viernes, 3 de febrero de 2012

Hablamos del Dolor

Con un importante componente cognitivo que influye en su interpretación, mantenimiento y significación invalidante para la persona.
Otro enfoque aproximativo, sería el del dolor como una sensación orgánica que interpretamos como displacentera, relacionada con el sufrimiento físico y ligada a la angustia (Hadley J. Y Staudacher C., 1994).
¿Cómo se trasmite?
Las vías nerviosas aferentes, llevan la información desde los receptores a la médula espinal y entran en ella a través de las raíces dorsales. Las fibras nerviosas del dolor junto con las de la temperatura se separan de las demás fibras aferentes sensibles cutáneas después de llegar a la médula. Esta situación es aprovechada por la cirugía para el corte de vias dolorosas en la espina dorsal y el consiguiente alivio del dolor agudo o crónico (tractotomía).
A través de la médula espinal las excitaciones dolorosas llegan al tálamo (cerebro medio) alguna de ésta información y no toda, pasa a la corteza cerebral, a la zona cortical donde llegan las excitaciones nerviosas procedentes de los órganos de los sentidos (Sauerbruch F. Y Wenke H.,1962).
La percepción del dolor, según los mismos autores, puede sufrir modificaciones en tres niveles:
·         En las vías nerviosas periféricas, por influencia de excitaciones nerviosas de distintas fuentes.
·         En los receptores, por cambios en el umbral de estimulación.
·         Por influencia de variables psíquicas.
Según Mass Hesse B.y Comeche Moreno M.I.(2001), los primeros trabajos, que hacen referencia a los mecanismos psicofisiólogicos implicados en el dolor se remontan a la teoría general de activación autonómica propuesta por Selye (1976) para el estrés.
Pero según dichos autores este modelo no es suficientemente explicativo. Así mismo señalan, como algunos investigadores hablan del ser vivo como un todo integrado y jerarquizado en su funcionamiento, contando con un patrón general psicofisiológico de acción y además con patrones de grupos de respuestas de ésta índole e incluso con la existencia de algunas respuestas específicas y adaptadas a determinadas situaciones.
Aspectos cognitivos y emocionales del dolor
El dolor y en especial el crónico, tiene un componente cognitivo importante para su mantenimiento y para actuar de forma invalidante en la persona, los pensamientos catastrofistas (no se me va a quitar nunca, cada vez estoy peor…),y centrar la atención excesivamente en las sensaciones dolorosas, hacen que interpretemos algunas de carácter neutro dentro de éstas. La disminución para realizar actividades gratificantes, llevan a un estado depresivo y desmotivado de la persona (disminución de refuerzos).
Las emociones asociadas, pues, al dolor son la tristeza, la ira y la ansiedad.
Como actuar frente al dolor
Citare unos breves puntos, a forma de resumen que aportan Rodríguez Franco L. Y Cano García J., (2001) y que pueden ser utilizados como guía de intervención, por el profesional.
1.    Actuar sobre el proceso fisiológico consciente o agravante del dolor, ayudando a la persona a regular los procesos fisiológicos que son resultado o consecuencia de procesos musculares o vasculares.
2.    Sobre las emociones asociadas al dolor.
3.    Sobre las variables cognitivas que interpretan el dolor como estresante y ayudan a cronificarlo.
4.    Sobre el rol de inalterabilidad que puede potenciar aspectos negativos psico-fisiólogicos.

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