miércoles, 29 de febrero de 2012

Cambio para no cambiar

A veces el cambio nos arrolla, como les pasa a muchas personas en el mundo cuando sufren tragedias colectivas o individuales, o cuando obtienen un gran premio en la lotería. Después de una tragedia “ya nada es igual”, pero cuando se obtiene un gran premio se regresa al estado anterior en un tiempo relativamente corto, a no ser que se esté preparado al cambio y se aproveche.
En el Universo lo único permanente es el cambio, y normalmente estamos en eterna evolución lenta, pero nosotros cambiamos en la forma y no en el fondo para que todo siga igual, esto tiene que ver con los paradigmas. Los paradigmas son, para mí, un conjunto de ideas, juicios, pensamientos y modelos a seguir que marcan una actitud y por consiguiente un resultado.
Los paradigmas son un marco de referencia que nos permite funcionar dentro de ciertos límites; un paradigma nos explica cómo son las cosas y el mundo, y podemos funcionar dentro de él, hasta que alguien demuestra que el paradigma estaba equivocado y que nunca nos atrevimos a sobrepasar los límites que nos impone. 
Todos somos paradigmáticos, porque de una o de otra forma nos explicamos el mundo en que vivimos y funcionamos. Si estás pensando que vives una realidad la cual no puedes cambiar, es que en realidad no conoces nada de la Realidad.
Existe algo más de lo que se ve, existe una Realidad la cual nadie conoce, y solo los Grandes Maestros de la Humanidad han podido vislumbrar. Nosotros la percibimos a través de varios “filtros” como son los sentidos físicos, y ya sabemos que nuestros sentidos físicos como la vista, el oído, el olfato, están muy limitados. Hay otros organismos biológicos (animales) que los tienen mucho más sensibles, es decir, captan mayor gama de estímulos del medio ambiente.
Nosotros sólo podemos darnos cuenta de una fracción de todo lo que existe alrededor nuestro, lo percibido pasa después por los filtros culturales, dentro de los cuales se incluyen el educativo, el social y el religioso, los cuales nos tratan de explicar cómo es la realidad; los padres, los profesores, los pastores o sacerdotes, los compañeros de la pandilla, sin tomar en cuenta que esa explicación proviene del punto de vista de otros, que también perciben parte de la realidad. Con todo esto nos empezamos a hacer una idea de nuestra realidad, después pasamos ciertas experiencias que nos refuerzan esa realidad, y formamos nuestro propio paradigma dentro del cual funcionamos, nos creamos imágenes de cómo conceptualizamos la realidad, sin ser la Realidad, quedándonos así con un mapa muy personal de la realidad. Hay que recordar que el mapa no es el territorio, y muy frecuentemente queremos movernos en un territorio con un mapa equivocado. 
Cuando tenemos formada nuestra imagen de la realidad, porque así la percibimos, la aprendimos y la experimentamos, funcionamos dentro de ese paradigma y como es nuestra realidad, y aseguramos que las cosas son de determinada manera, hacer un cambio de segundo orden o en nuestro Ser, es difícil, pues implica un cambio de paradigma. Se trata de cambiar nuestra realidad que ya hemos adoptado como tal, y se manifiesta lo que conocemos como la resistencia al cambio, un cambio del tipo de observador que soy, y en este orden de ideas el Coach Ontológico es un profesional que ayuda al cambio paradigmático cuando los resultados no son los adecuados para mi persona.
Para ejemplificar la resistencia al cambio, he sabido que las personas que tienen la fortuna de obtener un gran premio en la lotería, a los pocos años quedan igual de finanzas de antes del premio. Sus paradigmas pueden ser: “mejor pobre pero honrado y con buenos sentimientos y no rico sin sentimientos”, “es más fácil que pase por el ojo de una aguja un camello que un rico se salve”(1), “lávate las manos después de tocar el dinero por que es sucio”, “no puedo mantener el dinero por que van a creer que soy narcotraficante”; y ya te diste cuenta, ninguna de las frases anteriores son ciertas, solo son verdad en la medida que tú las aceptes como verdad. (2).
Y en nuestro círculo de lectores de la Revista Ser Feliz, tal vez tú seas de los que leen todos los números, todos los artículos, y en tu rostro se dibuje una sonrisa al haber encontrado un conocimiento que consideras excelente, recitas la oración por la Paz Mundial, y luego de eso regresas a tu realidad, volviendo a ser “tan feliz” como antes con las peleas rutinarias con los compañeros de trabajo y con tu familia porque “ellos” no comprenden. Y tu situación económica es la misma de hace años, o tal vez peor, porque ahora ya no hay tantas oportunidades como antes, los gobiernos, el precio del petróleo, la competencia china, y etc. ¿Qué tanta resistencia al cambio tienes? ¿Tienes pretextos o tienes resultados? 
Debido a las creencias que hemos adoptado como verdades absolutas, actuamos, (actitud), y consecuentemente obtenemos resultados. Creencias específicas nos llevan a actuaciones específicas, y actuaciones específicas a resultados específicos.
Si no estás conforme con tus resultados, cambia tus creencias (Paradigmas).
El TODO es Mente, el Universo es Mental. El Kibalión.

NOTAS DEL EDITOR.
(1) La frase bíblica se refiere en realidad a que no es posible pasar una soga (de esas gruesas que usan los marinos) por el ojo de una aguja. Hace siglos un copista confundió el concepto original que se asemejaba a la palabra "camello".
(2) Mucha gente tiene el paradigma de que la prosperidad es privilegio de unos pocos.

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