sábado, 6 de agosto de 2011

Inteligencia Emocional y Desarrollo Personal

Todos los seres humanos tenemos un pensamiento racional determinado por factores tanto genéticos como ambientales, que es el que puede ser "cuantificado" por el coeficiente intelectual. Menos de un 8 ó 9 % de la población tiene un coeficiente por debajo del límite que permite un pensamiento racional necesario para un buen desenvolvimiento de la vida; y apenas un poco más del 2 % llega al límite de la "genialidad". En el medio de uno y otro, nos encontramos la gran mayoría de los mortales.
Examinar, pensar, reflexionar, ponderar variables en juego, comprender conceptos, son las acciones determinadas por el pensamiento racional.
Existen situaciones de la vida para resolver para las cuales estas acciones del pensamiento racional no nos son útiles... y detenernos en su aplicación puede hasta llegar a ser contraproducente. Por su inmediatez, por su altísimo grado de complejidad en juego en relación con el tiempo para resolver, muchas veces necesitamos actuar con nuestra emoción inmediata.
El pensamiento emocional está ligado en un aspecto a la actuación, a la puesta en acto allí cuando no hay demasiado tiempo para pensar qué hacer, más ligado a nuestros antepasados pre-humanos y sus condiciones de vida poco previsibles. Evaluar en milésimas de segundo un ambiente hostil a través de un gesto o de un movimiento, tiene relación con él.
Otro aspecto del pensamiento emocional tiene un tiempo prolongado de desarrollo y está más ligado a las emociones. La ira, la ansiedad, la vergüenza, la tristeza, el temor, la sorpresa, las emociones en general como estado de la mente vehemente o excitado, están ligadas al pensamiento emocional.
Cuando utilizamos el pensamiento emocional, siempre sacrificamos la exactitud a la velocidad. Así es que nuestra aptitud emocional, nuestro desarrollo y entrenamiento en ese aspecto, actuará "a favor" de la exactitud en el acto.
El pensamiento emocional gira en torno a sí mismo, no pondera las variables externas y su incidencia. Tiene justificación sólo en el presente, no prevé en el acto las consecuencias a futuro. Lo que jurídicamente se denomina "emoción violenta" se sostiene sobre él, y -como se sabe-, es un atenuante porque la persona no está en condiciones de prever las consecuencias de su acto.
El pensamiento emocional es selectivo, sólo rescata aquello que sirve a los fines de su acción.
Para el pensamiento emocional no importa demasiado cómo son las cosas, sino lo que persigue y cómo lo percibe.
Muchas tragedias lo tiene como protagonista... "vi la sombra, y disparé el arma... creí que era un ladrón"... dice quién mató a su madre o su hijo.
Pero también muchas vidas se deben al pensamiento emocional : hace unos meses un custodio de un shopping de Israel se arrojó en décimas de segundos sobre un hombre bomba, y salvó la vida de cientos de personas.
Es por la acción siempre presente de la inteligencia emocional que "comprender racionalmente" los cambios actitudinales necesarios para mejorar nuestra vida, no es suficiente para que ella realmente cambie. Así como muchas veces "sin saber racionalmente bien porqué", hay personas que realizan su vida de un modo altamente satisfactorio para ellas. Es el desarrollo que tiene su "inteligencia emocional" lo que les "dicta" ese camino:
  • desarrollar una autoestima necesaria y equilibración con la realidad
  • saber discriminar entre dificultades e imposibilidades
  • desarrollar el reconocimiento de los propios sentimientos
  • desarrollar la posibilidad de manifestar y controlar sentimientos positivos y negativos
  • desarrollar la aptitud para dar y recibir
  • desarrollar la tolerancia a la frustración
  • desarrollar la capacidad de demora, en la satisfacción o la accióndesarrollar la empatía, como comprensión de los sentimientos de los otros
La inteligencia emocional es una habilidad que puede desarrollarse, aprendiendo a "manejar" las emociones en el terreno tanto personal como relacional.

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