“Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud”. Jean de La Bruyere
“Las personas agradecidas tienden a estar satisfechas con lo que tienen y por eso son menos susceptibles a emociones como la decepción y la frustración”
De manera constante, durante nuestra vida diaria, estamos llenos de actividades, carreras, tráfico, problemas, conflictos, y confusiones, contaminación, y un sinfín de situaciones que nos hacen sentirnos desesperados y confundidos.
Sin embargo en la mañana, nos levantamos y siempre tenemos la esperanza de un nuevo día, de recibir una sonrisa, de reunimos con amigos, compañeros, etc. estos eventos nos permiten levantarnos cada día, esperando y deseando lo mejor.
A veces nos enfocamos mas en los bienes materiales y pensamos que son estos los que nos dan la felicidad, pero por más que nos esforzamos, no es eso lo que realmente nos hace sentirnos felices, incluso vemos que hay personas que no posen muchas riquezas o bienes y sin embargo son felices y por el contrario, personas con mucha riquezas y con todo lo que hemos soñado, pero tampoco han encontrado la felicidad, entonces, ¿qué es lo que nos hace sentirnos bien?.
Este sentimiento de bienestar lo obtenemos de esos pequeños momentos de la vida como: reírnos, tener empatía con los demás, compartir experiencias con otras personas, y son estos breves momentos de alegría que van llenando nuestra vida.
Pero hay un sentimiento, en especial , que nos llena y nos revitaliza ampliamente, que nos da esa energía para seguir mas y mas cada vez. Y es el de la Gratitud.
La gratitud es una emoción universal básica, que proporciona felicidad y equilibrio a nuestras vidas y se ha demostrado que la gratitud, proporciona a nuestro cuerpo tranquilidad, estabilizando ritmos de nuestro cuerpo y un estado de bienestar que alimenta sentimientos positivos.
Tener sentimientos de gratitud sinceros, refuerza la relaciones sociales y también puede curar nuestro cuerpo. Puede ser una medicina efectiva para nuestra alma y nuestro cuerpo y lo mejor es que no necesitamos más que de nosotros mismos, para poder desarrollar este estado mental y espiritual, que nos llega al mirar nuestro mundo de la mejor manera: con bondad, respeto y perdón.
El sentimiento de gratitud es algo que podemos aprender y hacer crecer.
¿Cómo? Hay muchas maneras, como el agradecernos a nosotros mismos por lo que tenemos, agradecer a los demás por lo que nos han dado, como su compresión, compañía, empatía , su tiempo, agradecer la salud, la familia, los amigos etc., todo esto es muy valiosos y nos enriquece cada día, y nos permite desarrollar percepciones positivas.
Podemos agradecer, con un gesto, con una palabra, con una palmada, una sonrisa, hacia nosotros mismos e infinidad de situaciones más, y en la medida que agradecemos, vamos creciendo como personas y como sociedad.
El agradecimiento mejora la autoestima, ayuda contra la depresión, baja los niveles de ansiedad, disminuye el enojo, favorece la comprensión, aumenta el sentimiento de alegría y bienestar, mejora las relaciones, proporciona sensaciones de bienestar, paz, armonía y nos permite ver la vida desde un punto de vista positivo.
Por tanto practiquemos esta actividad, podemos agradecer desde el hecho de despertar cada día, El poder disfrutar de todo lo que esta vida nos ofrece, alcanzar metas, o a veces hasta no alcanzarlas y tener que trabajar más para lograrlo, porque eso nos hace cada vez más fuertes, el tener a alguien con quien hablar, o simplemente estar.
Aprendamos a agradecer y podemos sentirnos mejor cada día.
“El que no aprende el idioma de la gratitud no podrá dialogar con la felicidad”
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