jueves, 26 de mayo de 2011

Toda persona es importante

Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa por que debe de ser así: para servir a un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quiénes somos en realidad, para enseñarnos a ver el sendero hacia lo que deseamos alcanzar.
Tú no sabes quiénes son estas personas, pero cuando fijas tus ojos en ellos sabes y comprendes que ellos afectarán tu vida de una manera profunda.
Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad, antes o después, llegas a entender que si no las hubieras superado nunca hubieras desarrollado todo tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.
Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte.   Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías,       todo ocurre para probar los limites de tu Alma.
Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién asfaltada, suave y lisa,  una línea directa rumbo a ninguna parte, cómoda y segura, pero empañada y sin razón.
La gente que conoces afecta tu vida, las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres.
Incluso se puede aprender de las malas experiencias. Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas, las que más enseñan, las que funcionan como una especie de gimnasio psicológico, para endurecer los músculos del espíritu.
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón dale gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de la confianza y también de tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.
Si alguien te ama, ámalo tu también, no porque él te ame sino porque te ha enseñado su forma de amar y también a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida.
Haz que cada día cuente y aprecia cada momento además de aprender de todo lo que puedas aprender, porque quizás más adelante no tengas ocasión de aprender lo que tienes que aprender en este momento.
Permítete enamorarte, liberarte y poner la vista en un lugar bien alto. Mantén la cabeza en alto porque tienes todo el derecho a hacerlo. Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y créelo, si no crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.
Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela.

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