacio de emoción adecuada para el logro del éxito.

Puesto que somos nosotros los que le damos color a nuestras experiencias con tonalidades de empuje u obstáculo, independientemente de lo que suceda en nuestro entorno, es real que al nosotros diseñar la emoción mas benéfica para nuestros objetivos estamos ampliando nuestras posibilidades futuras, por lo tanto adquirimos una responsabilidad mayor al elegir la forma en que queremos vivir nuestras experiencias.

Sí cambian nuestras emociones, el mundo también cambiara con él.

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