lunes, 29 de agosto de 2011

¿Qué hago con mis emociones?


En el camino hacia una personalidad más exitosa, el control de las emociones ha de ocupar un gran trecho inicial. Por ello, este tema lo hemos abordado muchas veces en esta revista.

Sin embargo, hay que tener bien claro que controlar las emociones no significa suprimirlas. Las emociones son la energía que nos mueve a la acción. Se puede tener un propósito muy preciso, pero si no ponemos emoción en su realización, es poco probable que se lleve a cabo. Habitualmente les digo a mis estudiantes: si sientes que te faltan fuerzas para llegar a una parte, envía tu corazón primero; luego todo el resto de ti lo seguirá.Se trata de expresar las emociones en el lugar y momento preciso. Cuando hay que pensar, reflexionar y tomar decisiones, es fundamental hacerlo sin emocionalidades. Pero cuando estamos felices por algo, hay que expresarlo. Si estamos contentos con alguien, hay que manifestarlo. Si hay una pena, habrá que llorar y desahogarse. Los sentimientos no tienen que reprimirse ni ocultarse, pues entonces se generaría una peligrosa tensión interna.Hay personas que no expresan emociones y parecen muy serenas. Sin embargo, internamente van acumulando sentimientos perturbadores, lo que las hace "estallar" en el momento más inesperado. Suelen tener una reacción desproporcionada que puede ser muy destructiva. "Los hombres no lloran" es una frase siniestra que ha causado mucho daño a los varones. Los hombres y las mujeres, sí deben expresar sus sentimientos. Esto los hará más sanos, más equilibrados y más humanos.

Emociónate. Pero evita hacerlo cuando debas tener tu mente tranquila para decisiones importantes.

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