domingo, 5 de julio de 2009

Miedo al cambio

Estamos por tomar una decisión importante.
O tal vez, otra persona la tomó por nosotros, y nos damos cuenta de que se avecina un cambio en nuestras vidas... las cosas ya no serán igual, estamos adentrándonos en terreno virgen para nosotros... ¡no es el momento de tener miedo!

Salir de nuestra zona de confort suele traer aparejadas diferentes sensaciones, entre ellas el miedo a
perder lo que tenemos, cómo reaccionar ante las nuevas situaciones, a lo desconocido.
Sabemos que se están por producir modificaciones en nuestro presente, en alguna área importante de nuestra vida (pareja, familia, trabajo, hogar...) y no sabemos qué nos deparará el futuro... es lógico tener dudas, recelos, incertidumbres, hasta culpas por algo que hicimos o dejamos de hacer.
Aferrarse a algo que está partiendo o terminando no es un buen hábito, lo realmente bueno es permitir que las cosas que cumplieron su ciclo se alejen y así hacer lugar para lo nuevo. ¡Es absolutamente necesario para obtener lo que tanto deseamos!

Éste es un buen momento para dejar de mirar el pasado (ya pasó, quedó atrás) y concentrarnos en el presente y en el futuro (todavía no sabemos bien qué conllevará lo que se acerca... ¡Pueden ser un sinnúmero de buenas noticias y de mejores perspectivas, aunque en el día de hoy no las veamos!).
Ya has tenido momentos similares en otros períodos de tu vida y te han servido como aprendizajes y crecimientos - con éste pasara algo similar, ¡o incluso mejor!

Para bajar un poco los decibeles de tus temores y para que te convenzas de que lo nuevo por venir va a traer distintos desafíos pero también la posibilidad de que estés aún mejor que ahora, centrémonos en el presente, de cara al futuro.
Con este objetivo, te propongo un ejercicio muy útil:

En este lugar seguro y tranquilo en el que te encuentras, imagínate con el cambio ya producido en tu vida. Visualízalo con colores, con voces, con las personas involucradas, y contigo sintiéndote en paz, respirando pausadamente, sabiendo que lo que va a suceder es parte de tu crecimiento espiritual y como persona. Dedica unos minutos a construir esta imagen hasta que sientas real comodidad.

Ahora, imagina el paso inmediatamente anterior a ese cambio. ¿Qué sucede? ¿Qué decisiones tomas o toman? ¿Qué personas te rodean? ¿Cómo te sientes? ¿Qué te dices?
Dedica unos minutos a crear esta imagen, también. Si quieres, escribe lo que sucede en este paso.
Luego, imagina el paso inmediatamente anterior al que recién describiste. ¿Qué ocurre? ¿Qué personas te rodean? ¿Cómo te sientes? ¿Qué te dices? Después de describirlo, sigue dando pasos hacia atrás (los que sean necesarios, el número que surja estará bien) hasta que llegues al día de hoy, sentado (o sentada) tranquilamente delante de tu PC, mientras lees este artículo.

¡Practica el ejercicio!.

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